"La inteligencia artificial tiene muchas posibilidades para emprendedores y empresas"
Entrevista | Raúl Ordóñez, experto en IA
El gurú de la IA, con miles de seguidores en redes como Jaspeante, anima a usar esta herramienta como apoyo pero siempre con conocimiento
Algeciras/La inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse y el mundo empresarial la integra cada vez más como herramienta. Desde grandes compañías a pequeños emprendedores, todos pueden beneficiarse de su trabajo para sumar en algunas tareas, pero para ello es importante saber cómo utilizarla.
"Para el ámbito empresarial, tanto si eres emprendedor como si gestionas un negocio, la IA generativa tiene muchas posibilidades como marketing, recursos humanos, administración... prácticamente cualquier área puede apoyarse en ella", señala Raúl Ordóñez, experto en inteligencia artificial nacido en Jaén y con más de un millón y medio de seguidores entre Instagram y TikTok, donde también comparte algunas claves sobre este campo bajo el nombre de Jaspeante.
Ordóñez es todo un apasionado del mundo digital y asegura que, aunque lleva muchos años trabajando en este ámbito y ha visto pasar "muchas revoluciones" en este tiempo, "el ritmo de innovación que se está desarrollando en estos dos últimos años con la IA no se había visto nunca antes en la historia". "Lo que hace una semana era una novedad impresionante, casi a día de hoy está en la prehistoria y todas las organizaciones de cualquier ámbito quieren ponerse las pilas en esto", expresa.
En concreto para las empresas, especialmente las pequeñas y emprendedores, el primer paso debe ser "apoyarse en la inteligencia artificial para usar la propia inteligencia artificial", por ejemplo, consultándole en qué tareas puede ayudarles y, posteriormente, profundizar en ellas para sacarle el máximo partido. Aquí aparecen dos de las claves del uso de la IA, como son no quedarse con el primer resultado y darle todo el contexto necesario a la herramienta para que afine el resultado, aunque aun así debe pasar siempre el filtro del ojo humano.
Otra forma de usar a la propia IA para sacarle partido, según destaca Ordóñez, es pedirle ayuda para obtener el mejor prompt (instrucción) que atine al máximo lo que deseamos obtener. "Por poner un caso concreto, si quieres crear una imagen superreal del Puerto de Algeciras en una IA, en lugar de describírselo con tus propias palabras, vas a ChatGPT y le dices que te ayude a redactar un prompt en inglés que permita generar una imagen sobre lo que deseas y te va a dar una descripción muy amplia, precisa y con todos los detalles necesarios para que esa otra herramienta que genera la imagen te proporcione un resultado más adecuado", expone el experto. Esto se puede extrapolar a funciones empresariales como realizar análisis de datos, redactar textos o buscar información a partir de un documento.
Aun así, el generalizado uso de la IA tiene un relativo 'peligro' para aquellos usuarios que la utilizan sin tener demasiado conocimiento y que va relacionado con la importancia de las mencionadas instrucciones, ya que usarla para una tarea sin afinar bien lo que se desea obtener puede provocar que se utilice información errónea o textos menos comprensibles. "Por eso es importante que las empresas impulsen la formación y el reciclaje de sus empleados en este sentido, para hacer un uso positivo, responsable y efectivo de este tipo de herramientas, porque no es recomendable que nos quedemos nunca con ese primer resultado, es necesario un proceso de refinamiento de los resultados, hasta conseguir lo que necesitamos", detalla Ordóñez.
"La punta del iceberg"
La evolución vivida en los últimos años en materia de inteligencia artificial provoca que muchas personas aún sean escépticas sobre su uso. Sin embargo, Raúl Ordóñez tiene claro que todo lo que hemos visto hasta ahora no es más que "la punta del iceberg". "Aunque nos parece mucho e impresionante todo lo que estamos viendo, es solo el comienzo de lo mucho que está por venir", abunda.
En este sentido señala a OpenAI, la empresa creadora del famoso ChatGPT y, probablemente, la más puntera de esta industria, como gran visionaria del futuro que puede tener la inteligencia artificial. No en vano, trazaron una hoja de ruta con cinco niveles de desarrollo. "Ahora estamos entre el nivel uno y dos, pero el nivel cinco implica llegar a lo que se conoce como inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés), que es una superinteligencia que va a ser capaz de gestionar por sí misma organizaciones o departamentos enteros de empresas", resalta Ordóñez. Incluso, se aventura a decir que será capaz de "gestionar un país, que son palabras mayores".
Aunque todo esto pueda resultar casi mareante para algunas personas, que cunda la tranquilidad, ya que todo esto se trabajará "en un horizonte a cinco o diez años". De hecho, se muestra comprensivo con aquellos a los que les resulta difícil asimilar todo el avance registrado y lo compara con "enseñar a una persona de hace 100 años lo que es WhatsApp".
En este aspecto señala con decisión la necesidad de que la legislación fuerce una cierta responsabilidad en el desarrollo y uso de este tipo de herramientas, algo que no se está cumpliendo. "No se está regulando y es importante, pero sobre todo resultan clave iniciativas que fomenten la formación y la evangelización de un uso positivo y responsable", concluye.
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