Unicaja asegura que no modificará la oferta a los bonistas de Ceiss
La entidad financiera recuerda que el plazo termina el día 20 y que es "improrrogable"
Quedan diez días para que expire el último y definitivo plazo dado por Unicaja a los tenedores de preferentes del banco castellanoleonés Ceiss para que digan si aceptan o no la oferta de la entidad malagueña, y Unicaja lanzó ayer varios mensajes con los que quiere frenar las especulaciones que se están produciendo en Castilla y León y que podrían dificultar el éxito de la operación.
En primer lugar, la entidad reiteró que el plazo para sumarse o no a la oferta de Unicaja finaliza el 20 de enero y que es "improrrogable", después de que ya se hayan producido dos aplazamientos. Por otra parte, Unicaja aseguró que "no está abierto ni lo estará hasta esa fecha ningún tipo de negociación que pudiera modificar los términos actuales de la oferta de canje ni de los mecanismos complementarios arbitrados". De esta forma, rechaza que se prodizcan contactos en estos días para ofrecer algo superior a la oferta actual, que es otra de las especulaciones que circulan entre los bonistas. En su comunicado, Unicaja vuelve a criticar la labor de algunos bufetes de abogados y les acusa de "engañar" a los inversores, y pide a los bonistas que reciban un asesoramiento "objetivo".
En Castilla y León hay más de 32.000 preferentistas que se sienten estafados por Caja España y Caja Duero (actual Ceiss) cuando compraron participaciones preferente. Tras las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), vieron que su inversión pasaba a convertirse en bonos con un valor muy inferior al inicial. Piensan que la oferta de Unicaja no es suficiente y que si acuden a los tribunales recuperarán todos sus fondos. Además, varios bufetes de abogados están intentando convencer a los bonistas para que vayan a juicio.
En la otra parte están Unicaja y el FROB. La primera quiere que la compra prospere para aumentar tamaño y no cosechar un nuevo fracaso tras casi tres años de negociaciones. El FROB, por su lado, evitaría tener que sanear Ceiss -lo que le costaría unos 800 millones de euros- o incluso liquidarla, lo que, según algunas fuentes, podría salir por unos 8.000 millones de euros y supondría un nuevo quebradero de cabeza para la economía española y para la Unión Europea. Fuentes de Unicaja indicaron ayer a este diario que tienen "confianza" en que la compra salga adelante -ya tienen el apoyo de los accionistas mayoritarios pero necesitan el de los bonistas para alcanzar unos 1.200 millones de euros- y que la opción que ofrecen Unicaja y el FROB "es rápida y gratuita".
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