España postula la propuesta de Navantia de los S-80 para sustituir los submarinos de la Armada de Canadá

El país norteamericano ha solicitado información a las constructoras navales interesadas sobre su sumergible candidato

El ministro de Economía trata cuestiones de seguridad y defensa con ministros del gobierno de Trudeau durante un viaje a Canadá

El diseño funcional de los buques logísticos de Navantia supera la revisión del Ministerio de Defensa británico

El submarino 'Isaac Peral' S-81, entregado a la Armada española en Cartagena.
El submarino 'Isaac Peral' S-81, entregado a la Armada española en Cartagena. / Edu Botella

Canadá ha solicitado a los constructores navales sus propuestas para la renovación de los submarinos de la clase Victoria de su Armada. Navantia, que aspira a formar parte del contrato con sus submarinos S-80, deberá remitir esta información antes del 18 de noviembre, requisito del país norteamericano para participar en el programa con el que pretende mantener su soberanía en el Ártico. El gobierno de España resalta las cualidades técnicas y tecnológicas de la oferta de la compañía pública durante una visita el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, al país norteamericano.

El sector de la Defensa, dentro del ámbito de la seguridad económica, es una de las cuestiones que precisamente ha tratado Cuerpo con los diferentes ministros del Gobierno de Justin Trudeau con los que se ha reunido en este viaje institucional. Ambos países han acordado negociar un plan de acción en materia de innovación. "Compartimos con Canadá grandes prioridades como es esa doble transición, la transición verde y la transformación digital. Pero también una agenda general de seguridad económica, como con todos los países avanzados y en particular con los países del G7. En este caso, en materia de seguridad económica hay elementos asociados, como por ejemplo al sector de la defensa y al sector de los minerales críticos", explica el ministro en declaraciones recogidas por EFE.

Una de las áreas identificadas como clave es el programa de reemplazo de la flota de submarinos de la Marina canadiense que supondrá que el Departamento de Defensa de Canadá adquiera entre ocho y doce buques en los próximos años, un proyecto para el que se postula la compañía pública Navantia, que con la construcción del S-80 ha incorporado a España al exclusivo grupo de países -Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Suecia, Rusia, Japón, China y Corea del Sur- con capacidad para diseñar y construir submarinos.

"Nosotros tenemos una empresa puntera como es Navantia, que está capacitada para poner sobre la mesa la solución que Canadá necesita. Estamos poniendo una oferta que se configura en términos técnicos como una oferta adecuada y que respetará todas las condiciones por parte de la Armada canadiense", señala Carlos Cuerpo, que se ha reunido con responsables de Navantia durante este viaje al otro lado del Atlántico.

El papel de los astilleros gaditanos

El contrato para hacer submarinos para la Armada de Canadá no es el único al que aspira Navantia. También India tiene abierto un programa para comprar seis sumergibles para su Marina. "Los submarinos convencionales (no nucleares) más avanzados del mundo", así vende la compañía española este producto desarrollado para la Armada española pero también con vocación de exportación. Aunque se trata de un programa vinculado a los astilleros de Cartagena, el papel de la factoría de la antigua Bazán en San Fernando es fundamental, al haberse encargado a través de la sección de Sistemas de los sistemas de combate y la dirección del lanzamiento de torpedos.

Se refiere el ministro de Economía a la propuesta de buque que la empresa española debe presentar antes del 18 de noviembre como requisito para participar en el programa de reemplazo de la actual flota de submarinos de la clase Victoria que opera la Armada canadiense en la actualidad. La intención, según adelantó ya el ministro de Defensa de Canadá, Bill Blair, es que el contrato de construcción se firme ante de 2028 y que las entregas de las unidades se inicien en 2035.

El responsable de Economía también destaca otras de las ventajas que puede aportar la oferta española para Canadá como la transferencia de tecnología "y posibles inversiones en materia de nuevos astilleros o también de elementos energéticos que vayan acompañando a estas construcciones, como por ejemplo la inversión eólica offshore, que es también de gran interés para las autoridades canadienses".

La visita de Cuerpo a Canadá busca estrechar las relaciones entre ambos países que "comparten valores, intereses estratégicos y una visión de seguridad económica". El país norteamericano es uno de los principales exportadores mundiales de materias primas críticas, tanto minerales como productos energéticos, además de ser uno de los socios claves de Europa para contribuir a la seguridad y resiliencia del continente.

En 2023, las exportaciones españolas a Canadá sumaron 2.164 millones de euros mientras que el país norteamericano vendió bienes y servicios a España por valor de 2.839 millones de euros. Este año, las exportaciones españolas entre enero y julio aumentaron un 8,1 % con respecto a las del mismo periodo de 2023, hasta 1.349 millones de euros. Además, destaca la presencia española en el sector de infraestructuras canadiense, en algunos casos liderando proyectos críticos de transporte, energía y sanidad, como la renovación del Hospital de Red Deer, el túnel bajo el río Fraser en la provincia de Columbia Británica, proyectos de ampliación del metro de Toronto o la construcción de puentes en Quebec. El valor total de los grandes proyectos en el que participan empresas españolas como ACS, Acciona, Ferrovial, Sener, CAF, Indra o Técnicas Reunidas superan los 24.000 millones de euros. Navantia se podría sumar a estas empresas españolas con intereses vinculados a Canadá.

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