Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Cada vez resulta más difícil acceder a la compra de una vivienda. Algo que no sólo se reserva a las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona. Según el informe mensual de precios de venta de pisos.com, Andalucía es la segunda región que más ha sufrido la subida de precios frente al año pasado: en total, un 14,90% más.
Asimismo, prosigue el informe, “la vivienda de segunda mano en Andalucía en julio de 2024 tuvo un precio promedio de 1.826 euros por metro cuadrado”. Esto supone un 2,72% más con respecto al mes anterior. En este contexto, y si bien Andalucía es la octava autonomía más cara del país, Málaga ocupa el cuarto puesto en el ranking de las capitales españolas que más han subido los precios.
En términos generales, el precio medio de la vivienda en España, en julio de 2024, fue de 2.345 euros por metro cuadrado, marcando una subida del 1,74% con respecto al mes anterior.
En este contexto, y pese a que todas las provincias andaluzas se mantienen en una clara tendencia al alza en lo que ha subida de precios se refiere, Jaén es la capital más barata de España, con un precio medio de 1.188 euros por metro cuadrado. Sin embargo, también es de las que más han subido en el último mes, costando un 3,37% más que en junio de 2024.
Esta situación contrasta radicalmente con Málaga, la cuarta capital que más ha subido y la que marca el sexto precio más caro de España. La vivienda malagueña se encuentra ahora a un precio medio de 3.609 euros por metro cuadrado.
“La razón que subyace tras el encarecimiento imparable de las propiedades residenciales es la falta de producto”, argumenta pisos.com a través de un comunicado. Sin embargo, en palabras del director de Estudios de la agencia inmobiliaria, Ferran Font, “no sólo la oferta de viviendas es escasa, sino que, además, no está adaptada a los perfiles de la demanda que desde hace unos años se están consolidando”.
El portavoz se refiere, por ejemplo, a los hogares unipersonales. Es decir, a la imposibilidad de las personas que viven solas de comprar una vivienda que excede sus posibilidades económicas y de espacio; quedando como única opción compartir un piso de alquiler. Además, en el caso de las personas de una edad más avanzada, Font considera que presentan “unas necesidades muy específicas a las que la vivienda de segunda mano tiene complicado dar respuesta”.
Por último, en lo referente a la financiación, Ferran Font recuerda que “la subida de los tipos contuvo la pulsión compradora, pero no lo suficiente para impactar en los precios”. Ahora que el Banco Central Europeo (BCE) ha empezado a relajar su postura, “las condiciones hipotecarias serán menos duras y el interés de la demanda se reforzará, lo que no ayudará a relajar la presión de los precios", afirma el portavoz.
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