Las empresas de coches de alquiler en Andalucía viven un verano por debajo de las expectativas iniciales

Las empresas de vehículos de alquiler en Andalucía se han visto obligadas a "echar el freno" empujadas por la gran incertidumbre económica de la población de cara al próximo otoño, la crisis de los microchips que está provocando un retraso en la entrega de muchos vehículos y una bajada importante del turismo internacional.

El verano "no está siendo malo" pero se sitúa por debajo de las expectativas iniciales, que eran "muy buenas", ha afirmado el presidente de la Asociación Empresarial de Coches de Alquiler de Andalucía (AECA), Félix Pinar.

La actividad de este sector, muy ligado al turismo, no alcanza todavía las cifras prepandemia, en parte porque aún no se ha recuperado la flota de vehículos que existía en 2019, lo que ha hecho que se vean "un poco limitados" en ese aspecto, ha explicado.

Actualmente están asociadas a AECA 87 empresas, que cuentan con entre 15.000 y 20.000 vehículos de alquiler en la comunidad, frente a los 30.000 coches que calcula que movían más de un centenar de compañías antes de la covid-19.

Escasez de vehículos e incertidumbre

En 2020, las empresas tuvieron que reducir su flota en un 70 % para "cancelar deudas" tras el impacto la pandemia en la movilidad. Cuando comenzó a reactivarse el sector, pudieron comprar algunos coches, pero los fabricantes se quedaron pronto sin estocaje por la crisis de los componentes, que se vio agravada por la guerra en Ucrania.

El tiempo de espera empezó a alargarse y las entregas se retrasan ya entre 8 y 12 meses, a lo que se une el encarecimiento de los vehículos y la "incertidumbre" económica sobre los próximos meses, lo que invita a la cautela porque "no sabes qué va a pasar", admite.

"En términos generales, todos hemos echado el freno" debido a los plazos de entrega "tan bestiales" y al aumento del precio de los vehículos, en torno a unos 4.500 euros de media. Tampoco ayuda la subida de los tipos de interés porque "la financiación es fundamental" para la adquisición de flota, ha apuntado.

Además, las empresas que pidieron créditos ICO tienen que "empezar a pagar ahora" estos préstamos, y el alza del precio de la gasolina impacta también en la demanda.

Ante esta situación, Pinar plantea como un "alivio" para estas empresas la petición al Gobierno de que baje el IVA que se aplica a los vehículos de alquiler del 21 % (el tipo general) al 10 % que tributa el sector turístico, al considerar que forman parte del mismo.

Menos antelación en las reservas

Este verano, las cancelaciones y retrasos de vuelos por huelgas y los problemas en algunos aeropuertos europeos han llevado a muchos turistas a no contratar servicios complementarios por "miedo a que se les cayera" todo lo demás, ha indicado.

Los empresarios del sector esperaban un mayor peso del turismo internacional, que es su principal clientela, fundamentalmente del Reino Unido, Irlanda y países nórdicos.

"Hemos hecho muchas devoluciones de alquileres de coches que ya estaban pagados", ha explicado Pinar, que ha observado también una menor antelación para los próximos meses: "los clientes no se fían". Pese a todo, espera que el próximo otoño sea "como mínimo igual que el año pasado".

La duración media de la reserva suele ser de una semana y, por volumen de demanda, destaca la Costa del Sol, que acapara un noventa por ciento gracias a su aeropuerto internacional y a la estación de tren de alta velocidad.