La bolsa española está a punto de cerrar el peor ejercicio de su historia

La volatilidad de los mercados ha hecho retroceder un 41% al Íbex desde enero y sólo un milagro en diciembre evitaría el récord · El selectivo nunca había acumulado siete meses consecutivos de pérdidas

El parqué madrileño, el pasado 20 de noviembre, cuando el Íbex perdió el listón de los 8.000 puntos.
El parqué madrileño, el pasado 20 de noviembre, cuando el Íbex perdió el listón de los 8.000 puntos.
Andrés Dulanto / Madrid

01 de diciembre 2008 - 05:02

La volatilidad que impera en los mercados, así como el temor creciente de los inversores a que la crisis económica se acabe tornando recesión (como intuyen todos los indicadores), ha provocado que el principal indicador de la bolsa española, el Íbex 35, haya cerrado en negativo los últimos siete meses y haya retrocedido hasta un 41% en lo que va de 2008, un año que, salvo sorpresa favorable en este diciembre que acaba de arrancar, previsiblemente será el peor de su historia.

Así lo han advertido varias casas de análisis en sus informes, en los que vaticinan que la fortísima volatilidad que sacude los parqués previsiblemente se mantendrá hasta bien entrado 2009, al tiempo que no se arriesgan a predecir cuánto tiempo puede mantenerse la incertidumbre entre los inversores.

Y es que las bolsas siguen reaccionando con fuerza a la baja, tanto a las noticias negativas sobre la evolución económica como a las ayudas y planes que se plantean desde los gobierno y los organismos internacionales. Sin embargo, los expertos destacan que, en el actual escenario, los mercados siguen sin manifestar hacia dónde se moverán los próximos meses, si bien avisan de que la volatilidad continuará y pueden alternarse fuertes subidas con profundas caídas, principalmente a corto y medio plazo.

Así, el cierre de este año será, previsiblemente, el peor del selectivo español desde que fue creado en 1992. De los últimos 13 meses, el Íbex 35 sólo ha logrado cerrar con un balance positivo dos (abril y marzo, con subidas del 0,75% y el 3,99%, respectivamente).

Desde 1992 a 2007, las empresas cotizadas en ese índice dejaron de crear valor para los accionistas sólo en cinco años. en 1992 (por la devaluación de la peseta y la subida de tipos), en 1994 (por la crisis de la deuda tras el tequilazo) y en 2000, 2001 y 2002 (por el estallido de la burbuja tecnológica, los atentados del 11-S y la crisis económica añadida).

A sólo un mes de que cierre 2008, el peor año hasta ahora para el Íbex 35 había sido 2002, ya que las pérdidas se elevaron al 28,11% debido a la desconfianza que generó entre los inversores la crisis en Latinoamérica, las dificultades de la economía mundial para encauzar su recuperación, los escándalos contables y el temor a la guerra en Iraq. Las bajadas en 2000 fueron del 21,75%, y del 14,59% en 1994. En 2001 la caída fue del 7,82%, y en 1992 llegó al 9,94%. Por contra, las mayores subidas fueron las de 1993, del 54,2%, y las de 1996 y 1997, ya que llegaron al 41,9 y del 40,7%, respectivamente.

El último año que se cerró en negativo fue 2002, ya que desde entonces todos los ejercicios han sido positivos para el Íbex, con subidas anuales consecutivas desde el 28,17% de 2003 al 7,32% de 2007, llegando a lograr un 31,79% ciento en 2006.

Por si fuera poco, la bolsa española ha encadenado siete meses consecutivos de pérdidas por primera vez en su recorrido, al bajar en noviembre el 2,25% por los problemas del sector financiero y la entrada en recesión de la Eurozona y de potencias como Alemania y Japón. Todos se encomiendan ahora a la evolución de diciembre, aunque pase lo que pase no podrá enderezar el año.

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