La empresa andaluza es más reacia a la innovación tecnológica
Sólo el 36% de las firmas de más de 10 trabajadores apuestan por avanzar en este apartado
El gasto en tecnología de las compañías es solamente el 5,5%
del total nacional
El gasto andaluz en I+D se desploma un 8% y regresa a niveles de 2006
El 'Informe económico Andalucía 2018', que publica la Consejería de Economía, incluye un análisis de la innovación en Andalucía –a partir de estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE)– que deja claras dos cosas, una ya muy sabida y otra quizás algo menos: que aquí es el sector público el que tira de la innovación y la empresa privada está bastante por detrás; y que la preferencia de la inversión privada no es la tecnología, sino los elementos no tecnológicos, es decir, nuevos métodos de mercado, de márketing o de organización.
Así, con datos de 2016, el gasto en tecnología de las firmas andaluzas con más de 10 trabajadores (el INE no recoge en su estadística las que tienen menos, que, por otro lado, son la inmensa mayoría) se sitúa en 759,3 millones de euros, sólo el 5,5% del nacional (13.857,5 millones), un porcentaje muy inferior al peso total de la economía andaluza en España (que está, más o menos, en el 13%).
En la región, además, cada compañía invierte en este concepto, de media, la mitad que en España: 443.341 euros frente a 880.624, según los cálculos de este periódico. Y ello es así en parte porque el porcentaje de empresas (10,9%, 1.712 en total) dobla en número al peso del gasto. Hay que tener en cuenta, como matiz, el efecto que ejercen Madrid y Barcelona como focos de atracción de grandes empresas, que a la postre suelen ser las que más innovan.
Mejor en innovación no tecnológica
Si atendemos al número de firmas innovadoras en total, es decir, si incluimos la inversión no tecnológica, Andalucía sale mejor parada. El retraso en este apartado no es tan grande: el número de firmas con esta condición se cifra, según el INE y esta vez se refiere al periodo 2014-2016, en 5.488, el 13,1% del total nacional, un peso ya bastante similar al de la economía, por detrás de Cataluña (9.282 empresas) y Madrid (7.607). Eso sí, si descendemos al tipo de innovación observamos que sólo el 35,9% se ocuparon de la tecnología y el 64,1% innovó en otros aspectos. A nivel nacional, las empresas que tocaron de una u otra manera la tecnología representaron el 44,2%, casi diez puntos más que en Andalucía. Casi el 30% (28,9%) realiza ambos tipos de innovación (tecnológica y no tecnológica) mientras que en el sur esa cifra se reduce al 23,6%.
Dentro de la inversión en tecnología el INE distingue entre procesos –métodos nuevos de producción desde el punto de vista tecnológico– y productos –lanzamiento al mercado de ofertas mejoradas– y, en este sentido, las empresas andaluzas tienden más a hacerlo en lo primero. Así lo hicieron entre 2014 y 2016 más de la mitad (53,4%), mientras que el 25,5% se centraron en el producto y el 21,1% restante combinaron ambos tipos de innovación. En España es precisamente este último apartado el que sube mucho con respecto a Andalucía (procesos y producto juntos), con el 30%, y consecuentemente el peso es menor en procesos (47,6%) o producto (22,4%) en exclusiva.
En lo que respecta a la innovación no tecnológica, el 48,5% se dedicó en exclusiva a la organización, el 11,7% a la comercialización de productos y el 39,8% a ambas. En este apartado las diferencias con la media española son mínimas.
Seis de cada diez euros son públicos
Ya más en general, y referido a 2017, el informe de la Junta de Andalucía recoge que el 62,7% del gasto en I+D (innovación y desarrollo tecnológico) en Andalucía (1.422 millones de euros) corresponde al sector público (55,1% en España y 34,2% en la Eurozona). El esfuerzo total con respecto al PIB en Andalucía es del 0,92%, inferior al 1,20% español y el 2,17% europeo y la causa está en la menor pujanza del sector privado, ya que el gasto de I+D del sector público andaluz en términos de porcentaje PIB es muy similar al español y al europeo. Llama la atención el enorme peso de las universidades en Andalucía: más del 40% del gasto les corresponde a ellas, porcentaje que baja a menos del 30% en España y del 20% en Europa.
Trabajadores dedicados a la I+D
En Andalucía, el número de trabajadores dedicados a la I+D se situaba, a fecha de 2017, en 24.439 equivalentes a tiempo completo, el 11,3% del total de España (215.713 personas). Igual que sucede con el gasto, el peso del sector público en este apartado es muy grande, y específicamente el de las Universidades. El 46,6% del total de trabajadores de la I+D en el sur están vinculados a la enseñanza superior, frente al 36,7% español y sólo el 28,1% en el conjunto de la Eurozona.
La diferencia se hace aún mayor si consideramos el número de profesionales ligados al sector privado: en este caso, en Andalucía son el 31,7% del total, en España el 44,6% y en la zona del euro el 58,4%. Y si tomamos la administración pública, sin contar las universidades, la secuencia tiene toda la lógica: 21,7% en la región, 18,7% a nivel nacional y 13,5% a nivel europeo. El informe de la Junta también deja constancia de dos aspectos más: el 40,5% del personal de I+D enAndalucía es mujer, tres puntos por debajo de su representación total en el mercado (43,1%); y la mayor parte de los empleados se dedica a la investigación básica, el 57%.
Avance considerable en 30 años
Pese a que aún el retraso es importante, sobre todo en lo que atañe al sector privado, el avance ha sido muy considerable en el largo plazo. El informe se fija en los últimos 30 años y concluye que en Andalucía el gasto en I+D total se ha multiplicado por 13,4 en la región, por 10,1 en España y por 3,8 en la Eurozona.
Andalucía ha pasado en este periodo de representar el 7,7% del gasto total al 10,1% en 2017. Hay que diferenciar dos etapas: de 1987 a 2007 y de 2007 a 2017. En los últimos diez años, el gasto en I+D sobre el PIB ha descendido en Andalucía, del 0,99% al 0,92% y también en España (del 1,23% al 1,20%), aunque en menor medida.
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