Las ayudas al viñedo dan la espalda a la adaptación del Marco de Jerez a los retos climáticos
El Consejo Regulador del vino de Jerez presenta una batería de alegaciones contra el cambio de los requisitos para el acceso a los planes para la reestructuración del viñedo
El sector considera que el nuevo enfoque de las ayudas, más orientadas a desincentivar la replantación, discrimina al Marco de Jerez
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Jerez/El Consejo Regulador de los vinos de Jerez ha presentado una batería de alegaciones contra la modificación de los requisitos para el reparto de las ayudas a la reestructuración y reconversión del viñedo, cambio que no se adapta a los intereses del viñedo del Marco de Jerez.
Los representantes de la institución jerezana del vino han mantenido diversos contactos con responsables de la Consejería de Agricultura para manifestarle su rechazo al cambio de orientación de los criterios para la concesión de estas ayudas, incluidas en la Intervención del Sector Vitivinícola Español (2024-2027) en el marco de la Política Agraria Común (PAC), y que en Andalucía se regulan a través de la Orden de 9 de marzo de 2023.
En el Marco de Jerez hay un interés renovado por la viña, aunque vinculado al mantenimiento de la variedad palomino para su adaptación a los nuevos retos del sector, que no casa con los nuevos requisitos de acceso a las ayudas, enfocadas más bien a desincentivar la replantación, como reclaman otras regiones productoras españolas, caso de Rioja, con grandes problemas de sobreproducción frente a los que llegan a plantear incluso el arranque de viñedo.
Sin embargo, la replantación sin cambio de variedad, la transformación del viñedo de vaso a espaldera, el injerto de nuevos clones o el cambio de sistema de poda, entre otras operaciones para la mejora de la gestión de la viña en la Denominación de Origen jerezana en su adaptación a los retos climáticos, pueden quedarse fuera de las ayudas.
Esta situación ya se dio en la resolución provisional de la última convocatoria de ayudas a la reestructuración y la reconversión del viñedo, a la que se presentaron inicialmente en Andalucía 167 solicitudes por importe de algo más de 8,5 millones de euros de las que únicamente pasaron el primer corte 121 solicitudes por algo menos de 3,7 millones de euros.
En la provincia de Cádiz, donde la mayoría de las solicitudes corresponden al Marco de Jerez, se aprobaron 76 expedientes por importe de 2,7 millones frente a los 6,7 millones solicitados por más de un centenar de viticultores. Es decir, la provincia concentró más de la mitad de las solicitudes y el 81% del importe descartados en el conjunto de Andalucía, lo que da una idea del impacto de esta medida en el viñedo jerezano.
Coordinación entre la investigación y las prioridades del sector
El sector interpreta que el cambio de los requisitos para acceder a las ayudas discrimina al viñedo del jerez, en un momento en el que el Consejo Regulador, además, ha dado el primer paso para coordinar la búsqueda de soluciones científicas a las principales inquietudes y prioridades de los viticultores, por ejemplo, con la investigación de los materiales vegetales más adecuados frente al decaimiento de la vid, incluso en nuevas plantaciones, experimentado en los últimos años.
En la actualidad hay distintas líneas de investigación abiertas, con proyectos muy avanzados sobre todo lo que se refiere a la cubierta vegetal, caso de los clones y portainjertos que ofrecen más resistencia a la sequía y al cambio climático; el estudio sobre el comportamiento de las variedades de uva tradicionales, aunque en desuso, que han vuelto a ser autorizadas para la elaboración de vinos de Jerez; o los proyectos de caracterización de los pagos y del uso de bioestimulantes en el viñedo.
“La aplicación de estos avances y otros cambios radicales, como el de la sustitución de la poda de doble cordón por el tradicional sistema de vara y pulgar que vuelve a despertar el interés de los viticultores, requiere importantes inversiones que no se van a hacer si se quedan fuera de las ayudas a la reestructuración”, explica César Saldaña, presidente del Consejo Regulador.
Por otra parte, el responsable de la institución jerezana del vino recuerda que estas ayudas también contribuyen decisivamente a garantizar el relevo generacional, tan necesario para la actividad agraria, pues “las decisiones de replantación las tomas hoy, pero te condicionan los próximos 30 o 40 años, que es el tiempo de vida útil de la vid”.
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