El montaje de los nuevos blindados del Ejército se traslada de Sevilla a Asturias

Santa Bárbara reorganizará la producción y centralizará en Trubia las tareas de fabricación y el montaje final

Alcalá de Guadaíra se especializará en el mantenimiento y la logística

Los blindados de Alcalá de Guadaíra darán empleo hasta más allá de 2050

Presentación de los nuevos blindados del Ejército en junio de 2020 / Antonio Pizarro

La histórica Santa Bárbara –propiedad de la multinacional General Dinamics– va a iniciar una reorganización de su estructura que afectará a su fábrica de Alcalá de Guadaíra, en Sevilla. Según informan fuentes del sector de la Defensa, planteará a los sindicatos –en el marco de la negociación del convenio colectivo– que las instalaciones de Trubia, en Asturias, se especialice en la fabricación, el montaje final de los encargos y las pruebas, y Sevilla se centre en la fase de mantenimiento y modernización, así como en labores logísticas. Actualmente, Asturias solo se centra en la estructuras y el ensamblaje final y las pruebas corresponden a Sevilla.

La intención de la empresa es que esto ya no sea así y que se integren todos los procesos en un mismo emplazamiento, por una cuestión de eficiencia. “Pocos países lo hacen ya; España es uno de los pocos países que tienen estas funciones divididas y requieren costes extras”, afirman las fuentes consultadas. La consecuencia inmediata es que el montaje del nuevo blindado del Ejército, el Vehículo de Combate Sobre Ruedas (VCR) 8x8, más conocido como Dragon, no se hará en Sevilla, sino en Asturias. Esa parte del contrato, pues, se traslada al norte, aunque en Alcalá de Guadaíra sí se podrá hacer el mantenimiento de estos vehículos, una labor que está integrada en el contrato.

Los sindicatos temen que la pérdida del montaje de este vehículo –en una primera fase, está prevista la fabricación de 348 blindados por un valor de 1.740 millones de euros– traiga consigo el desmantelamiento de la histórica factoría y el comité de empresa ya ha convocado huelga para los días 11 y 21 de febrero y 4 de marzo. Sus temores se fundan en el despido el pasado viernes de 21 trabajadores de la fábrica de Santa Bárbara en Alcalá de Guadaíra, “algunos con más de veinte años de antigüedad”.

Las fuentes del sector de Defensa consultadas señalan, por su lado, que “se hizo un estudio de las plantillas y como consecuencia de ello se vio que determinados puesto de estructura se quedaban sin cometido, había un vaciamiento de competencias”. El personal despedido no es de taller, dicen, y las fuentes insisten en que la idea es “la potenciación de la fábrica como centro de excelencia” del mantenimiento. No se piensa, añaden, ni en una deslocalización ni en un cierre, sino una apuesta por la viabilidad de la fábrica.

Daniel Díaz, representante de UGT en el comité de empresa (el sindicato mayoritario es CSIF) asegura que el trabajo de Alcalá de Guadaíra se centra ahora en el montaje del vehículo de combate Piraña III de la Infantería de Marina. Afirma que quedan dos solamente por entregar y que probablemente a finales de febrero el grueso de la carga de trabajo se acabe. Y hay que tener en cuenta que, según afirma, en las instalaciones no solo se iba a ejecutar el montaje del Dragon sino el del Castor VCZ (34 unidades en total), también blindado como el 8x8 pero con cadenas en vez de ruedas.

Además, se iba a hacer otro blindado, el Ascod, encargado por el Gobierno filipino a través de la empresa Elbit. Con este último programa Santa Bárbara ya dio un aviso de sus intenciones el pasado verano, ya que desplazó a varios trabajadores de Alcalá a Trubia para trabajar allí en el ensamblaje final del prototipo.

Las fuentes del sector consultadas sostienen que en Sevilla hay suficiente carga de trabajo en el apartado del mantenimiento al menos para este año y que al menos el personal de talleres debe continuar. Ahora, dicen, se trata de asegurar el futuro y se está trabajando, añaden, en formalizar contratos con clientes para modernizar vehículos y en la potenciación del mantenimiento 4.0, realizado a través de software, análisis de sensores e inteligencia artificial, entre otras cosas.

Aseguran que el mantenimiento da carga de trabajo a más largo plazo que la fabricación (30 o 40 años). Y, además, en la perspectiva del medio plazo está la construcción del centro logístico del Ejército en Córdoba, que puede propiciar sinergias con la fábrica de Santa Bárbara.

De momento, la empresa ha convocado al comité intercentros del 7 al 10 de febrero (que integra a Trubia y Alcalá de Guadaíra) para negociar la nueva estructura . Y la postura inicial del comité es el rechazo frontal a esta reorganización porque temen recortes de personal y el vaciamiento de la fábrica sevillana.

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