El acuerdo de pesca con Marruecos, en peligro por incluir aguas saharianas

El asesor legal de la Unión Europea sostiene que el convenio pesquero es "inválido" porque no respeta los derechos del pueblo saharaui

Más de 40 barcos andaluces pescan gracias al pacto

Un pesquero con base en Algeciras sale a faenar en septiembre de 2014, tras renovarse el acuerdo con Marruecos ahora puesto en cuestión.
Un pesquero con base en Algeciras sale a faenar en septiembre de 2014, tras renovarse el acuerdo con Marruecos ahora puesto en cuestión. / Andrés Carrasco
Ignacio Cembrero

10 de enero 2018 - 20:03

El acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Rabat se tambalea a causa del Sahara Occidental. Es probable que sucumba en mayo, dos meses antes de que expire legalmente, que ya no sea posible renovarlo y que, en el peor de los casos, se desate una crisis política con Marruecos que afectaría ante todo a sus vecinos europeos.

El abogado general, Melchior Wathelet, una figura a caballo entre el asesor jurídico y el fiscal, sostuvo este miércoles que el acuerdo "no es válido" y describió al Sáhara Occidental, que fue colonia española hasta 1975, como un territorio "ocupado por Marruecos" cuya población ha sido privada del derecho de autodeterminación.

El abogado general describe el Sahara Occidental como territorio "ocupado"

Wathelet hizo este contundente pronunciamiento ante el Tribunal de Justicia de la UE que tiene previsto dar a conocer su sentencia dentro de cuatro meses. En el 80% de los casos, los magistrados siguen las recomendaciones del abogado general, pero en lo concerniente al acuerdo de pesca la jurisprudencia hace prever que, quizás con algunos matices, los jueces se alinearán con Wathelet.

El acuerdo de colaboración en el sector pesquero suscrito, por primera vez, con Marruecos en 2006 es el mayor de esta índole de los firmados por la UE. De él se benefician unos 120 barcos (90 de ellos españoles y la mitad andaluces), cuyas capturas se elevan a unas 80.000 toneladas anuales. El 91,5% se efectúan, según el abogado general, en aguas saharianas. A cambio, Rabat recibe 40 millones de euros al año y 200 jóvenes marroquíes embarcan en los pesqueros europeos para formarse.

El abogado general argumentó que "el acuerdo de pesca (…) no respeta el principio de soberanía permanente sobre los recursos naturales, ni las normas del derecho internacional humanitario que son de aplicación a la celebración de acuerdos internacionales de explotación de los recursos naturales de los territorios ocupados, ni tampoco la obligación de la Unión de no reconocer una situación ilegal resultante de la vulneración [por Marruecos] de dichos principios y normas (…)".

El pronunciamiento de Wathelet es un varapalo no solo para Marruecos y la Comisión Europea, los firmantes del acuerdo, sino para Francia y España. Abogados mandatados por los gobiernos de ambos países defendieron en septiembre, ante el tribunal, la legalidad del tratado de pesca. Hace tan solo tres días la Comisión decidió además solicitar al Consejo de Ministros un mandato para negociar con Rabat un nuevo acuerdo de pesca que debería entrar en vigor en julio.

El Frente Polisario reaccionó de inmediato instando al órgano ejecutivo de la UE a "abrir negociaciones directas para restablecer los derechos del pueblo saharaui sobre sus recursos naturales". Florent Marcellesi, eurodiputado del partido ecologista Equo, se "congratuló" de la opinión manifestada por el abogado general y expresó el deseo de que el tribunal la confirme el mayo. "Mientras tanto, la Comisión debería suspender inmediatamente las negociaciones sobre nuevos acuerdos de pesca" con Marruecos, concluyó.

No hubo ayer reacción oficial de Rabat, pero fuentes diplomáticas marroquíes sí señalaron al diario digital Le Desk de Casablanca que el pronunciamiento del abogado general es "incompatible" con la naturaleza de las relaciones entre Marruecos y la UE. "Las argucias jurídicas a las que recurre apenas logran disimular el carácter eminentemente político" de la opinión "sesgada" que trasladó al tribunal, añadieron.

Las autoridades marroquíes ya expresaron su descontento hace un año después de que el Tribunal de Justicia europeo sentenciase, el 21 de diciembre de 2016, que los acuerdos de asociación y de liberalización del comercio agrícola no eran aplicables al Sahara Occidental porque éste no pertenecía a Marruecos. La diferencia es que las exportaciones de productos agrícolas del Sahara a Europa son simbólicas, mientras que el grueso de las capturas de la pesca sí se llevan a cabo en sus aguas.

Rabat amenazó entonces, por boca de su poderoso ministro de Agricultura, Aziz Akhnnouch, amigo personal del rey Mohamed VI, con abrir el grifo de la emigración irregular hacia Europa si esta modificaba substancialmente sus acuerdos para no incluir al Shara. "¿Cómo queréis [los europeos] que hagamos el trabajo de bloquear la emigración africana y hasta la marroquí si hoy Europa no quiere trabajar con nosotros?", se preguntaba Akhnnouch en una entrevista con la agencia Efe.

El año pasado entraron en España irregularmente 28.349 inmigrantes, en su mayoría por mar (22.103) y desembarcando en las costas de Andalucía, más del doble que en 2016. El secretario de Estado de Interior, José Antonio Nieto, prevé que 2018 puede ser bastante peor porque parte del flujo de la ruta que une a Libia con Sicilia se está trasladando al Mediterráneo occidental. Si Marruecos se enfada será aún mucho peor.

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