Identificando las competencias clave para el éxito laboral

Observatorio empresarial

Empleados en un centro de trabajo
Álvaro López Cabrales y Mirta Díaz Fernández

10 de agosto 2024 - 06:14

Cada verano, el estudiantado de nuevo ingreso en las universidades inicia su proceso de búsqueda y matriculación en los Grados y Postgrados donde desarrollarán sus procesos de aprendizaje y adquisición de competencias. Incertidumbres asociadas a la inteligencia artificial (IA), algoritmos, resiliencia, envejecimiento de la población… están a la orden del día y afectan a la pregunta de “formarme… ¿en qué y para qué?”. Además, todo cambio en los ámbitos tecnológicos, transición ecológica y demográficos afectan también al mercado laboral y a las empresas, creando a veces una sensación de desazón ante lo que el futuro traerá a los jóvenes que intentan progresar en su camino formativo. Y en muchas ocasiones no son solo las competencias formales, técnicas o regladas las que se necesitan, sino otro tipo de competencias transversales que son claves para un desempeño óptimo del trabajo.

Los últimos datos disponibles de la EPA (2º Trimestre de 2024) ofrecidos por el INE muestran una tasa de paro del 12,29%, 1,09 puntos menor que hace un año y, una población ocupada de más de 21 millones de personas, un 2,98% mayor que hace un año. Además, el 24,4% de los empleados tiene estudios superiores. Esto nos permite pensar que el mercado laboral español vive un dulce momento con buenas previsiones para el talento con alta cualificación. Sin embargo, también según datos del INE, existe más de un millón de puestos de trabajo que se quedan sin cubrir por falta de cualificación y la productividad del empleo es baja. Una de las razones que explican este desajuste tiene que ver con la inadecuada formación en competencias de las personas que se incorporan a las empresas. 

Este gap es el resultado de aspectos relacionados con los avances tecnológicos o la transición ecológica, por ejemplo, incorporando la denominada “oficina sin papeles”, dando opción al teletrabajo cuando es posible para reducir los desplazamientos y emisiones, modificación los procesos de fabricación… Pero para que todo esto tenga éxito es necesario incorporar una fuerza de trabajo formada con las competencias claves para poder ocupar esos puestos de trabajo.  

Por ello, tanto desde ámbitos universitarios y educativos como empresariales se busca identificar qué competencias claves necesitan las empresas. Entre ellos destacan el informe de 20 competencias contra la exclusión social en el empleo elaborado por la Fundación Adecco en 2022, Las cinco tendencias laborales para 2024 de Randstad, o el estudio titulado Competencias laborales más demandas por las empresas en 2023 del Banco Santander . 

Una síntesis general de estos listados pone de manifiesto que además de las competencias directamente relacionadas con las exigencias técnicas de la tarea a desempeñar, se identifican dos conjuntos de competencias necesarias que las empresas requieren a sus trabajadores: son las competencias denominadas blandas o soft y las competencias digitales o tecnológicas.

Entre las competencias blandas o soft las más buscadas son la comunicación, trabajo en equipo, adaptación, aprendizaje continuo, pensamiento crítico y resolución de problemas. La competencia de comunicación permite a la persona transmitir sus ideas de manera clara, concisa y persuasiva, tanto oralmente como por escrito. Por ello es esencial para el trabajo en equipo y la resolución de problemas. Asimismo, en un entorno laboral cada vez más colaborativo, la competencia de trabajo en equipo es básica ya que permite aportar diferentes perspectivas y alcanzar objetivos comunes. Además, en una situación caracterizada por el cambio constante, es fundamental que los trabajadores dispongan de las competencias de adaptación y aprendizaje continuo para poder hacer frente a nuevas situaciones, aprender nuevas habilidades y estar dispuestos a reinventarse profesionalmente. El cambio es constante, por lo que es importante que los trabajadores estén dispuestos a aprender de manera continua y a desarrollar nuevas habilidades y competencias. Por su parte, la competencia de resolución de problemas aporta a las personas la capacidad para analizar información, identificar problemas y encontrar soluciones creativas, elementos básicos para trabajar en un mundo incierto.

Además de las competencias blandas o soft, en un mundo cada vez más tecnificado, las competencias digitales pueden considerarse imprescindibles para casi cualquier trabajador. La capacidad de usar herramientas informáticas, programar, analizar datos y gestionar redes sociales, utilizar big data, inteligencia artificial, ciberseguridad, comercio electrónico y, en general, desenvolverse en entornos digitales se ha convertido en una necesidad básica para la mayoría de los puestos de trabajo.

Para poder adquirir estas competencias clave se requiere un esfuerzo conjunto y coordinado por parte de las instituciones educativas, las empresas y las personas que quieren trabajar en este nuevo contexto. Por un lado, las instituciones educativas deben actualizar sus currículos para incluir las competencias más demandadas por el mercado laboral y fomentar una cultura de aprendizaje continuo. En ese sentido, hay universidades como las públicas de Andalucía que implementaremos en el curso 2024-25 procesos de modificación y/o nueva oferta de títulos de Grado y Másteres Oficiales. Las empresas, por otro lado, deben invertir en la formación y el desarrollo de sus empleados para que puedan adaptarse a las nuevas necesidades del mercado. Y las personas candidatas a ocupar los puestos de trabajo deben tomar la iniciativa para desarrollar las habilidades que necesitan para tener éxito en su carrera profesional.

En definitiva, la evolución del mercado laboral español dependerá de la capacidad de estos tres actores: trabajadores/as, las empresas y las instituciones educativas para adaptarse a las nuevas realidades. Invertir en la adquisición y el desarrollo de las competencias clave será crucial para contar con una fuerza laboral preparada para afrontar los retos y aprovechar las oportunidades del siglo XXI. Y como hemos visto, estas competencias en ocasiones son transversales y van más allá de los meros conocimientos técnicos de un curriculum académico. La clave para aprovechar estas oportunidades estará en la adaptación a los cambios y el desarrollo las competencias necesarias, blandas y digitales para tener éxito en la nueva economía. ¿Estamos dispuestos y preparados para afrontar ese reto a nivel educativo, empresarial y personal? Merece la pena intentarlo.

Álvaro López Cabrales, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales, y Mirta Diaz Fernández son miembros de INNLAB, Centro Propio de Investigación sobre Innovación, Emprendimiento y Empresa Familiar, en la Universidad Pablo de Olavide.

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