La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Desayuno Grupo Joly - Hidralia
Marbella/La década de los 20 se ha iniciado con una tremenda pandemia que está provocando miles de muertos en todo el mundo, pero que también ha traído consigo un cambio de mentalidad y una gran aceleración de aspectos como el teletrabajo o la digitalización. A eso se le suma la fuerte inversión que realizará la Unión Europea para promover la reactivación de todos los países miembros, con especial énfasis en todos aquellos proyectos basados en la defensa del medio ambiente, la sostenibilidad, la eficiencia o la tecnología. En este contexto, varios expertos han participado en la jornada Recuperación socioeconómica de la Costa del Sol. Reconstrucción verde, digital y social de las ciudades organizada por el Grupo Joly -editor de este diario- y patrocinada por HidraliaHidral, y han defendido el beneficio de crear un pacto social que pueda dar alas a esa ansiada recuperación económica y social, ya que ambas deben ir de la mano.
“Europa apuesta por una transición ecológica, justa y solidaria desde antes de esta crisis. Defiende la reconstrucción verde de la economía y es una iniciativa ambiciosa de transformación de Europa y su modelo, a lo que se le unen los fondos de reconstrucción con ganas de que haya una colaboración público-privada ya que cualquier tipo de financiación que venga de la administración pública se multiplica con la colaboración privada”, explicó Matilde Mancha, directora general de Hidralia, quien apuntó que “Europa nos pide que demos un salto en la digitalización y la transformación y tenemos que ser capaces de aprovechar este impulso, haciéndolo de una forma diferente, hay que ir más allá y que el tercer sector, la innovación, la empresa y la administración se unan en este diálogo y compartan objetivos, y hacerlo de manera continuada. Hace falta el consenso de todas las partes para que los objetivos centrados en la reconstrucción verde, el empleo y la solidaridad sirvan para alcanzar la máxima repercusión en la revitalización de la economía. Sin estas alianzas que trabajen de manera coordinada no podremos construir ese futuro”.
Una buena gestión del agua es básica para el desarrollo de cualquier zona del mundo y, en especial, en lugares como la Costa del Sol que reciben cada año a millones de turistas y que cuenta con una amplia población residente y flotante. En este aspecto, Carlos Cañavate, consejero delegado de Acosol, indicó que ya han solicitado a la Junta de Andalucía fondos europeos para modificar toda la red de colectores que tienen en la Costa del Sol, de los ramales de abastecimiento a Manilva y Torremolinos o la planta de tratamiento que supondría una inversión de unos 300 millones de euros. “Todo esto es infraestructura pero va incluido en sistemas de eficiencia, de sostenibilidad y de digitalización, con toda clase de medidores, con big data y conocimiento real de una infraestructura moderna de agua, abriendo campo en todos los sentidos”, subrayó Cañavate, quien recordó que el tratamiento del agua lleva aparejado un gran gasto energético a través de los sistemas de bombeo o en la desaladora de la Costa del Sol.
Para intentar amortiguar ese consumo, el consejero delegado de Acosol afirmó que han pedido cinco millones de euros para programas de eficiencia energética “que se traducirá en mucha obra pública que esperamos sacar el año que viene”. Cañavate comentó que hay infraestructura obsoleta que se instaló en los años 60 y 90 “y nuestra idea es invertir 120 millones de euros en los próximos cinco años para la mejora de la planta de tratamiento y de la red”.
La Costa del Sol quiere atraer fondos europeos para la mejora de la gestión del agua, aunque hay otros aspectos que también son claves como la digitalización o la formación. José Luis Córdoba, director de Andalucía Lab -un centro tecnológico para empresas turísticas de la Junta de Andalucía- hizo hincapié en que “la digitalización lo que trata es de optimizar los procesos para dejar más tiempo a las personas para poder desarrollarse y crear un ecosistema más agradable para todos” y cree que para que haya una recuperación deben darse tres parámetros. “El primero es desarrollar un ecosistema permeable a la innovación y favorable a los emprendedores; el segundo es promover una digitalización transversal en todas las actividades públicas y privadas para ser más eficientes a la hora de trabajar; y el tercero es, dentro del campo turístico, desarrollar servicios turísticos sostenibles que ayuden a diferenciar el destino y a aportar más valor”. “Poder digitalizar todo un sistema, en nuestro caso el de aguas, permite ser más eficiente, reaccionar con rapidez y dar transparencia al ciudadano”, dijo Matilde Mancha, haciendo hincapié en que “hay un camino inmenso por recorrer con la digitalización”.
Luis Utrilla, presidente de Cruz Roja en Málaga, defendió el uso de la tecnología pero reclamó que “esa digitalizacion no genere nuevas barreras de acceso al sistema”. En este sentido, precisó que hay zonas muy digitalizadas y pueblos en el interior a los que no llega el 4G, en los que no se puede teletrabajar o cuyos niños han tenido problemas de escolarización porque no han podido tener una formación digital. “Hay que ir cerrando la brecha digital porque el desarrollo tecnológico es muy rápido y se puede producir una segregación”, enfatizó Utrilla.
Uno de los temas más recurrentes durante la jornada fue el de la formación enfocada a objetivos, es decir, a cubrir la demanda laboral real de las empresas. “La mejor política social es crear empleo y el Estado se debe preocupar mucho por la formación para generar talento”, explicó Juan José González, presidente de la Asociación de Empresarios y Profesionales de Marbella. González detalló que “se necesitan miles de programadores y aquí no hay forma de encontrarlos, por lo que es difícil avanzar tecnológicamente”. El presidente de los empresarios marbellíes recalcó que “hay que educar a la sociedad hacia lo que vamos, seguir esa senda para ser competitivos y para eso necesitamos preparar a la gente”. González afirmó tajante que “un empresario español prefiere contratar a empleados locales que subcontratar a programadores en India, pero aquí no los encuentra”.
Matilde Mancha defendió las posibilidades que ofrece la formación profesional dual -que combina las clases con las prácticas en empresas- y la necesidad de formar a los propios equipos de las compañías de forma constante para que los profesionales no se queden obsoletos. Utrilla se congratuló del buen resultado de los programas de formación impulsados por Cruz Roja. “Las empresas y la parte social tienen mucho que decir en materia de formación porque la Administración siempre va por detrás”, comentó Cañavate, que antes de ser consejero delegado de Acosol fue director general de Formación Profesional para el Empleo de la Junta de Andalucía.
De cara al futuro a corto y medio plazo todos coincidieron en la necesidad de ser más eficientes y sostenibles. “El desarrollo debe ser sostenible y tal como va no lo es”, dijo Juan José González, quien insistió en que “nuestro modelo de movilidad no se sostiene”. Córdoba mostró su preocupación por la contaminación atmosférica o acústica, mientras que Mancha se mostró satisfecha del proyecto puesto en marcha por Hidralia por el confinamiento y que ahora se mantiene de apostar por reducir los desplazamientos entre sus empleados. “Deberíamos aprovechar este parón provocado por el coronavirus para parar un poco, ver hacia dónde vamos y garantizar que podamos tener un desarrollo sostenible, que haya agua, limpieza, que se pueda recoger la basura porque, por ejemplo, en el agua estamos muy cerca de no poder continuar”, añadió Cañavate.
Luis Utrilla, presidente de Cruz Roja en Málaga, aseguró que la recuperación “es muy urgente, pero eso no justifica que haya desigualdad” y abogó por una recuperación “que pase por las personas ya que hablamos de sostenibilidad y la primera debe ser la de las personas con nombres y apellidos”. Utrilla precisó que la pandemia ha agravado la situación de penuria de muchas familias en esta provincia “hasta límites insospechados” hasta el punto de que ya atienden a 80.000 personas para cubrir sus necesidades básicas de alimentación, energía o apoyo escolar. “Para recuperarse se necesita un compromiso firme y serio de las instituciones y de las empresas para que se haga veraz ese anuncio de que de la pandemia saldremos todos juntos”, incidió Utrilla, quien explicó que desde la crisis económica de 2008 ha aparecido un nuevo perfil, el del “trabajador pobre”, es decir, personas que sí tienen un empleo y una vivienda pero cuyos salarios son bajos y han pasado a una situación de vulnerabilidad social. “Los objetivos del desarrollo dicen que lo primero es acabar con la pobreza y lo segundo es acabar con el hambre. Suena duro pero es una realidad que afecta al 10% de la población”, expresó el presidente de Cruz Roja en Málaga, quien reiteró que “hay que pasar a un modelo de desarrollo basado en las personas porque es lo que da sostenibilidad y permitirá dejar un mejor planeta para nuestros hijos y nietos”.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios