La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Bruselas/La economía europea se salvó de la recesión en el primer trimestre de 2012 gracias al repunte de la locomotora alemana, que permitió compensar los malos datos de otros grandes países como Francia, Italia, España y Reino Unido. Tras sendas caídas del 0,3% en los últimos tres meses de 2011, el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro y del conjunto de la Unión Europea se mantuvo estable en el primer trimestre de este año, según los primeros datos divulgados por Eurostat.
Europa esquiva in extremis la recesión por la sorprendente recuperación de Alemania, que creció un 0,5% sólo tres meses después de haber registrado su primera contracción desde 2009. "La economía alemana ha superado la fase de debilidad coyuntural del invierno. Tras un ligero retroceso en el último trimestre de 2011 la actividad económica ha vuelto a tomar impulso", dijo en Berlín el ministro alemán de Economía, Philipp Rossler, al comentar las cifras. Rossler aseguró además que, pese a los riesgos que existen en Europa, la economía alemana sigue gozando de buena salud y resaltó el hecho de que el empleo sigue creciendo.
La subida de la economía germana, propulsada por el comercio exterior y la demanda interna, contrasta con el crecimiento nulo de Francia y con la confirmación de la recesión en España (donde el PIB encadena una segunda caída trimestral del 0,3%) y, sobre todo, en Italia. La economía italiana registra ya tres trimestres consecutivos en cifras negativas y, además, cada vez peores: un -0,2% en el tercer trimestre de 2011, un -0,7% en el cuarto y un -0,8% en el primero de 2012.
La zona euro, con la excepción alemana, sigue sufriendo los efectos de la crisis, incluso en países que durante mucho tiempo parecieron a salvo, caso de Holanda, que continúa en recesión con una caída del 0,2% del PIB. Siguen también en recesión Portugal (-0,1%) y Chipre (-0,3%) y, aunque la oficina estadística comunitaria no tiene datos disponibles para ellos, previsiblemente también continúan Grecia e Irlanda.
De los once países del euro para los que hay datos disponibles, en cinco el PIB se contrajo en el primer trimestre, en Francia se mantuvo estable y las subidas fueron modestas en otros como Austria (0,2%) y Bélgica (0,3%), que venían de malas cifras a finales de año. Por encima del 0,5% de Alemania -que aumenta la brecha con el resto de grandes economías del euro-, sólo aparecen Finlandia con un 1,3% y Eslovaquia con un 0,8%. El portavoz comunitario de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj, aseguró en una rueda de prensa que ese crecimiento "desigual" y esas "divergencias" en la eurozona se deben en gran medida a que los países que hicieron mejores "reformas estructurales" en el pasado están recogiendo ahora los frutos con mayor crecimiento. Según Altafaj, a día de hoy se comienzan a apreciar las "primeras señales de un reequilibrio" económico, aunque dejó claro que ese proceso llevará "varios años".
Las dificultades, sin embargo, no se circunscriben a la moneda única. La mayor economía europea fuera del euro, Reino Unido, está también en recesión (cayó un 0,2% en el primer trimestre del año y un 0,3% en el precedente) y otros países como Hungría (-1,3%) y la República Checa (-1,0%) se dan importantes batacazos. En el conjunto de Europa, la recuperación a más largo plazo -en comparación con el mismo trimestre del año pasado, por ejemplo- es prácticamente nula. En términos interanuales, la zona euro tuvo un crecimiento cero y los Veintisiete sólo un 0,1% en el primer trimestre. Sufren especialmente los países de la llamada periferia del euro, con caídas del 6,2% en Grecia, del 2,2% en Portugal, del 1,3% en Italia y del 0,4% en España. Francia crece con respecto al mismo periodo de 2011, pero lo hace únicamente un 0,3%, mientras que Alemania registra un 1,2%. El estancamiento de las economías europeas, golpeadas por las medidas de reducción del déficit, y la derrota electoral de la mayoría de los gobiernos que han tenido que aplicar políticas de austeridad han hecho a las instituciones comunitarias y a varios gobiernos dar un giro a su discurso. Así, el problema del crecimiento será el centro de atención de la cumbre extraordinaria que reunirá a los líderes europeos el próximo 23 de mayo en Bruselas.
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