Oficina del Servicio Andaluz de Empleo
Oficina del Servicio Andaluz de Empleo / Archivo

Asegura el Ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que la economía española crecerá en 2025 por encima del 2,4% por el tirón del consumo y la inversión, mientras que otros expertos en economía con Gustavo Martínez, asesor financiero y profesor de Finanzas en la Universidad Francisco Marroquín, apunta a que "Europa lo va a pasar mal en 2025". ¿Crisis económica o recuperación? Esto es lo que está ocurriendo realmente en España.

Según un exhaustivo análisis por parte de varios investigadores del Real Instituto Elcano, "la economía mundial encara el año 2025 con un crecimiento robusto, pero con una elevada incertidumbre y numerosas amenazas". La victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU amenaza con intensificar las tensiones comerciales, aumentar el déficit fiscal y desestabilizar mercados financieros, con Andalucía frente a los aranceles de Trump. En la UE el débil desempeño de Alemania y Francia sitúa a España en una posición de privilegio debido al dinamismo de sus exportaciones y el empleo, aunque también es cierto que siguen enfrentándose a retos estructurales a medio y largo plazo y podría verse afectada en el corto plazo por las tensiones geoeconómicas y la débil marcha de Alemania y Francia.

El crecimiento económico de España se asienta en las exportaciones, la mejora en los datos de empleo y el consumo público

El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que la economía mundial crezca en 2025 al 3,2%. En España prevé un crecimiento del 2,3% en 2025 y 2% en 2026 y su sostenibilidad dependerá en buena medida de la capacidad del gobierno para poner en marcha reformas que aumenten la productividad y mejoren el funcionamiento del mercado interno inmersos en este contexto de fragmentación parlamentaria y polarización política.

Porque hasta el momento, el crecimiento económico de España se ha asentado sobre tres pilares: exportaciones, empleo y consumo público. Un ligero cambio estructural de la economía española ha reducido su vulnerabilidad ante posibles turbulencias financieras. El empleo, a pesar de los últimos datos de enero, ha mostrado un comportamiento muy sólido, y se están consiguiendo elevadas tasas de ahorro de los hogares.

La demanda interna y las clases medias

Así, para el año 2025 las previsiones de crecimiento del PIB para la economía española son también sólidas, superiores al 2%, pero con una lógica ralentización respecto al año 2024. No podemos hablar ni de recuperación ni de crisis. Otro analista, como Daniel Lacalle, no cree que venga una gran crisis en el año 2025 pero advierte de que es obligatorio vigilar la evolución del consumo público, para garantizar que el incremento registrado en los últimos años no pase a ser de naturaleza estructural, coincidiendo así con los técnicos de Elcano en que la todavía elevada tasa de desempleo y la temporalidad en el sector público son grandes retos que deberán continuar atajándose.

Por último, en el terreno comercial, es necesario seguir cuidando los mercados externos, aunque la demanda interna sea la que mueva la economía española. Con los bancos centrales muy expansivos, con fuerte aumento de liquidez neta en 2025 (hasta el triple, según Financial Times, Bank of America y Goldman Sachs), alcanzando un máximo en septiembre, el frente más negativo sostiene que aumenta el empobrecimiento de las clases medias porque "se reduce el poder adquisitivo de las monedas, se imprime más dinero y se disfraza el PIB, pero la actividad industrial y de las pymes sigue empobrecida".

stats