'The Economist' critica la "incapacidad" de Zapatero frente a la crisis
La revista británica, contraria a la subida del IVA, afirma que la sensación generalizada es que el país está a la deriva y que lo único que interesa al presidente es mantener la paz social, es decir, tener a los sindicatos contentos.
Londres/La revista británica The Economist critica en su último número la "incapacidad" del presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, para hacer frente a la "crisis política y económica" que atraviesa el país. El semanario económico afirma, en un amplio artículo titulado The mañana syndrome, que la lista de cosas que necesitan ser arregladas en España es extensa y que la sensación generalizada es que el país está a la deriva. "La mayor parte de los españoles no ven que la economía vaya a mejorar en el corto plazo. La fe en la clase política está tocando fondo. Los españoles ven ahora a los políticos como un problema mayor que su vieja pesadilla, el terrorismo", indica The Economist.
El artículo señala que los defectos estructurales de España fueron tapados por la burbuja inmobiliaria y han quedado expuestos ahora que ha estallado, desde el desempleo y el bajo crecimiento de la productividad, pasando por los problemas de las cajas de ahorro, y terminando en unas "chirriantes finanzas públicas". El problema de futuro, argumenta la publicación, es la reticencia del Gobierno socialista a aplicar una "cirugía radical", que puede llevar a España, en palabras de Lorenzo Bernaldo de Quirós, economista de Freemarket International Consulting en Madrid, a tener una "década perdida", como ocurre en Portugal y Japón.
El principal problema es el desempleo, que sólo disminuirá con un mayor crecimiento económico, y sanear las cuentas públicas, teniendo en cuenta que el déficit alcanzó el 11% del PIB en 2009. Según The Economist, el plan de austeridad presentado en enero por la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, para calmar a los mercados de deuda "todavía carece de detalles y tiene un defecto obvio", que el crecimiento del PIB no será a un ritmo del 3 por ciento en 2012 y 2013 como predice el Gobierno español.
Se critica también la subida del IVA, del 16 al 18% a partir del mes de julio, porque "mermará el gasto de los consumidores, haciendo que el crecimiento sea todavía más bajo", y se lamenta que el Gobierno no emprenda reformas más profundas del mercado laboral, que protege desigualmente a los trabajadores, y de las pensiones. Esto es así, se afirma en el artículo, porque "el máximo objetivo del señor Zapatero es conservar la paz social" o, en otras palabras, "mantener a los sindicatos contentos, incluso si las reformas (y el crecimiento) tienen que esperar".
The Economist indica, asimismo, que el sector financiero español se resiste a los planes de reforma porque algunas cajas de ahorro están fuertemente expuestas a los préstamos de la construcción y las viviendas y porque los gobiernos autonómicos, que tienen una autoridad importante sobre sus cajas, no quieren perder poder.
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