"En Sevilla capital es muy difícil invertir"

Inerzia, empresa especializada en asesoramiento, gestión y consultoría inmobiliaria en el sector terciario, conoce muy bien el mercado andaluz. En lo suyo, es una empresa de referencia en Andalucía, la más importante con diferencia de capital regional.

Por eso, y cuando la Junta parece poner una alfombra roja a los inversores para que vengan a Andalucía, su CEO, Íñigo Galán es una voz autorizada para testar el ambiente. "Lo de la inversión no es un tema de la Junta, es general, de todas las administraciones: la burocracia impide que vengan muchos proyectos a Andalucía", afirma. Eso no es óbice para que Galán abra alguna rendija al optimismo y observe que en algunos municipios se está reaccionando. "Por suerte, empieza a haber Ayuntamientos donde los alcaldes están impulsando oficinas para la tramitación de proyectos, y podría poner varios ejemplos, de distinto signo político: Dos Hermanas es un gran municipio donde se puede invertir. El alcalde es muy consciente y ahí está todo el desarrollo industrial, tecnológico... La ciudad del conocimiento, el polígono de la carretera La Isla, la Universidad Loyola Andalucía, el Megapark, la Ciudad Deportiva del Betis... Estepona es otro municipio donde da gusto invertir, las licencias se conceden en menos de un mes. Acaban de inaugurar allí un hospital comarcal con fondos municipales en gran parte. Otro es Benahavís, en la Costa del Sol".

¿Y dónde hay dificultad, trabas, problemas para invertir? "Hay un montón de municipios donde eso ocurre", dice, y solo da un nombre: Sevilla capital. "Es muy difícil invertir allí, hay muchos problemas, los proyectos se demoran...".

Interés en viviendas, hoteles, apartamentos turísticos y zonas logísticas

Ahora mismo, afirma, el inversor nacional está interesado sobre todo en Sevilla y Málaga y, dentro de estas provincias, en el mercado residencial, en el hotelero y en el de apartamentos turísticos. También está de moda la adquisición de suelo logístico, sobre todo en Sevilla, "pero hay muy poco suelo porque en la época de crisis hubo muy poco desarrollo urbanístico".

¿Cómo ha cambiado el mercado terciario? Pues entre 2005 y 2008 "todo valía", dice. "El dinero casi te lo regalaban y las empresas se lo pensaban menos a la hora de hacer sus inversiones". Hoy, sin embargo, "el dinero es más temeroso, las firmas se lo piensan más y también hay más profesionalización, la gente está más preparada". Otra diferencia, importante, es que el desarrollo del mercado 'on line', que ha reducido las dimensiones de los locales comerciales. "Son cada vez más pequeños. La gente se prueba las cosas en las tiendas físicas y luego compra por internet". Algo parecido ocurre en el mercado de oficinas, en menor medida y por otros motivos: "hacen falta menos metros cuadrados para el mismo número de empleados porque con las nuevas tecnologías se puede trabajar desde casa".