La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Madrid/La inflación en España en marzo, del 3,3%, fue la tercera más baja de los 38 países de la OCDE y una de las que más cayó respecto a febrero, gracias al retroceso de los precios de la energía un año después del inicio de la guerra en Ucrania que hizo que se dispararan.
En febrero sólo tuvieron una inflación inferior a la española Japón (3,2%) y Suiza (2,9%), indicó este jueves la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). También estuvo por debajo del umbral simbólico del 4% Luxemburgo, con un 3,6%.
La inflación media de todos los miembros fue del 7,7%, lo que significa 1,1 puntos porcentuales menos que en febrero. En la zona euro se quedó en el 6,9 % en marzo, 1,6 puntos porcentuales menos que en febrero.
La caída en España en marzo fue de 2,7 puntos porcentuales. Únicamente hubo otros tres países en los que la caída mensual fue mayor: Turquía con 4,7 puntos porcentuales (del 55,2% al 50,5%), Países Bajos con 3,6 puntos (del 8% al 4,4%) y Letonia con 3 puntos (del 20,3% al 17,3%).
Ese descenso de la inflación española en marzo se explica sobre todo por el bajón de los precios de la energía en doce meses, del 25,6%, frente a la caída del 8,9% en febrero.
Únicamente en Países Bajos se constató un abaratamiento de los precios de la energía más pronunciado que en España entre marzo de 2022 y el mismo mes de 2023 (25,6%).
Hay que tener en cuenta que en marzo de 2022, tras el inicio a finales de febrero de la invasión rusa de Ucrania, se produjo una escalada en la energía, en particular en Europa, ante el riesgo de que el conflicto provocara problemas de abastecimiento de petróleo y sobre todo de gas, teniendo en cuenta el peso como productor de Rusia.
Para el conjunto de la OCDE, los precios de la energía entre marzo de 2022 y marzo de 2023 progresaron un 1,3%, y ese incremento interanual fue mucho menor que el de febrero (11,9%).
En cuanto a los alimentos, el encarecimiento interanual fue del 14% en marzo en la OCDE (14,9% en febrero) y del 16,5% en España (16,6 % en febrero).
Si se excluyen la energía y los alimentos que son los elementos más volátiles, la inflación subyacente en España disminuyó en marzo una décima al 5,1% y se situó por debajo de la media de la organización (5,7%) pero ya no entre las más reducidas de los países miembros.
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