Toxo afirma que hay trabajadores que no harán huelga por recibir amenazas de despido

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, afirmó este jueves que una simple gripe de un trabajador en una empresa con menos de diez empleados puede devenir en causa de despido, por el tratamiento que recibe el absentismo en la reforma laboral.

En unas declaraciones a TVE, Fernández Toxo incidió en que se deja al albur de las empresas millones de puestos de trabajo por las facilidades que da la reforma laboral.

Asimismo, aseguró que el éxito de la huelga general no estará en los datos de seguimiento, que serán discutidos, sino en que sirva de verdad para cambiar las políticas que la han motivado.

Además, subrayó que los piquetes informativos no coaccionarán a los trabajadores para que no vayan a sus puestos de trabajo y añadió que los sindicatos son los menos interesados en que la imagen de la huelga sea una luna rota "porque sabemos la trascendencia que luego tiene".

Fernández Toxo criticó las palabras del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, en las que dijo que el éxito de la huelga depende de los piquetes y de los servicios mínimos, y señaló que el miedo que el jefe de la patronal intenta transmitir "no es el mejor consejero para este debate".

En este sentido, indicó que también hay que tener en cuenta que hay trabajadores que quieren secundar la huelga pero sus empresas les amenazan con un despido o con no pagar sus salarios, algo de lo que "Díaz Ferrán es un experto en esto".

También en unas declaraciones a TVE, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, destacó que el Gobierno tendrá que rectificar su política económica tarde o temprano.

En su opinión, el juez más duro del Ejecutivo no será la huelga, sino la realidad que ya está demostrando que la reforma laboral no vale.

Sobre la posibilidad de que los sindicatos se vuelvan a sentar a negociar con el Gobierno, Méndez subrayó que éste no tiene credibilidad para apelar al diálogo después de romper el diálogo social, imponer la reforma laboral y poner el Pacto de Toledo al borde del precipicio.