Toribio: "Los costes sociales de la crisis han sido dolorosos, pero no inútiles"

Foro Joly Andalucía

El economista cree que España crecerá por encima del 0,8% que prevé el consenso de los analistas. El paro y el atasco del crédito, los mayores obstáculos del crecimiento.

Juan José Toribio, en un momento de su intervención en el hotel Barceló Renacimiento de Sevilla.
Juan José Toribio, en un momento de su intervención en el hotel Barceló Renacimiento de Sevilla.
T. Monago Sevilla

03 de diciembre 2013 - 05:02

Hay luces y sombras, pero en el balance la economía española comienza a repuntar, y lo hará a mayor ritmo del esperado. Ésa es la impresión de Juan José Toribio, profesor emérito de economía del IESE y presidente del Centro Internacional de Investigación Financiera, quien ayer participó en el Foro Joly Andalucía, patrocinado por Atlantic Copper. Toribio incluso se atrevió a desafiar el consenso de los analistas -citó el panel que elabora la fundación de las cajas de ahorros, Funcas- y pronosticó que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá por encima del 0,8%. Por una simple razón: cuando empiezan a aflorar signos alentadores, la economía comienza a entrar en una espiral positiva, ya que el optimismo alimenta el optimismo. Al final, casi todo consiste en un estado de ánimo.

Aunque Juan José Toribio, a lo gallego, también añadió que todo depende. ¿De qué? De cómo evolucionen esas luces y esas sombras que se ciernen sobre la economía española. Entre los síntomas esperanzadores está, por ejemplo, la mejora de la economía de los países desarrollados. O que los inversores extranjeros ya no tengan dudas sobre el futuro del euro, gracias, entre otras cosas, a las medidas puestas en marcha por el Banco Central Europeo (BCE) y al proceso de unión bancaria. "Eso ha sido tremendamente positivo, ya que ha provocado un retorno de capitales hacia España. Eso fue lo que quiso decir el presidente del Santander, Emilio Botín, cuando dijo que llegaba dinero de todas partes".

Otro dato para la esperanza: España ha pasado de tener el segundo déficit por balanza de pagos del mundo a ser exportador de capitales en unos pocos años. Y esto ha sido posible, sobre todo, gracias a los "enormes ajustes" del sector privado. La "caída seria" de los salarios reales y el incremento del desempleo han conducido a un aumento de la productividad, lo cual ha llevado a España a "una ventaja competitiva importante" que se traduce en mejora de las exportaciones. "Los inversores potenciales siempre me preguntan: ¿Cómo lo han hecho ustedes? Y yo les digo: apretándonos el cinturón y pasándolo mal. Pero lo hemos hecho. Por eso no podemos pensar que los costes sociales de la crisis han sido inútiles. No han sido inútiles, dolorosos sí, pero no inútiles".

Otro elemento que anima a ver luz al final del túnel es el saneamiento de la banca. "Hemos hecho provisiones por valor de 240.000 millones, que equivalen al 25% del PIB", afirma Toribio, y ello sin contar los 70.000 millones para la recapitalización de algunas entidades. Aunque el profesor emérito, aquí, es taxativo: "Ese dinero ha sido para cubrir los desfases de capital no de la banca, sino de las cajas, y merece la pena distinguir entre ambos tipos de instituciones". A ello hay que sumar los procesos de fusión y adquisiciones, que han hecho que "de 51 entidades que poseían el 90% de los activos se haya pasado a 13". En términos relativos, afirma, la reforma del sector ha sido más importante que la llevada a cabo en EEUU.

Con los capitales llegando, sin déficit exterior y la banca saneada "es muy difícil no decir que las cosas van mejor; en estos aspectos están sustancialmente mejor", asegura Toribio.

Pero, admite, hay nubes negras que siguen ahí y que lo mismo pueden irse que desencadenar la tormenta. Algunas son la otra cara de la moneda de los aspectos positivos. Así, el altísimo desempleo -España es el tercer país del mundo con mayor tasa de paro- contribuye a la mejora de la productividad, pero también es un lastre. "Es, a la vez, uno de los mayores obstáculos para la recuperación de la economía", avisa Juan José Toribio. Y continúa: "Con seis millones de parados y tres millones que ya no cobran prestación es muy difícil reactivar el consumo privado, y eso es el 60% del PIB". Conclusión: "Resolver problema del desempleo no es sólo una obligación social y ética, sino un elemento necesario para reactivar la economía".

De igual modo, no todo es de color de rosa en el saneamiento del sistema bancario. El principal problema es que ha llegado tarde. "Se ha producido en los últimos meses y las entidades aún tienen que digerir la reestructuración antes de reanudar el flujo de crédito". Y, mientras el dinero de la banca no llegue a la economía real, "será muy difícil estimular el crecimiento". Entretanto, el sector público se encuentra con un panorama, afirma Toribio, en el que no tiene más remedio que reducir el déficit: la recaudación sigue sin repuntar, hay que pagar las prestaciones por desempleo y también los intereses de la deuda generada. "Hay que rebajarlo, lo queramos o no, con mayor o menor profundidad, pero no hay más remedio". Y más impuestos o más recortes (o ambas cosas a la vez) no estimulan la economía, sino más bien al contrario: "Eso ayuda muy poco a estimular el crédito y a estimular el empleo".

Esta combinación de desempleo, atasco del crédito y recorte del déficit público es el círculo vicioso que ha dominado la economía -y lo sigue haciendo- en los últimos años. Está por ver si las luces mencionadas anteriormente lograrán romperlo. "Estamos en mejor situación que antes para conseguirlo. Ciertas cosas van a mejor pero seguimos en un laberinto interno del que aún no hemos salido". El año que viene, la evolución de España va a depender mucho de cómo se comporten determinados factores. Si Europa sigue su camino de fortalecer el euro, si el crédito se reactiva antes de lo previsto, si el déficit público se reduce según lo fijado -y se contribuye así a generar confianza en los mercados-, si no se debilitan los mercados de exportación y si no hay tensiones sociales y territoriales ("que pueden tener un impacto serio en la economía", afirma), España podrá crecer más del 0,8% que espera el consenso de los analistas. Si ocurre al contrario, las perspectivas de recuperación se frenarán.

Toribio es optimista. Cree que España avanzará y si le dieran a firmar un crecimiento del 0,8% no lo haría. "Sería perder la oportunidad de crecer más", concluye.

stats