"Las estadísticas se equivocan, España ya no va a la cola en TIC"
España impulsará cambios en la medición del sector durante su Presidencia de la UE
-¿La cita de la industria de las telecomunicaciones que se celebró el pasado viernes en Sevilla y que auspició el Gobierno español es su forma de hacer las paces con el sector -tras los desencuentros por el impuesto para financiar RTVE o el recorte de los presupuestos-?
-Nunca ha habido una enemistad. Hay un diálogo fluido pero con puntos de sintonía y de divergencia. Este sector será clave en el nuevo modelo de crecimiento que surja de la crisis, por lo que sería un gran error pensar en un futuro sin una presencia intensiva de estas tecnologías. Ahora que hay un cambio en la Comisión Europea (CE) con un nuevo equipo al frente, debemos ser capaces de trasladar este mensaje. España, que ostentará la Presidencia de la UE en el primer semestre de 2010, va a hacer de las TIC una de sus prioridades.
-¿De qué manera?
-Durante nuestra presidencia habrá que cerrar el plan estratégico de la sociedad de la información 2010-2015, de ahí que hayamos invitado a la industria europea a que elabore un documento donde defina sus prioridades para los próximos cinco años. Habrá un acto en Madrid el 18 de enero en el que se convocará a gobiernos y compañías para hacer público el texto. A partir de ahí, las decisiones que tome la CE esperemos que consideren sus demandas porque Europa no se puede quedar al margen de los desarrollos que se dan en otras partes del mundo.
-Dígame cinco características de este sector que lo hagan merecedor de ser el motor del cambio.
-Esta industria se basa en unas tecnologías que están provocando una revolución industrial de muchísima más trascendencia que cualquiera de las anteriores. Primero porque han conseguido penetrar en toda la sociedad. Segundo porque se centran en el manejo de la información, que es el elemento clave para gestionar cualquier empresa o administración pública. Tercero porque ofrecen un gran avance con la introducción de nuevos productos y soluciones. Cuarto porque es imposible pensar en el desarrollo de otras actividades tecnológicas -biotecnología, energías renovables, transportes...- sin el uso de éstas. Y quinto y, quizá lo más importante, porque este sector tiene un efecto multiplicador en productividad, empleo y creación de valor.
-Si estas tecnologías son tan importantes, ¿por qué el Gobierno regatea en recursos? Lo digo por el recorte de los presupuestos...
-Es un debate interesante. Hay unos presupuestos más reducidos y diferentes prioridades. Y la más urgente es la de generar empleo a corto plazo. Esto se está cubriendo con el Plan E, pero dentro del nuevo fondo local de 5.000 millones también se ha encontrado un hueco para los proyectos tecnológicos. De ahí se pueden sacar bastantes recursos enfocados al sector. Y, además, en el presupuesto que está ahora en el Parlamento para 2010 hay un fondo de 400 millones para préstamos sin intereses para el despliegue de redes. Éste es un sector tan grande que siempre habrá descontento, pero también es consciente del gran esfuerzo que hemos hecho en los últimos años.
-¿A cuánto ha ascendido ese esfuerzo y qué resultados ha dado?
-El español es el gobierno europeo que ha tenido un plan más potente para las TIC en los últimos cuatro años. El Plan Avanza, que se aprobó en 2005, supondrá más de 8.000 millones de presupuesto hasta 2010. Unos estímulos a los que se suman los de las comunidades y ayuntamientos, unos 4.000 millones más. Estos 12.000 millones marcan un hito sin precedentes. Y los resultados son evidentes. Tenemos la mayor cobertura de Europa en redes móviles y de banda ancha, un sistema sanitario gestionado de manera electrónica que es una referencia internacional, el 99% de los colegios conectados a internet, y una administración electrónica de las más eficaces del mundo.
-Dicho así, parece que España es líder en TIC, pero la realidad es que, en casi todos los ranking, figura en el vagón de cola...
-Porque los ranking están equivocados. En eso también trabajaremos durante la Presidencia española de la UE. En junio reuniremos a las instituciones internacionales que elaboran indicadores de sociedad de la información porque muchos se basan en datos que no están ajustados y que suelen ser antiguos. Ahora están saliendo estadísticas con datos de hace tres años que no reflejan lo que está ocurriendo. España ha dado un gran salto y está razonablemente bien situada. En algunas áreas se han conseguido logros importantes y empezamos a ser referencia en el mundo, pero queda mucho por hacer. Por ello, no hay que bajar la guardia. Si lo hacemos, perderemos la pequeña ventaja conseguida. Estas tecnologías evolucionan de forma dinámica y son tan fáciles de integrar que, como te relajes, te adelantan por la derecha y por la izquierda.
-Para lograr ese objetivo, ¿el Gobierno ha pensado en algo que vaya más allá del Plan Avanza, que concluye el año que viene?
-Estamos trabajando en su extensión hasta 2012 o 2015. Los esfuerzos irán encaminados al fomento de la demanda. Hasta ahora la prioridad había sido contar con una oferta de infraestructuras y de servicios básicos, pero ya es hora de multiplicar su uso.
-¿Con qué dotación contará?
-Aún no se puede concretar.
-Para lograr esa universalización, ¿no toca una rebaja de precios?
-Las encuestas dicen que el precio está en el cuarto o quinto lugar a la hora de renunciar a internet.
-Entonces esas encuestas también están desfasadas, sobre todo, en una época de crisis como la actual...
-En crisis todos nos ajustamos el bolsillo, pero estamos viendo que los ciudadanos prescinden de otras cosas antes que de las telecomunicaciones. Eso no quiere decir que no esté bajando ligeramente el consumo, pero hay otros sectores que lo notan más (el eléctrico, la automoción, el turismo). El consumidor prescinde de tomarse unas cañas o salir de viaje antes que renunciar a la comunicación y al uso de internet. La crisis no es un obstáculo de primera magnitud. Y en cuanto a los precios, las comparativas nos indican que estamos en los valores medios de Europa. Si analizamos la evolución, ha habido un 35-37% de rebaja en telecomunicaciones desde 2004. Y se ha ganado velocidad: por lo que hace cinco años costaba un mega ahora te dan más de 10. Es como si por el precio de un utilitario te dieran un coche de lujo.
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