Los blindados de Alcalá de Guadaíra darán empleo hasta más allá de 2050

Economía

El secretario de Defensa confirma la "madurez" de los primeros modelos, que ya han superado sus primeras pruebas operativas en campo abierto y harán demostraciones de tiro el próximo mes.

Indra, Sapa y Santa Bárbara son las responsables de un proyecto de 2.100 millones de euros, que proporcionará trabajo cualificado a 1.600 personas en España.

Robles confirma una nueva oferta de Santa Bárbara, Sapa e Indra para el contrato del 8x8

Presentación al público de los blindados que se fabrican en Alcalá de Guadaira.
Presentación al público de los blindados que se fabrican en Alcalá de Guadaíra. / Antonio Pizarro
Raúl Estévez

17 de junio 2020 - 17:42

Sevilla/El tiempo para la polémica, los conflictos y las negociaciones ya ha quedado atrás. Desde que hace unos pocos meses, el Ministerio de Defensa asignara el proyecto de los blindados que se desarrollan en Alcalá de Guadaíra a una UTE formada por Indra, Sapa y Santa Bárbara, el programa va a la misma velocidad que como ya se mueven los vehículos en el campo abierto de Sevilla. Más rápido de lo esperado.

Esta mañana, por primera vez, Santa Bárbara, epicentro del proyecto, abrió sus puertas a los medios para mostrar los avances operativos logrados por los blindados. Impacta ver de cerca lo qué son capaces de hacer estos vehículos en fases tan tempranas de su desarrollo.

De hecho, ahora mismo, el programa está en la fase de pruebas con los llamados "demostradores". Son cinco vehículos con distintas tecnologías y configuración con los que el Ejército español puede ir comprobando qué necesita y qué no cuando estos blindados sean enviados a misiones por todo el mundo.

Halagos del cliente

El propio secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, alabó sobre el terreno las evoluciones del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8, conocido como Dragon.

"Es uno de los pilares esenciales sobre los que se sustenta la Defensa Nacional y sin él que las Fuerzas Armadas no podrían participar en operaciones internacionales de mantenimiento de la paz. Es un objetivo estratégico e irrenunciable para España", sentenció.

Tal es la madurez del programa, que los dos primeros demostradores harán sus primeras pruebas de tiro en Zaragoza el próximo mes.

Contrato en agosto

El objetivo de Defensa y de la UTE es formalizar el contrato definitivo (actualmente se trabaja sobre un presupuesto de 92 millones de euros para desarrollar los prototipos) el próximo agosto.

El contrato supondría un espaldarazo para la industria militar sevillana y andaluza, ya que significaría el desarrollo y fabricación de 348 blindados por 2.100 millones de euros durante los próximos siete años.

Según las previsiones de sus responsables, el programa garantizaría el trabajo durante al menos 30 años, incluyendo actualizaciones, mantenimiento y reparaciones, y generaría 650 empleos directos y otros 1.000 indirectos.

El programa tendría centros de trabajo también en Asturias, el País Vasco y Madrid. Aunque la planta sevillana sería la más beneficiada.

Defensa espera además que los primeros vehículos operativos estén a su disposición en el primer semestre de 2022.

Revitalizar la economía

Otro de los grandes objetivos, con más incidencia aún tras la crisis del coronavirus, es que la industria de Defensa sirva de revitalizador de la economía. Un sector en el que Andalucía está muy bien armado gracias a Airbus, Navantia y la propia Santa Bárbara, entre otras muchas empresas, que abarcan el medio aéreo, naval y terrestre.

Defensa ha valorado que el desarrollo de los blindados tengan una aportación mayoritaria de empresas españolas con lo que se consigue que los resultados de la investigación, conocimiento de fabricación y la tecnología sean patrimonio nacional.

Autonomía nacional

"Estos blindados van a estar entre los mejores del mundo y van a ser españoles", resumió Olivares, quien incidió en la importancia de que España sea autónoma en este tipo de programas, sobre todo en un escenario en el que "las tensiones internacionales se han incrementado".

Olivares recordó que el proyecto de los nuevos blindados "tiene su origen en un atentado sufrido en 2007 -en el que murieron dos soldados- en el Líbano que puso en relieve la necesidad de renovar el parque del Ejército de tierra".

El director general de Santa Bárbara, Juan Escriña, también insistió en este asunto: "España es una autoridad de diseño, no estamos fabricando productos bajo licencia, sino desarrollándolos".

A la demostración de capacidades de los dragones también asistieron el jefe de Estado Mayor del Ejército, general de Ejército Francisco Javier Varela; el director general de Armamento y Material, almirante Santiago Ramón González y el director adjunto al DGAM, general Francisco Javier Abajo.

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