La UE ratifica su obsesión con la austeridad, las reformas y el déficit

Barroso ha revelado que los líderes no han hablado de "ningún tipo de relajación de déficit". Rajoy asegura que España aspira a adoptar objetivos de reducción del déficit "razonables y sensatos".

Efe

02 de marzo 2012 - 06:42

Los líderes de la Unión Europea no se desviaron hoy ni un milímetro de la política de austeridad que promueven desde el inicio de la crisis de la deuda e insistieron en la consolidación fiscal, las reformas estructurales y el cumplimiento de los objetivos de déficit como receta anticrisis.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que fue reelegido hoy por otro mandato de dos años y medio y como presidente de las cumbres del euro, afirmó en rueda de prensa que la "consolidación fiscal tiene que ir de la mano con el crecimiento y las perspectivas de creación de empleo".

Los líderes abordaron en su primer día de cumbre los progresos de cada país en la consolidación fiscal, las reformas, la modernización del sistema de pensiones, los impuestos, el empleo, el crecimiento y la competitividad, y Suecia y Alemania han compartido sus experiencias en algunos aspectos. Por su parte, los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona reafirmaron su determinación de revisar hasta finales de mes la dotación de los cortafuegos financieros y acelerar el pago de capital" para el mecanismo de rescate permanente, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, insistió en la rueda de prensa en que la consolidación "no viene impuesta de Bruselas" y que la estrategia de crecimiento debe ser asumida como propia por todos los países y agentes sociales.

En su opinión, hay una "sensación de urgencia" en la UE para que se impulse el crecimiento. La Comisión Europea insiste en que la UE debe completar el Mercado Unico e implementar la estrategia Europa 2020, la agenda para el crecimiento y la creación de empleo del bloque.

Pese a la insistencia de la Comisión Europea y de al menos doce países de la UE, entre ellos España, en la necesidad de impulsar sus respectivas hojas de ruta para el crecimiento, el texto que aprobarán mañana oficialmente los líderes insisten en que la consolidación fiscal "es una condición esencial para un mayor crecimiento y empleo", es decir que va antes de todo lo demás. Para contentar a aquellos Estados miembros que abogan por impulsar medidas de crecimiento para no ahogar todavía más a las economías que han entrado ya o entrarán este trimestre en recesión, los Veintisiete aseguran que van a tomar todas las medidas necesarias para que Europa vuelva a la senda del crecimiento. A falta de que se apruebe el texto definitivo, la cumbre sostiene en el documento pactado hoy que eso requiere una estrategia de doble vía, que cubra tanto las medidas para garantizar la estabilidad financiera y la consolidación fiscal como las acciones para impulsar el crecimiento.

También han concedido a aquellos países con más dificultades económicas, laborales y de cumplimiento de los objetivos de déficit una salvaguarda, al afirmar que la consolidación "debe ser diferenciada de acuerdo a las condiciones de los Estados miembros", aunque siempre "asegurando la sostenibilidad a largo plazo de sus finanzas públicas".

En este contexto, el Gobierno español ha garantizado a sus socios comunitarios su compromiso "absoluto" con la consolidación fiscal, pero ha resaltado que "las circunstancias han cambiado" desde que se marcó un déficit del 4,4% para 2012, objetivo que asume que la Comisión Europea no revisará hasta mayo.

Rajoy, sin embargo, aseguró que España aspira a adoptar objetivos de reducción del déficit "razonables y sensatos", dijo por la noche en Bruselas el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, mientras confirmó que su país sigue buscando mayor flexibilidad por parte de la Unión Europea.

"Presentaremos nuestros presupuestos con arreglo a lo que nos parezca razonable y sensato", dijo Rajoy a los periodistas tras el primer día de la cumbre de la UE en Bruselas. Sin embargo, añadió que el tema no se resolverá durante el encuentro. El déficit español cerró el año pasado en el 8,5 por ciento del PIB en lugar del 6 por ciento previsto.

Barroso reveló que los líderes no han hablado de "ningún tipo de relajación de déficit".

No obstante, la cláusula de escape que incluye el texto de conclusiones no significa que no tengan que cumplir sus compromisos de consolidación asumidos. "Todos los Estados miembros deben continuar respetando sus compromisos de acuerdo al Pacto de Estabilidad y Crecimiento", señala el documento.

Los líderes de la UE insisten en que "los países con programa de asistencia deben ceñirse a sus objetivos y reformas estructurales acordados en el programa" y en que "los países que afrontan un escrutinio estrecho de los mercados deberían cumplir los objetivos presupuestarios y estar dispuestos a buscar medidas de consolidación adicionales si es necesario", según fuentes diplomáticas. No obstante, los países con más margen fiscal deben dejar que operen plenamente los estabilizadores automáticos. Pese a toda la insistencia en la austeridad, la cumbre también destaca que, mientras se debe perseguir los esfuerzos de consolidación, debe prestarse cuidado particular a priorizar el gasto para que sea una inversión en crecimiento futuro y dar particular énfasis en educación, investigación en innovación.

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