Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
La economía andaluza crecerá este año un 2,4%, una décima menos que la media española, impulsada por la industria de bienes de consumo, el turismo y la recuperación de la producción agrícola, según las Previsiones para las CCAA 2024 presentadas por Funcas. El año pasado el crecimiento del PIB regional fue del 2,3%, dos décimas por debajo de la media nacional.
En cuanto al empleo, los analistas apuntan que aumentará en términos de la EPA un 3% y la tasa de desempleo se reducirá desde el 18,2% de 2023 hasta el 16,6% de media anual. Con ello, el diferencial en relación con la media nacional (11,2%) mantiene una senda descendente, pese a que la tasa de paro de la región sigue siendo la más elevada de España.
Respecto al resto de comunidades, el informe refleja que Islas Baleares (3,5%), Canarias (3,2%) y Madrid (2,6%) son las que más crecerán este año, todas por encima de la media nacional, seguidas de cerca por Aragón (2,5%) y Cataluña (2,5%). En el extremo opuesto, Asturias y La Rioja registrarán el menor crecimiento del PIB, ambas con un 1,9%.
El director general de Funcas, Carlos Ocaña, ha explicado que “estas previsiones son consistentes con la senda de crecimiento sostenido de la economía española, liderado por los sectores exportadores y los servicios de mercado", una pauta que se refleja en la evolución de las comunidades autónomas.
Así, el avance del PIB regional en 2023-2024 depende de cuatro factores principales. En primer lugar, el elevado peso del turismo, que explica que Baleares y Canarias lideren el crecimiento, y que otras, como Andalucía (2,4%), se acerquen a la media pese al relativamente débil comportamiento de los sectores no turísticos.
Otro factor diferencial es la presencia de un sector de servicios de mercado competitivo –sobre todo en el segmento de servicios a empresas- capaz de aprovechar el auge de las exportaciones de estos productos, así como la demanda procedente de los fondos europeos. Este es el caso de Madrid, Cataluña, Navarra y País Vasco.
La presencia de una industria potente de bienes de consumo, y del sector automotriz en particular, es también una ventaja teniendo en cuenta las pautas esperadas de crecimiento. Algunas de las comunidades antes mencionadas, así como Aragón, Castilla y León, Galicia y, tras un periodo de ajustes, Comunitat Valenciana, podrían ser las más beneficiadas a este respecto.
A la inversa, la dependencia del consumo público, de productos energéticos como los derivados del petróleo, o de actividades agrícolas afectadas por la climatología pueden frenar el crecimiento en algunos casos.
Con carácter general, se estima que todas las comunidades habrán recuperado este año el nivel de PIB prepandemia. Igualmente, aunque no es un proceso generalizado, se percibe una cierta convergencia entre regiones, que “se produce en general como consecuencia de incorporar más fuerza laboral (elevando la tasa de ocupación) y no por un aumento de la productividad en las más rezagadas”, ha precisado Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas.
El mercado laboral, por su parte, continuará la senda positiva durante el actual ejercicio. Desde principios de 2021 hasta junio de este año, la afiliación se ha incrementado un 13,6%, y el número de ocupados en términos de EPA un 10,4% (comparando, en este último caso, los primeros trimestres de 2024 y 2021). Este buen comportamiento del mercado laboral se percibe, en mayor o menor medida, en todo el país.
Todo ello ha permitido que la tasa de paro en términos de EPA se sitúe por debajo de los niveles anteriores a la pandemia en todas las comunidades (salvo Navarra, donde ya era relativamente bajo, con una comparación del primer trimestre de 2024 con el mismo periodo de 2019).
En 2023, la tasa de paro había descendido del doble dígito en ocho comunidades y la previsión para 2024 es que lo haga en 10: Aragón, País Vasco, Cantabria, La Rioja, Baleares, Cataluña, Galicia, Castilla y León, Madrid y Navarra. Por otra parte, el paro ha tendido a reducirse de manera más acusada en las comunidades con más desempleo, como Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha y Extremadura, apuntando a un proceso de convergencia en términos de empleo.
Con todo, el desempleo estructural sigue siendo uno de los principales desequilibrios en la mayoría de los territorios. El cambio demográfico ha incidido de manera importante en el mapa autonómico. Desde 2021, el número de habitantes ha aumentado en casi todas las comunidades debido la inmigración extranjera. Su relevancia se refleja en el incremento generalizado de la población activa registrada en los últimos dos años, gracias a la incorporación de mano de obra foránea.
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