Los combustibles renovables, un complemento al coche eléctrico para descarbonizar el transporte
Aumentar la presencia de los carburantes de origen renovable reduciría el coste para los usuarios, según un estudio
Algeciras/El sector del transporte, en todas sus vertientes, es uno de los grandes señalados cuando aborda la importancia de descarbonizar nuestra sociedad. Aunque el foco está puesto en los vehículos eléctricos, los combustibles renovables, tanto los sintéticos como los biocombustibles, se erigen como una alternativa que podría, incluso, reducir aún más las emisiones contaminantes.
Incrementar un 1% la cuota de combustibles renovables usados en los carburantes tendría el mismo efecto que introducir 425.000 vehículos eléctricos en el parque automovilístico español, un 15% más de los existentes con etiqueta cero en España. Además, cada 1% adicional, tendría el mismo efecto, según concluye un estudio de la consultora NTT Data elaborado para la Plataforma para los combustibles renovables sobre su uso para descarbonizar el transporte.
El estudio señala que España está entre los países de Europa con mayor disponibilidad potencial de residuos de biomasa que puedan usarse para la producción de energía, que podría alcanzar los 10,8 Mtep de biocombustible en 2030. Esta cifra, sumada a las de biocarburantes a partir de cultivos y los combustibles renovables de origen no biológico (CRONB), podría alcanzarse lo 13,4 Mtep. Para poner en contexto, esta cantidad permitiría reemplazar más de la mitad de la demanda de combustible fósil prevista para el transporte, multiplicando por seis la previsión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030 de 2,2 Mtep de este tipo de carburantes.
En el propio documento se plantea un escenario alternativo al que recoge el PNIEC, con una convivencia más intensa de los combustibles renovables y los vehículos eléctricos ante la lentitud de la incorporación de estos al parque automovilístico. Así, reducir la previsión de 5,5 millones de vehículos eléctricos a 3,6 millones y aumentar la cuota de combustibles renovables del 12 al 20% incrementaría un 10% el ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 respecto a la previsión estatal.
Sobre este escenario, en el informe se concluye que la transición a través de combustibles renovables sería más asequible para el consumidor, por el elevado coste de adquirir un vehículo eléctrico y la cada vez más larga vida de los coches de combustión. De hecho, usar estos carburantes en un vehículo diésel existente, según el estudio, supondría una reducción de costes para el usuario final de hasta un 38% en comparación a su sustitución por un vehículo eléctrico nuevo.
Incentivos
Otro de los aspectos señalados por el informe de NTT es que el ahorro para el usuario sería "aún mayor si los combustibles renovables tuviesen tasas impositivas reducidas en consideración a sus credenciales sostenibles", en vez de tener los mismos gravámenes que los carburantes fósiles.
Con esta idea en mente, esta semana la Plataforma para los Combustibles Renovables, que integra varias entidades patronales de sectores del transporte y la movilidad, ha pedido a los grupos parlamentarios del Congreso que consideren aprobar incentivos a los combustibles renovables, para impulsar su producción y favorecer su desarrollo.
A este respecto, desde la plataforma celebran la enmienda del Grupo Parlamentario Vasco para establecer un impuesto complementario para garantizar un nivel mínimo global de imposición para los grupos multinacionales y los grupos nacionales de gran magnitud, para reducir la carga impositiva al biodiésel y el HVO.
"Esta propuesta debería extenderse también al bioetanol, que en países como Francia goza de una exención fiscal que ha incentivado la producción y la demanda: cuanto mayor es el porcentaje de bios en los combustibles, menor es su fiscalidad", señalan desde la entidad.
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