El efectivo sigue siendo el medio de pago preferido por los españoles
Un estudio del BCE sobre las actitudes de pagos de los consumidores muestra el descenso de esta tendencia, marcada por el aumento de las compras 'on line' y la extensión de la digitalización.
Los pagos en efectivo entre particulares descienden un 20% en tres años
España, el país europeo en el que más ha crecido el pago 'contactless'
Sevilla/El efectivo sigue siendo el medio de pago más utilizado en España en 2022 para las compras en comercios físicos y los pagos entre particulares, pero se observa una disminución con respecto a 2019.
Ésta es la principal conclusión de un estudio sobre las actitudes de pagos de los consumidores de la zona euro (Space, por sus siglas en inglés) elaborado por el Banco Central Europeo (BCE), una encuesta realizada por primera vez en 2019 y que se ha vuelto a elaborar este año. Un periodo, a su vez, marcado por la pandemia de Covid-19, lo que ha favorecido la expansión de la digitalización en todos los ámbitos de la sociedad, acelerando esta tendencia.
En lo que se refiere a pagos no recurrentes, los resultados obtenidos para España revelan una aceleración en la reducción del uso del efectivo, una tendencia que se asocia al cambio de hábitos tanto en las compras de los consumidores, con la reducción de las compras en los comercios físicos y el aumento on line, como en los de pago, con el mayor uso de medios de pago digitales. Y es que los españoles están aumentando el volumen de compras que efectúan a través del comercio on line: en 2022, el 80% de los pagos no recurrentes se realizaron en comercios físicos, casi un 7% menos que en 2019. Las compras on line aumentaron casi en las misma proporción, hasta el 16%.
Los consumidores también están aumentando el número de pagos realizados con medios digitales, tanto en las compras en comercios físicos como en los pagos entre particulares. Aunque en el primer caso se siguen realizando mayoritariamente en efectivo, se aprecia su disminución con respecto a 2019: el porcentaje de compras con efectivo se ha situado este año en el 66%, frente al 83% de antes de la pandemia y, por lo general, se emplea para compras de menor importe (22,6 euros de media para el efectivo frente a los 38 del pago con tarjeta).
La tarjeta bancaria se sitúa como el segundo medio más usado, interviniendo en el 28% de las compras (un 13% más) y aglutinando el 37% del importe total de los pagos. Pero sin duda un aspecto a destacar es la evolución de los pagos con aplicaciones móviles, que ha pasado de ser un método residual en 2019 a representar el 3,7% de los pagos totales en comercios físicos este año.
Por grupos de edades, los mayores utilizan el efectivo con mayor intensidad: es la opción principal en el 70% de los casos para quienes superan los 55 años, mientras que en los menores de 40 cae hasta casi el 60%. No obstante, con respecto a 2019, la reducción del uso del efectivo se produce en todos los grupos en favor de la tarjeta bancaria, un hecho que también indica que el proceso de digitalización no es ajeno a parte de este segmento de la población.
En lo que respecta a los pagos entre particulares, el 71% de ellos se realizan en efectivo, casi 20 puntos menos que en 2019. Este descenso estaría relacionado con la mayor facilidad para realizar este tipo de pagos de forma digital gracias a nuevas formas pago, como Bizum. Así, se observa un aumento de los pagos con aplicaciones móviles y mediante transferencias bancarias, que alcanzan el 13 y el 8,5% respectivamente.
Por otro lado, los usuarios se siguen decantando de forma mayoritaria, concretamente un 77,5%, por las domiciliaciones para realizar sus pagos recurrentes, aquellos de frecuencia fija como alquiler o hipoteca, suministros, impuestos, seguros... Muy por detrás quedan el pago con tarjeta, usado sobre todo para abonar suscripciones e impuestos, y el uso del efectivo, marginal en este caso.
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