No habrá desabastecimiento de cerveza en España

Los fabricantes destacan el elevado peso de la producción nacional (el 90% de las ventas) y confían en recuperar sus niveles de ingresos pre-covid para finales de 2022.

En la Feria de la Cerveza Artesana de Bormujos estarán presente varias marcas de cervezas artesanas de la provincia de Sevilla.
Una jarra de cerveza en una barra. / Europa Press
Efe

04 de noviembre 2021 - 09:22

Los fabricantes españoles de cerveza descartan que haya problemas de abastecimiento en el país debido al elevado peso de la producción nacional, que supone el 90% de las ventas, y confían en recuperar sus niveles de ingresos pre-covid para finales de 2022.

Así lo avanza en una entrevista, el director general de la patronal Cerveceros de España, Jacobo Olalla, quien resta importancia al impacto en el sector del colapso del sistema internacional de transporte, al contrario de lo que ocurre en bebidas como los espirituosos o los vinos, donde ya se están registrando algunas dificultades. "En nuestro caso puede haber un problema coyuntural en alguna marca concreta, pero la gran diferencia es que el 90% de la cerveza que se consume en España se produce en el país", argumenta.

Por el momento, esas tensiones en la cadena de suministro tampoco han afectado a las exportaciones españolas de cerveza, de acuerdo con sus datos, y las dificultades se concentran en todo caso en enseñas de importación.

Olalla asegura que tampoco hay mayores contratiempos con las materias primas, pese a su notable encarecimiento: "Quitando algo de lúpulo, casi toda la cebada malteada, el maíz y el arroz que utilizamos se producen también en España".

No obstante, el responsable patronal incide en que la situación no se agravará si se trata de un tema coyuntural que se resuelve a corto plazo, pero podría hacerlo si adquiere un carácter estructural.

Las ventas crecen, pero siguen por debajo de 2019

Preguntado por la recuperación del sector tras la crisis sanitaria provocada por la covid-19, el director de Cerveceros reconoce que existe "optimismo" y que ya notan mejoría respecto al pasado ejercicio, pero aun así cerrarán 2021 con menos ingresos que en 2019. "El último trimestre de este año va a ser bueno, sobre todo comparado con el de hace un año, que fue un horror. Pero no son los meses más fuertes para la cerveza", recuerda Olalla en alusión a que es una bebida cuyo pico de ventas se produce en verano y con calor.

Según sus cifras, entre enero y septiembre de 2021 las ventas de cerveza en hostelería se situaron entre un 25 y un 30% por debajo de las que había antes de la pandemia, reflejo de que la recuperación de bares y restaurantes todavía no es completa.

De hecho, los fabricantes de cerveza se situaron entre los principales damnificados por el cierre de la hostelería debido a la covid-19 y por las restricciones, ya que este canal representaba el 70% del consumo en volumen y el 82% de los ingresos.

Todavía no manejan previsiones sobre cómo se repartirá ese mix de mercado entre las ventas en bares y en el supermercado una vez superada la crisis sanitaria, pero insisten en que en la hostelería los márgenes de beneficio por cada litro vendido son sensiblemente superiores. "Hay muchas ganas de salir, pero el consumo en la hostelería depende de la percepción del consumidor y ya detectamos que la renta disponible está cayendo y la inflación no deja de subir, el aumento de los precios puede afectar mucho. La gente seguirá tomando cerveza, pero más en casa", pronostica Olalla.

Otro factor clave de cara a conseguir regresar a los niveles de venta pre-covid es cuándo volverá el turismo internacional: "Recibíamos casi 90 millones de personas y el 60% venían de países de gran tradición cervecera, con altos consumos per cápita, como Alemania o Reino Unido".

El responsable patronal admite que también afecta al sector el cierre de bares y restaurantes -se calcula que en el último año y medio bajaron la persiana entre un 10 y un 20% de los casi 300.000 establecimientos registrados en España-, y percibe un mayor impacto en los chiringuitos y los locales de temporada que abren sólo en verano.

En este contexto, Olalla exige a la Administración estabilidad, considera que no es el momento de elevar la presión fiscal y alerta de que cualquier subida de impuestos que acabe afectando al consumo "retrasará la recuperación y perjudicará el empleo".

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