Ninguna empresa andaluza emitió bonos en el primer lustro del MARF

Beka Finance estima que unas cien compañías de la comunidad podrían acudir a financiarse en este mercado

Federico Silva, socio director de Renta Fija de Beka Finance. / M. G.

Madrid/La empresa andaluza apenas ha hecho uso del Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), pese a ser una opción que está ayudando a muchas compañías medianas en España a lograr financiación complementaria no bancaria y que resulta singularmente atractiva para empresas que estén en un proceso de expansión o quieran desarrollar una inversión concreta.

El MARF nació hace un lustro, precisamente en un momento –finales de 2013– en el que los bancos restringían mucho el crédito. En estos cinco años sólo una compañía andaluza, que además es cotizada, Grupo Insur, ha hecho uso de este mercado, en su caso para una emisión de pagarés. Ninguna empresa andaluza ha emitido bonos.

Beka Finance, la sociedad que colaboró con Insur, junto al Banco Sabadell, en esa colocación de pagarés por valor de 35 millones, ha estudiado el empresariado andaluz y concluye que en la comunidad autónoma hay entre 75 y 100 empresas que son potencialmente adecuadas para emitir bonos para lograr financiación para su crecimiento o el desarrollo de proyectos o líneas de negocio.

Federico Silva (Madrid, 1967), socio director de Renta Fija de Beka Finance explica que decidieron estudiar las posibilidades que el MARF tiene en Andalucía por un doble motivo que pese al peso de su PIB en todo el país –es la tercera economía de España–, la empresa andaluza había hecho un uso muy escaso de este mercado.

“Andalucía tiene un porcentaje superior al 13% del PIB nacional y ello no se corresponde con este escaso uso del_MARF, que ha sido nulo para emitir bonos”, reflexiona Silva para este periódico.

Las empresas andaluzas que podrían encontrar en el mercado financiación extrabancaria son aquellas, a juicio de Beka Finance, que tiene un Ebitda en el entorno de los 10 millones de euros y una deuda que no sea mayor del triple de ese beneficio antes de impuestos. Esa primera condición la cumplirían ese centenar de empresas detectadas por Beka Finance.

“Esas empresas pueden encontrar en el mercado de bonos, y por supuesto en el MARF, una diversificación de sus fuentes de financiación, algo que ahora es más relevante por el proceso de concentración bancaria que en los últimos años estamos viviendo en España”, afirma Silva, que añade una segunda ventaja: alargar vencimientos. El mercado bancario está castigando, fruto de las directivas europeas el consumo de capital, lo que está provocando que a los bancos les esté costando mucho prestar a largo plazo.

Además, usar este modelo de financiación permite lograr cantidades importantes a siete o diez años. Las emisiones de bonos que se están desarrollando en el MARF están en el intervalo de los 75 a 100 millones de euros, aunque la mínima ha sido de 21 millones.

El bono permite tener el vencimiento de todo el principal al final de la vida del bono, frente a los préstamos bancarios que obligan a ir devolviendo en los primeros años de vida de la operación. “Esta característica la hace idónea para el crecimiento de empresas, bien sea mediante adquisición de otras, bien sea interno”, recalca Silva.

El coste financiero de los bonos sí es algo más alto para compensar las ventajas de un mayor plazo y el vencimiento bullet (al final del plazo acordado). El cupón, que sí se paga año a año, dependerá de cada caso particular, pero desde Beka Finance señalan que una empresa que se financie a tipo fijo con los bancos, en un plazo de dos tres años, pagaría un interés del 2%, mientras que a siete años en bonos sería del 4,5%, aunque hay que tener en cuenta que si lograse del banco un plazo equivalente el interés sería aproximadamente del 4% y amortizando desde el principio, por lo que el coste es similar.

Esta financiación no exige ser empresa cotizada, aunque ayuda, pero sí tiene algunos requisitos de transparencia: “Tener rating es muy recomendable” para las empresas que acudan al_MARF, aclara el directivo de Beka Finance, quien añade: “La cuestión de fondo es que además de financiar el circulante, que para eso la banca cumple su función, los bonos son un instrumento óptimo para financiar el crecimiento propio o las adquisiciones, y en un mercado en el que los grandes bancos han quedado reducido a cuatro o cinco”.

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