Los concesionarios de automóviles prevén volver a abrir entre el 4 y el 11 de mayo
La patronal Faconauto pide incentivos a la compra para todas las tecnologías, incluidas gasolina y diésel
Los concesionarios de automóviles, que emplean a 161.500 personas en España, tienen la previsión de volver a abrir entre el 4 y el 11 de mayo, según ha confirmado a este periódico el presidente de la patronal Faconauto Gerardo Pérez. Evidentemente, esto estaría supeditado a que todo fuera bien: es decir, a que la pandemia estuviera controlada y se permitiera una cierta movilidad al ciudadano.
"Si la gente no puede moverse, no tiene sentido estar abiertos, todo estaría supeditado a eso", afirma Pérez, que cree esencial para la salida de la crisis que, con el turismo parado probablemente por meses, un sector "que mueve el 10% de PIB" esté activado lo antes posible.
Para estar listos para ese momento, los concesionarios, junto a los fabricantes de Anfac y los proveedores de componentes agrupados Sernauto, han acordado un protocolo de seguridad con CCOO y UGT "que pretende servir de ejemplo para el resto de sectores".
En el caso de los concesionarios, que reciben a millones de clientes todos los años, se higienizaran las instalaciones por completo, se tomará la temperatura a todo el que entre y se proveerá de guantes y mascarillas a empleados y clientes. Este mismo proceso se repetirá con los vehículos de prueba, "que estarán totalmente higienizados". "La idea es que el cliente tenga las mismas medidas de seguridad que aplicaría él si estuviera en casa", ejemplifica.
Un drama económico
Más de 150.000 trabajadores en ERTE, 200.000 vehículos sin vender por el estado de alarma. 3.500 millones perdidos ya y una caída de la facturación de aproximadamente un 30% en 2020 respecto a los 46.000 millones de 2019 (6.000 millones en Andalucía). Pérez considera que, aunque es imposible salvar el año, sí es fundamental ir recuperando la actividad en el periodo mayo-diciembre y para ello es imprescindible, afirma, "poner en marcha planes de dinamización del mercado, una especie de 'doping' que será necesario para el correcto funcionamiento de la economía", en un momento, repite, en el que el sector del automóvil puede ejercer de motor, tanto industrial como de consumo.
Para ello, la patronal Faconauto reclama algo similar a los extintos plan PIVE o plan Moves, pero con más ambición. "Hay que atacar decidida y definitivamente la antiigüedad del parque", afirma, y añade: "Es necesario primar los vehículos con cero emisiones, pero cualquier tecnología debe ser incentivada, tiene que prevalecer el principio de neutralidad tecnológica, y más teniendo en cuenta de que el diésel y el gasolina que se fabrican hoy son mucho más limpios".
Incluso con este plan, Gerardo Pérez cuenta con que el periodo entre mayo y agosto sea "duro", sobre todo contando con que el ciudadano volverá a la decisión de compra poco a poco. "La incertidumbre es el peor enemigo de la venta de automóviles", afirma Pérez, que insiste en la necesidad de un plan que ataque esa incertidumbre. De lo contrario está seguro de que gran parte del empleo ahora congelado en ERTE se destruirá, y también buena parte del tejido empresarial.
Pérez cree que el 'doping' será necesario para todos aquellos sectores que han tenido que cerrar de la noche a la mañana sin tener responsabilidad en ello. "No pedimos, ayuda, la exigimos y la liquidez que se ha otorgado es para el corto plazo, cuando pensamos que esto no es una cuestión de corto plazo y que las consecuencias del cierre pueden durar como mínimo hasta diciembre", dice el presidente de la patronal de automóviles, que aboga "por compaginar la alerta sanitaria con la recuperación económica, porque la salud es lo primero pero la economía es lo segundo".
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