El desplome inmobiliario lleva a Roca a cerrar su segunda fábrica
Crisis económica
La empresa justifica el cese de la actividad en la planta de Alcalá de Guadaíra por la caída de las ventas. Casi 300 trabajadores directos e indirectos se verán afectados.
Aún no han pasado tres años del cierre de Cerámicas Bellavista cuando la multinacional Roca ha anunciado el cese de la actividad en la única fábrica que mantenía en Sevilla, la de Alcalá de Guadaíra. Los trabajadores afectados por esta decisión son 228, según la empresa, aunque el comité que representa a los empleados eleva la cifra a los 300 si se incluye a los prejubilados y a los de las subcontratas. La bajada de las ventas como consecuencia del desplome de la construcción y las malas previsiones para 2013 están detrás de este cierre, una justificación que no convence a los sindicatos.
Para algunos fue un "jarro de agua fría" y para otros algo "esperable". Roca comunicaba a media tarde de este martes el cierre de las plantas de Alcalá de Guadaíra, que supone la extinción de 228 puestos de trabajo, y la de Alcalá de Henares, en Madrid (258 empleados). Mientas que la decisión conlleva en la fábrica sevillana el cese total de la actividad, en la madrileña sólo es parcial, ya que se pondrá fin a la producción de porcelanas sanitarias y se mantendrá la de bañeras y el centro logístico. Las razones para estos cierres son las mismas que se expusieron cuando a finales de 2008 se anunció la misma medida en la planta de Bellavista: la caída de las ventas.
En una nota enviada por la empresa se recuerda que hace tres años se solicitó un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que se aplicó en 2010. Sin embargo, esta medida no ha sido suficiente, motivo por el cual se ha optado por el cierre de las dos plantas. "En el mismo [refiriéndose al ERTE] se contemplaban unos escenarios de recuperación de la economía y del sector que, lejos de cumplirse, han empeorado". En este sentido, la dirección cuantifica en un 41% la caída de las ventas desde 2009, porcentaje que llega al 68% si se parte desde 2006. Este descenso ha provocado que la producción de las plantas de Roca se encuentre sólo al 30% de su capacidad y que la rotación de existencias -los stocks- alcance los 160 días, el triple del tiempo de almacenaje de años anteriores.
El panorama, según la empresa, lejos de mejorar tiende a empeorar, por lo que no se trata de un problema coyuntural. Tanto es así que las estimaciones que la dirección baraja para 2013 prevén que las unidades fabricadas duplicarían a las que se vendan.
El motivo alegado para el cierre de estas dos plantas (en las otras nueve que posee en España continuará la actividad) es la "falta de versatilidad" que ambas presentan, ya que según la dirección sólo "pueden cubrir hasta un máximo de entre el 22% (Alcalá de Henares) y el 28% (Alcalá de Guadaíra) del total de referencias que se fabrican en el país". En concreto, la planta sevillana está especializada en la producción de cisternas e inodoros.
Vídeo: Juan Carlos Vázquez
El comité de empresa de la fábrica sevillana desmiente los argumentos de la dirección. Su presidente, Juan Miguel Cueva, refiere a Diario de Sevilla que "lo de ayer era un encuentro rutinario más. No nos esperábamos la decisión, ya que la plantilla está sometida ahora a un expediente de regulación temporal de empleo, por el cual no nos reincorporábamos a nuestros puestos hasta el 7 de enero, sólo permanecen activos los servicios de mantenimiento. Lo han ideado todo para cogernos fuera de juego". Según Cuevas, no tiene sentido este cierre cuando Roca abrió hace dos meses su segunda fábrica en Brasil.
"Esto es una auténtica estafa. La empresa no deja de abrir fábricas en países como la India, Marruecos o Portugal, con una mano de obra más barata que aquí en España, por lo que ahorra costes en la producción", afirma el presidente del comité, quien destaca el "drama familiar" que supone esta decisión para los casi 300 empleados de la planta de Alcalá de Guadaíra. "Aunque la dirección diga que son 228, a ellos hay que sumar los prejubilados y los empleados mediante subcontratas", añade Cuevas. La situación es más grave si se atiende a la edad media de la plantilla: entre 45 y 50 años. "La mayoría tenemos cargas familiares y con esa edad es difícil lograr una nueva inserción laboral, sobre todo cuando se ha entrado a trabajar en esta fábrica con 20 años".
La última planta que posee Roca en Sevilla cuenta con casi 60 años de historia. El comité de empresa asegura que al mes se fabrican una media de 55.000 piezas cerámicas, "por lo que se trata de una de las plantas más productivas de España, pese a que lo desmienta la empresa". Cuevas también refuta la explicación de la dirección sobre los resultados económicos: "Roca logra al año unos beneficios de 20 millones de euros, por lo que el cierre carece de lógica".
Francisco Santiago, representante de CCOO en el comité de empresa de la planta sevillana, va más allá en las acusaciones y reprocha a la dirección de Roca seguir una política económica basada en "lucrarse en paraísos fiscales, porque no tiene lógica que hace pocos años abriera una fábrica de grifería en Suiza, donde el salario mínimo interprofesional triplica al español". A la espera de la reunión prevista para el jueves entre los comités de todas las fábricas españolas y la empresa, los representantes de los trabajadores de la planta sevillana ya anuncian movilizaciones para "evitar el cierre".
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