Cinco prácticas que sitúan a España en el top 3 europeo de mayor tasa de economía sumergida
ECONOMÍA

Las previsiones sobre la economía española para este 2025 son buenas. Crecerá por encima de potencias mundiales como Estados Unidos en mitad de un entorno global inestable. Ni la crisis energética, ni los problemas en la cadena de suministro global, ni el shock inflacionario han impedido que el PIB español se sitúe por encima de los niveles previos. La sólida salud financiera de los hogares se muestra robusta, las exportaciones funcionan, los fondos europeos posibilitan que la dependencia del turismo sea menor, con otros sectores, como el de la información y comunicaciones, las actividades inmobiliarias, profesionales o la industria manufacturera, en una situación pujante, y la población aumenta debido a la llegada de un millón de personas nacidas en el extranjero.
Sin embargo, en sus estadísticas sigue apareciendo un lunar difícil de borrar desde hace décadas: la economía sumergida. España es el tercer país europeo con mayor tasa de economía sumergida (24% del PIB), situándose por encima de la media del 17% estimada para los países avanzados y sólo superada por Grecia (36%) e Italia (31%). ¿Cómo podría llegarse al extremo contrario en el que encontramos a países como Bélgica, Suecia, Eslovenia, Estonia, Austria o Dinamarca, todos ellos con una tasa de economía sumergida por debajo del 1%? La economía sumergida en España se manifiesta a través de diversos métodos, que contribuyen a un entorno económico donde se evade la regulación y se limita la recaudación fiscal, afectando tanto a la economía formal como al bienestar social. Estas son cinco prácticas que sitúan a España en el top 3 europeo de mayor tasa de economía sumergida.
Trabajo no declarado
Muchas personas trabajan sin contrato, lo que significa que no se registran sus ingresos ni se pagan impuestos sobre ellos. Esto incluye tanto empleos informales como trabajos a tiempo parcial no declarados.
Autónomos sin registro
Algunos trabajadores autónomos operan sin darse de alta en la Seguridad Social o en el censo de empresarios, lo que les permite evitar el pago de impuestos y contribuciones sociales.
Actividades económicas informales
Existen negocios que operan al margen de la legalidad, como venta ambulante no autorizada, servicios de reparación o mantenimiento sin licencia, y otros tipos de comercio informal.
Subcontratación irregular
Empresas que contratan a trabajadores a través de subcontratas que no cumplen con las normativas laborales y fiscales, permitiendo así la evasión de impuestos y la falta de derechos laborales para los empleados.
Transacciones en efectivo
El papel del efectivo en la sociedad española sigue siendo predominante. Según Funcas, "a pesar del auge de los medios de pago digitales, el efectivo continúa siendo el medio principal y más utilizado diariamente por la población española". De media, cada español suele llevar alrededor de 50 euros en efectivo en sus bolsillos. El uso excesivo del efectivo para evitar el registro de ventas y compras es común en muchos sectores, lo que dificulta el control fiscal y permite a los comerciantes evadir impuestos.
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