Los acreedores de Abengoa firman el plan de rescate de la compañía
Once fondos estarían dispuestos a inyectar 840 millones a cambio del 30%. La firma comunicará en breve a la CNMV el acuerdo.
Abengoa firmó ayer con sus acreedores el plan de rescate tras una semana de intensas negociaciones. Once fondos estarían dispuestos a inyectar 840 millones a cambio del 30% del capital, según adelantó ayer El Confidencial. El acuerdo, que será comunicado por las próximas horas en las próximas horas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, incluiría una quita del 70% por parte de todos los acreedores. La banca tomaría la mayoría del capital al hacerse con el 55% de las acciones. Estos porcentajes suponen un cambio notable respecto a las cifras que se manejaban anteriormente. En un principio, los fondos iban a recibir el 55% de los títulos, mientras que los bancos tomarían un 35% del capital.
El acuerdo fue firmado por Abengoa, el llamado G-5 bancario -formado por Caixabank, Banco Santander, Banco Popular y Credit Agricole- y Houlihan Lokey, en representación de los bonistas y fondos que aportan el nuevo dinero. A los 840 millones aportados por los fondos, habría que añadir la renovación de una línea de financiación por parte de la banca por un importe de 105 millones, y otra por 180 millones vinculada a Atlantica Yield. En total, se trataría de unos 1.125 millones de euros, según la información de El Confidencial.
Los mercados ya vaticinaban la inminencia del acuerdo y los títulos de Abengoa siguieron con el rally alcista, hasta ganar un 9%. En concreto, las acciones B del grupo de ingeniería y energías renovables cerraron a 0,241 euros tras remontar ubn 9,05%.
La firma del acuerdo constituye un hito clave en la recapitalización, pero aún queda un largo proceso para sortear el concurso de acreedores. Tras la presentación del pacto, se procedería a preparar la documentación para abrir a continuación el periodo de adhesiones.
Una vez abierto este plazo, Abengoa debe obtener como mínimo el apoyo de los titulares del 75% de su deuda financiera, algo que ya logró el pasado mes de marzo para solicitar al juez la prórroga del preconcurso por otros siete meses. Además, el periodo de adhesiones debe prolongarse al menos por veinte días laborables en cumplimiento de la legislación estadounidense, donde la compañía también se ha acogido al equivalente al preconcurso en la ley norteamericana de quiebras.
En paralelo, la compañía tiene que convocar la junta extraordinaria de accionistas que debe rubricar la ampliación de capital y la cesión del poder de los actuales accionistas a los acreedores. Esta junta extraordinaria debe convocarse con un mes de antelación, al no aceptarse en la junta ordinaria de junio la modificación de los estatutos para reducir el plazo a 15 días. Por lo tanto, este cónclave no se celebraría como mínimo hasta mediados de septiembre.
Por último, tanto el visto bueno de la junta de accionistas como los documentos que acrediten la adhesión de al menos el 75% de los acreedores al plan deben ser elevados antes del 28 de octubre al Juzgado Mercantil número 2 de Sevilla, que tramita el proceso concursal de la matriz y casi medio centenar de filiales.
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