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Finalmente, la temida revisión de los aranceles a los productos agroalimentarios en EEUU ha terminado en que las cosas se quedan como estaban. Frente a los pesimistas pronósticos que auguraban un aumento al 100% de las tarifas para los productos alimentarios –posibilidad que contemplaba la Casa Blanca– o la inclusión en la lista de productos como el aceite de oliva a granel (de momento sólo está el envasado), la realidad es que la Oficina del Representante de Comercio Exterior (USTR, en sus siglas en inglés) ha optado por dejar en el 25% el arancel al aceite, la aceituna verde de mesa, naranjas, determinados tipos de queso o vinos envasados por debajo de 14% alcohol.
En lo que más afecta a Andalucía –aceite de oliva y aceituna verde– la Administración Trump sigue castigando a España y no lo hace con competidores como Italia o Grecia, entre otras cosas porque el castigo es mayor para los productos procedentes de los países del consorcio de Airbus, Reino Unido, Francia, Alemania y España.
De hecho, EEUU mantiene el arancel a productos emblemáticos de Francia (vino, quesos), Alemania (café, galletas, gofres) y Reino Unido (whisky, dulces), aunque también hay otros productos de una veintena de países comunitarios que están gravados.
Recordemos que el contencioso parte de un dictamen de octubre de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que permite a EEUU imponer aranceles para recaudar 7.500 millones de dólares, en castigo por las subvenciones consideradas ilegales de la Unión Europea a Airbus. Europa, a su vez, mantiene un contencioso similar con EEUU por las ayudas de este país a Boeing, y se espera que la OMC adopte una resolución similar en contra de la Administración Trump en los próximos meses.
De acuerdo al fallo de la OMC del pasado mes de octubre los cuatro países más afectados ofrecieron a Airbus financiación a un tipo de interés más bajo que los del mercado, lo que permitió a la compañía desarrollar algunos de sus modelos más recientes y avanzados.
Lo que sí modificó EEUU en la pasada madrugada fueron los aranceles a Airbus, que pasan del 10% al 15%. La tasa se refiere a aeronaves que superen los 30.000 kilos, por lo que el arancel no afecta tanto a las empresas que trabajan con Boeing como a la propia cadena de producción de Airbus, que con toda seguridad verá como se reducen los pedidos de las aerolíneas norteamericanas.
Tras conocer la decisión del Gobierno de Trump, el fabricante aeronáutico europeo Airbus ha asegurado que el aumento de los aranceles afectará a las aerolíneas estadounidenses, que ya se enfrentan a una escasez de aviones en un contexto marcado por la crisis del fabricante estadounidense Boeing con los aviones 737 MAX.
El fabricante europeo de aviones aseguró que continuará las conversaciones con sus clientes estadounidenses para "mitigar los efectos de los aranceles en la medida de lo posible", aunque espera que la oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos cambie su posición, según recogió la agencia Reuters.
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