La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
La nueva Abengoa echará a andar antes de final de año. La compañía espera contar el próximo 25 de octubre con el apoyo de más del 75% de su masa acreedora al plan de rescate presentado el pasado mes de agosto. A continuación, lo llevará ante el juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevillla, que tramita su proceso concursal, justo antes de que expire el plazo de siete meses concedido por el juez para que cerrara su reestructuración. Si el juez homologa el acuerdo, el último hito será que los actuales accionistas celebren una junta extraordinaria en la que acepten la dilución de su participación hasta el 5% y la toma de control de los fondos y la banca acreedora. Según fuentes cercanas a la operación, este cónclave se celebrará a mediados de noviembre y validará también el nombramiento de un nuevo consejo de administración formado únicamente por consejeros independientes, en el que sólo el presidente tendrá carácter ejecutivo. Este punto supondrá la salida de todos sus consejeros actuales, incluyendo no sólo los miembros de las familias fundadoras, sino también al actual presidente, Antonio Fornieles, o consejeros independientes como el ex ministro José Borrell o Ricardo Martínez Rico, ex secretario de Estado de Presupuestos de José María Aznar. Joaquín Fernández de Piérola, actual consejero delegado y miembro del consejo, se mantendría como número dos de la compañía en calidad de director general, sin asiento en el máximo órgano de gobierno de la compañía.
En cuanto a la plantilla, las mismas fuentes señalaron que podrían producirse "nuevos procesos adicionales de ajuste, dependiendo de la evolución del negocio". No obstante, serían de menor cuantía, dado que "lo más significativo se ha hecho ya". También se prevén salidas de empleados vinculados a proyectos que están actualmente en venta, como los activos de biocombustibles o proyectos concesionales. "La plantilla final será inferior a la del dia de hoy", agregaron.
La compañía cuenta actualmente con unos 17.000 empleados, 10.000 menos que antes de su crisis corporativa.
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