La crisis castiga a las variedades de aceituna de mesa más tradicionales
Las emblemáticas manzanilla y gordal pierden superficie año a año. La hojiblanca, que puede destinarse a aceite y es más barata, gana terreno.
Las variedades más emblemáticas y más características de la aceituna de mesa -las que se destinan casi exclusivamente a su consumo y no a la producción de aceite- están en retroceso. La manzanilla y la gordal, que son propias sobre todo de la provincia de Sevilla, pierden peso con respecto a la hojiblanca, que también se envía a molino para fabricar aceite. Según los datos de la Agencia del Aceite de Oliva, la producción de esta última variedad ha alcanzado en las dos últimas campañas el 49% y el 48% del total, y en la que acaba de comenzar puede superar ya el 50%. Además, la encuesta de superficies del Ministerio de Agricultura refleja que el olivar que se destina exclusivamente a aceituna de mesa ha perdido 8.400 hectáreas [ver tabla] y la de doble aptitud (para mesa y molino) ha ganado 30.000.
¿Por qué pasa esto? Hay varias razones. La recolección de la hojiblanca está mecanizada. Las de gordal y manzanilla no, "ya que tienen un rabillo largo que no favorece que se desprendan del árbol", afirma José Vázquez, técnico de Asaja-Sevilla. El productor de hojiblanca suele seleccionar el mercado, además: el de la aceituna de mesa o el del aceite, con lo que puede elegir precio. Y, finalmente, la presión a la baja de los precios por parte de industria y distribución ante la caída del consumo -sobre todo el interno- ha terminado por dar la puntilla a los que producen y venden más caro. El precio de la hojiblanca arrastra al resto, y eso hace que gordal y manzanilla sufran. "El coste medio de la manzanilla es de 0,72 euros el kilo y se vende a 0,50", afirma José Vazquez. Antonio Rodríguez, responsable de aceituna de mesa de COAG Andalucía, cree que las escasísimas perspectivas de producción de esta campaña -por todo lo anteriormente mencionado- ya está propiciando que en algunos casos se venda bastante por encima de costes.
Pero los productores, afirma Vázquez, están desanimados, no se fían. No sólo se han abandonado explotaciones sino que "muchos olivareros se cuestionan recoger el productos y en cualquier caso dejan la aceituna en la parte de arriba del olivo porque no compensa tener a un trabajador recogiendo subido a una escalera".
Ante la situación de estas dos variedades, el sector productor va a lanzar una ofensiva para lograr resucitar una reivindicación antigua: la denominación de origen para la manzanilla y también para la gordal. El objetivo es, sobre todo, poner en valor la calidad de estas dos variedades, consideradas de mayor calidad, más finas, y más aptas para el relleno con anchoas o pimientos del piquillo. La idea, de la que participan la Fundación para la Promoción de la Aceituna de Mesa, Asaja-Sevilla, COAG y grupos de desarrollo rural, es constituir una asociación que haga de lobby. Según Asaja y COAG, la industria agrupada en Asemesa no es muy partidaria. "No se atreven a decir que no pero tampoco están del todo convencidos", afirma José Vázquez. Antonio Rodríguez cree que será suficiente con reunir al 50% del sector para obtener la autorización de la UE, pero desde Asaja se opina que "sin la industria envasador no se podrá hacer". Detrás de esta aspiración está la reivindicación de la calidad: "Nos estamos equivocando. El mercado mira sólo al corto plazo, el producto se banaliza y los olivareros abandonan los olivares; al final cogeremos cualquier aceituna de cualquier país", concluye Rodríguez.
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