El plazo para adherirse al plan de salvamento de Abengoa expira el martes
La compañía pretende esquivar el concurso para lo que necesita el apoyo del 75% de los acreedores a la reestructuración, que consiste en aplicar una quita del 97% en el valor nominal.
Abengoa afronta esta semana el momento de la verdad, con la expiración del periodo de adhesión y del plazo para la homologación de su plan de salvamento, lo que le permitirá saber si es capaz de esquivar el concurso de acreedores que pende sobre la compañía desde hace casi un año.
En noviembre de 2015, el grupo de ingeniería y energías renovables se acogía al preconcurso asfixiado por una deuda con sus acreedores que superaba los 8.500 millones de euros.
La prórroga de siete meses concedida por el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Sevilla a finales de marzo fue el primer match ball salvado por el grupo para evitar el que sería el mayor concurso de acreedores de la historia en España. Este aplazamiento para homologar el plan de rescate concluye el próximo viernes, 28 de octubre, aunque antes deberá salvar con éxito el proceso de adhesión.
Las negociaciones entre la compañía, los bancos acreedores y los fondos no cristalizaron en un acuerdo de reestructuración financiera y un plan de viabilidad hasta mediados de agosto, por lo que el periodo de adhesión al plan se abrió el pasado 26 de septiembre, prolongándose hasta el próximo martes, inclusive.
Los términos de la reestructuración consisten en aplicar a los acreedores una quita del 97% en el valor nominal, manteniéndose el 3% con su vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.
No obstante, los acreedores pueden optar por la alternativa de capitalizar el 70% del nominal del total de la deuda existente a cambio del 40% del capital de la nueva Abengoa, de manera que el 30% restante de la deuda se convertirá en un bono o préstamo que tendrá la consideración de senior o júnior en función de si la entidad participa o no en los tramos de dinero nuevo.
Para conseguir el objetivo de esquivar de manera definitiva el concurso de acreedores, la compañía necesita el visto bueno de los tenedores de al menos un 75% de la deuda.
Desde el inicio del proceso la compañía se ha mostrado "razonablemente tranquila" y confiada en alcanzar ese objetivo de adhesiones a un plan que permitiría a Abengoa sobrevivir "en unos términos buenos", señalaron fuentes conocedoras del proceso.
El acuerdo ha sido suscrito por los fondos Abrams Capital, The Baupost Group, Canyon Capital Advisors, Centerbridge Partners, the D. E. Shaw group, Elliott Management, Hayfin Capital Management, KKR Credit, Oaktree Capital Management y Värde, mientras que por los bancos acreedores han participado en el rescate Banco Popular, Banco Santander, Bankia, Crédit Agricole y CaixaBank.
También se encuentra entre los bancos acreedores las entidades públicas del ICO y CESCE, que es previsible que terminen apoyando este plan de rescate para el grupo andaluz.
Junta para la refundación de la compañía
Con la mente puesta en superar estos últimos obstáculos, Abengoa ha convocado la junta general de accionistas para su refundación y reestructuración el próximo 22 de noviembre con un orden del día en el que, aparte de los acuerdos de reestructuración financiera, canje de acciones y ampliación de capital, figura la designación del nuevo consejo de administración, en el que se sentarán expertos de la industria, la banca, el Derecho y las reestructuraciones, entre ellos Gonzalo Urquijo o José Luis del Valle Doblado.
La nueva etapa de Abengoa contará con un consejo de administración de siete miembros, seis de ellos independientes y un presidente ejecutivo, Gonzalo Urquijo.
La junta de accionistas también abordará la unificación de las acciones A y B en una única clase con una ecuación de canje por la que cada acción de clase B emitida y en circulación dará derecho a recibir un título perteneciente a la nueva clase de acciones ordinarias de la firma.
Asimismo, cada 1.000 acciones de clase A emitidas y en circulación darán derecho a recibir 1.915 títulos de la nueva clase de acciones ordinarias, según figura en el orden del día publicado este viernes por la CNMV. El canje cuenta con la 'fairness opinion' de BDO Financial Advisory y de Duff and Phelps.
Más pequeña en tamaño y plantilla
La Nueva Abengoa será una compañía más centrada en su negocio de ingeniería y construcción, con el foco en la construcción para terceros, y más pequeña en tamaño, tanto en activos, donde prevé seguir a lo largo de este año y 2017 con las desinversiones previstas en su plan, como en plantilla, después de haber reducido su número de trabajadores desde que entró en preconcurso de acreedores desde los 26.000 empleados a 17.000.
El canje vendrá acompañado de un aumento de capital social para elevar los fondos propios y que permitirá recibir una financiación por un importe total de 1.169 millones de euros. Estos recursos tendrán rango superior a la deuda preexistente y se dividirán en los tramos ya anunciados.
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