Tsipras pone en duda la voluntad del FMI de alcanzar un acuerdo

El primer ministro griego recalca la "perseverancia de algunas instituciones" de no aceptar medidas alternativas para lograr el objetivo de ahorro en el programa de rescate y dice que "esto no ha ocurrido ni en Irlanda ni en Portugal".

El precio del orgullo
El precio del orgullo
EFE

24 de junio 2015 - 12:37

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, puso en duda la voluntad del Fondo Monetario Internacional (FMI) para alcanzar un acuerdo con Grecia, en vista de las reservas que está planteando al plan de reformas griego. Fuentes gubernamentales señalaron que poco antes de partir hacia Bruselas, Tsipras dijo a su equipo en relación con la "perseverancia de algunas instituciones" de no aceptar medidas alternativas para lograr el objetivo de ahorro estipulado en el programa de rescate que "esto no ha ocurrido nunca, ni en Irlanda ni en Portugal, en ningún sitio". Tsipras añadió que este "comportamiento extraño solo puede tener dos explicaciones: o no quieren acuerdo o quieren servir a intereses específicos en Grecia".

El primer ministro aludió con ello a los problemas que está planteando el FMI que cree que el plan griego se ha centrado demasiado en elevar la presión fiscal, mediante subidas del IVA y de los impuestos empresariales, en lugar de reducir el gasto público, por ejemplo, en el coste de las pensiones. El ministro de Trabajo, Panos Skurletis, afirmó en declaraciones a la radio pública que "la insistencia del FMI en recortar todas las pensiones hace el acuerdo políticamente problemático".

Estas declaraciones se producen horas antes de que Tsipras se reúna en Bruselas con los líderes de las tres instituciones, Christine Lagarde, del FMI, Mario Draghi, del Banco Central Europeo, y Jean-Claude Juncker, en un intento por evitar que el acuerdo fracase en el último momento. Mientras, en Atenas diversos representantes del Gobierno defendían hoy desde los medios el plan presentado a los socios y las concesiones que ha tenido que hacer el Ejecutivo.

El ministro adjunto de Exteriores y coordinador por parte de Grecia en las negociaciones, Euklidis Tsakalotos, instó desde la televisión pública ERT a los militantes de Syriza y a los ciudadanos a no prejuzgar el acuerdo y "esperar hasta que se firme para tener una idea global". "El logro más importante es que se reduce el superávit primario del 3% al 1% este año, y del 4,5% para 2016 y los años subsiguientes, al 2% en 2016 y al 3% en los próximo años", destacó Tsakalotos, en alusión a que las instituciones habían cedido sustancialmente respecto a los objetivos iniciales.

Esta reducción de los objetivos para el superávit primario "permitirá al país volver más fácilmente al crecimiento", añadió Tsakalotos. El portavoz del grupo parlamentario de Syriza, Nikos Filis, destacó en declaraciones en el Parlamento que "algunos europeos intentaron durante cinco meses sin éxito derribar al Gobierno de Syriza" y añadió que lo más importante es lograr un acuerdo "que permita a Grecia volver al crecimiento y hacer sostenible la deuda".

En cuanto al ministro de Reconstrucción Productiva y líder del ala radical de Syriza, Panayotis Lafazanis, para la firma de un acuerdo hay tres condiciones: el fin de la austeridad, una fuerte inyección de liquidez a la economía y una quita importante de la deuda. El diputado del nacionalista Griegos Independientes, el socio menor en el Gobierno, Pavlos Jaikalis apostilló que "si (el acuerdo) no prevé la sostenibilidad de la deuda no será aprobado por el Parlamento".

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