Spottorno apunta a los "máximos representantes" de Caja Madrid en las tarjetas opacas
El ex jefe de la Casa del Rey, que usó la visa en el IKEA o en el spa, dice que no era para gastos de representación, se declara un "mero" empleado y pide archivar su caso.
El ex jefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno ha pedido al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que archive el caso abierto contra él por las tarjetas opacas ya que fueron los "máximos representantes" de Caja Madrid quienes decidieron entregar las visa a los directivos y él fue un "mero empleado a estos efectos".
En un recurso, al que ha tenido acceso Europa Press, Spottorno, a quien el juez ha citado para el próximo 13 de marzo, asegura que su imputación por un posible delito de apropiación indebida es "contraria a derecho" y "lesiva" para sus intereses.
El diplomático, que utilizó la visa de Caja Madrid en el IKEA, en spas urbanos, farmacias, tiendas de electrodomésticos, joyerías o prestigiosas trajerías, explica que "no tenían la consideración de tarjetas de representación o de empresa", sino que se trataba de una retribución dada a consejeros y miembros de alta dirección para cubrir gastos no relacionados con sus cargos. Según dice, los usuarios podían disponer "libremente" del saldo de las tarjetas como una "parte de su retribución" y cuyo único límite era "cuantitativo". En este sentido, precisa que como director de la Fundación Caja Madrid disponía de una tarjeta de empresa que sí tenía como objetivo sufragar gastos inherentes a su función y sujeta a la obligación de justificar los movimientos.
Además, remarca que "no había obligación de devolver" el dinero endosado a esta tarjeta y que su emisión correspondió a la decisión de los "mandatarios y representantes legítimos" de la entidad. "Spottorno no ha participado en modo alguno en la decisión concerniente a la entrega de dichas tarjetas, habiéndose limitado a recibirla de quienes representaban a la entidad y a utilizarla según sus concretas indicaciones, que no eran para gastos de representación", añade.
El diplomático, que cargó unos 223.900 euros a este plástico y solía sacar 500 o 600 euros de una sola tacada en el cajero, presentó el pasado octubre su renuncia como consejero privado de Felipe VI para salvaguardar la imagen de la Corona, después de que su nombre apareciera en la lista de directivos y consejeros de Caja Madrid que presuntamente endosaron gastos personales, por valor de 15,5 millones, de euros a estas tarjetas opacas al fisco desde 1999 hasta 2012.
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