Los griegos, en estado de 'shock'

Muchos ciudadanos se llevaron las manos a la cabeza mientras escuchaban los detalles del plan de recorte de gastos públicos por boca del presidente Papandreu.

Takis Tsafos (Dpa)

02 de mayo 2010 - 20:20

Atenas/"Lo que hoy estamos viviendo, se lo contaremos a nuestros nietos. Es un momento histórico", comentaba un moderador de radio. Millones de griegos se sentaban frente al televisor o junto a la radio. Fue entonces cuando el primer ministro, Giorgos Papandreu, declaró al empezar su discurso: "El principal mandato es salvar la madre patria". El político, visiblemente tenso, prometía "proteger a los más débiles" y hacer "todo lo posible" para salvar a Grecia de la bancarrota. "Con otras palabras: hoy entregamos una parte de nuestra soberanía", resumía un pensionista en Atenas. "Ahora esto va a doler", comentaba alguien a su lado. Muchos ciudadanos se llevaron las manos a la cabeza mientras escuchaban los detalles del plan de recorte de gastos públicos por boca de Papandreu.

El funcionario que gane más de 3.000 euros brutos al mes deberá olvidarse de las dos pagas extraordinarias. El resto recibirá un aguinaldo de 500 euros en Navidad y otros 500 euros para las vacaciones de verano y Semana Santa. Los jubilados que reciban menos de 2.500 euros también perderán las pagas extraordinarias y cobrarán 400 euros en Navidad, 200 en Semana Santa y 200 en verano. El 60 por ciento de los jubilados cobra en Grecia menos de 600 euros. Los funcionarios ya están cobrando un 10 por ciento menos de media después de distintos recortes desde que comenzó el año. "En conjunto cobramos un 30 por ciento menos. No puede ser", se quejaba el presidente del sindicato de empleados públicos, Spyros Papaspyros. "Adiós a bares y vacaciones. Ahora sólo se podrá ir a descansar a casa de la abuela en el pueblo. Si queda dinero para el viaje, claro", se quejaba un arquitecto en Atenas.

La lista de medidas no tiene fin: un 10 por ciento más de impuestos indirectos para el tabaco, alcohol y gasolina; la tercera subida este año. "Nos encaminamos a un círculo vicioso. La economía quedará estrangulada", advertía el presidente del partido conservador Nea Dimokratia (ND), Antonis Samaras. La edad de jubilación también se modifica. Hasta ahora un trabajador griego podía dejar de trabajar con 58 años si llevaba 37 cotizando. A partir de ahora nadie podrá retirarse si no trabajó durante 40 años.

Los vehículos de lujo serán gravados con más impuestos, igual que los inmuebles. ¿Cuánto? Ni siquiera el ministro de Finanzas, Giorgios Papakonstantinu, pudo contestar a la prensa que lo asediaba en Atenas. "Debo irme rápido, tengo que volar a Bruselas", dijo antes de partir para reunirse con el resto de los ministros de Finanzas en Bruselas. Aún es pronto para decir si Grecia puede salvarse de la dura crisis que atraviesa. Los sindicatos ya anunciaron nuevas movilizaciones. El lunes se dejarán de recoger basuras. Y el miércoles se producirá una nueva prueba de fuego para el gobierno: se han convocado protestas masivas.

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