La economía alemana desafía la crisis de la eurozona y aumenta un 0,3%
El crecimiento experimentado por Alemania es más de lo esperado y según los analistas se debe al comercio exterior y el consumo interno.
Berlín/La economía alemana desafió la crisis que atenaza a gran parte de la eurozona con un crecimiento en el segundo trimestre del año mejor de lo esperado, al tiempo que Francia sigue estancada, según arrojan las cifras del segundo trimestre que se han dado a conocer. Tras un comienzo de año inesperadamente robusto, la economía alemana perdió dinámica en el segundo trimestre del año para crecer un 0,3 por ciento respecto a los primeros tres meses, según las cifras preliminares de la Oficina Federal de Estadísticas. El crecimiento fue sin embargo mayor de lo esperado por los analistas, que auguraban un aumento del 0,2 por ciento. En el primer trimestre, el producto interior bruto (PIB) de Alemania había aumentado un 0,5 por ciento.
Los principales impulsos provinieron del comercio exterior y el consumo interno, que compensaron una caída en las inversiones sectores claves como el de maquinaria, señala la información. Las exportaciones se incrementaron a un mayor ritmo que las importaciones, mientras que el consumo interno se ubicó en el mismo nivel del primer trimestre del año.
"Los últimos datos del PIB son notables por no decir impresionantes", valoró Andreas Rees, economista jefe del banco italiano UniCredit. "Una vez más, la economía alemana ha conseguido un rendimiento muy superior a las (restantes) de la eurozona". La publicación de los datos del crecimiento alemán coincidió con la de las cifras de Francia, que revelaron que la segunda economía europea se estancó por tercer trimestre consecutivo.
Pese a la buena noticia para Alemania, otros datos importantes advierten que las perspectivas se ensombrecen. La producción industrial se contrajo nuevamente en junio, mientras que las exportaciones sufrieron un frenazo y los pedidos industriales se redujeron más de lo esperado. Las órdenes industriales dentro del país y de los socios de la eurozona castigados por la crisis también cedieron. Sólo pudieron compensar parcialmente estas pérdidas más pedidos del extranjero. La confianza empresarial cayó en julio al nivel más bajo de los últimos 28 meses, mientras que el desempleo aumentó por cuarto mes consecutivo.
"Las perspectivas de momento para la economía alemana son modestas y conllevan considerables riesgos", señala en su último informe mensual el Ministerio alemán de Economía. En términos desestacionalizados, el aumento del PIB germano fue de 1,0 por ciento comparados con el mismo período de 2011. Para todo el año, el gobierno alemán prevé un crecimiento de 0,7 por ciento mientras que el Fondo Monetario Internacional pronostica un aumento de 1,0 por ciento del PIB. Tras la publicación de las cifras del PIB, el euro avanzó un 0,2 por ciento a los 1,2364 dólares.
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