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"San Roque y La Rábida están entre las refinerías más eficientes del mundo"

Juan Antonio Vera. director de operaciones de cepsae

El directivo de la firma energética detalla los 2.000 millones que invertirá en Andalucía en los próximos años

Aspira en un futuro a un 10% de cuota de mercado en renovables

Juan Antonio Vera, en la torre Cepsa de Madrid. / Reportaje Gráfico: Inma Flores
J. Chaparro · R. Montenegro

27 de enero 2018 - 02:39

Edesde la planta 34 de la torre Cepsa, Madrid parece incluso abarcable. En la oficina del futuro, sin papeles sobre las mesas, sin puestos de trabajo fijos y formada por espacios abiertos, el director de Operaciones de Cepsa, Juan Antonio Vera, reflexiona para hablar del presente y futuro de la compañía de mayor facturación en Andalucía.

-Cepsa anunció una inversión de 40.000 millones de euros hasta 2030. ¿Cuántos se destinarán a sus plantas andaluzas?

-El plan de inversión está dividido en tramos de tres y cinco años. En el primer tramo se invertirán unos 7.000 millones de euros, de los cuales 2.000 se destinarán a Andalucía.

-¿A qué proyectos?

-En las refinerías siempre estamos haciendo inversiones de mantenimiento de la competitividad. Gastamos en ello 100 millones al año. Aparte de eso tenemos otros proyectos y el mayor es de unos 1.000 millones de euros para preparar la refinería de San Roque para los próximos 20 años, que es lo que hicimos en Palos hace unos años.

-¿Qué se va a hacer en San Roque?

-Cada vez se consumen menos productos pesados, menos fueles, y los fueles se necesitan con menos contenido de azufre. El objetivo es quitar los fueles para hacer más gasóleos y gasolinas, esa sería la inversión genérica. Tenemos un 20% de producto pesado y ese 20% lo queremos transformar en algo menos pesado y con menos azufre, es lo que llamamos fondo de barril. En la petroquímica también estamos haciendo inversiones constantes. Este año vamos a realizar una de 100 millones para traer la última tecnología a la planta de LAB (materia prima para detergentes) de Puente Mayorga. Queremos empezarla entre marzo y junio y sería preparar esa planta para los próximos 20 años. Cepsa ha desarrollado con UOP una tecnología mejor que la actual que hemos probado en nuestra planta de Canadá, un nuevo catalizador que se va a aplicar en San Roque. En lugar de realizar un mantenimiento la adaptamos a la mejor tecnología disponible hoy día.

-¿Cuál es el futuro a largo plazo entonces de las plantas andaluzas en un contexto en el que la inversión se está derivando a los países en crecimiento?

-La inversión se ejecuta para asegurarnos de que las plantas no se cierran. Cuando decimos que nos vamos a ir fuera es porque en España y Portugal, con la pirámide de población que tenemos y coches cada vez más eficientes, el consumo solo puede caer. Pero queremos que nuestras plantas sigan compitiendo. En Europa muchas compañías han dejado de invertir y se han salido del sector. En los últimos diez años se ha perdido el 15% de la capacidad de refino y seguramente se pierda un 10 o 15% más en los próximos quince años. El objetivo es no ser de los que salen.

-¿Augura algún cierre de refinería en España?

-De las nuestras no, pero tenemos tres y una está parada.

-Tenerife no se cierra.

-Técnicamente está parada y será muy difícil que la volvamos a arrancar. Cuando se construyó esa refinería estaba fuera de la ciudad, pero ahora la ciudad la ha rodeado. Además, el problema de Tenerife es que allí no llega el gas natural y así es muy difícil cumplir ciertos condicionantes ambientales. San Roque y La Rábida son otra cosa y hay que mantenerlas competitivas.

-¿El futuro de Cepsa pasa por ser cada vez más química?

-Depende de cómo se miren los números. Puede pasar que el margen comercial de la química sea igual que el del refino, pero en volumen la química no puede ser más del 15 o 20% de lo que refinamos, porque eso es lo que destinamos a la parte química. En Andalucía hay dos tipos química: la de materias primas para detergentes (LAB) y el fenol, que se utiliza para múltiples productos, como los cedés o las pantallas de los móviles. Y en las dos estamos creciendo. Con las plantas de Andalucía suministramos a Europa y África. Siempre que crezcan Europa y África nos irá bien a nosotros.

-¿Crecerá o se mantendrá el nivel de empleo?

-Todas las inversiones suponen contratar a más gente. Pero con la mejora de la eficiencia y unos sistemas cada vez más inteligentes se produce el movimiento contrario, baja el personal. En términos netos crecemos, con empleados fijos o continuos. Y siempre mantenemos un empleo constante en las empresas que contratamos gracias a las inversiones de mantenimiento.

-Acaban de lanzar su primer proyecto renovable, un parque eólico en Jerez. ¿Qué porcentaje de negocio se quiere alcanzar en este tipo de energía?

-En las renovables ha habido ciclos y en el que estamos ahora, en el que ya casi no hay subsidios, es más parecido a nuestro negocio, porque nuestro negocio es de puro riesgo. Cuando ponemos una refinería no tenemos una tarifa, nada que te vaya a remunerar. Nosotros vendemos electricidad y ahora lo que queremos es que sea tanto de gas como de viento. El gran salto que vamos a dar este año es Cepsa Hogar, que va a salir a final de este mes o principios del próximo. A partir de ahora se podrán contratar con Cepsa todas las necesidades energéticas, el combustible del coche y el gas y la electricidad de casa. Vamos a convertirnos en comercializadora y a ofrecer algo distinto: el descuento que demos en la factura energética doméstica lo vamos a convertir en carburantes.

-¿Qué cuota de mercado se han puesto como objetivo a corto o medio plazo en esta área?

-Aspiramos al 10% de la cuota. Cuánto tardaremos, no lo sé.

-¿Prevén ampliar su red de estaciones de servicio o el mercado está saturado?

-No dejan de construirse estaciones y las petroleras van perdiendo cuota. Estamos intentando centrarnos en las de más volumen.

-¿Cambiará la imagen de las estaciones de servicio?

-Todo lo que podamos incluir será bienvenido. El combustible es el que da el margen, el resto son servicios. Para nosotros son nuestra forma de llegar al cliente final, medimos el margen desde la refinería al cliente. ¿Añadir? Quizás lo nuevo será si se mete gas o electricidad, si de verdad hay crecimiento y entra, porque nadie sabe aún hacia dónde vamos en el mercado del automóvil. Hay proyectos para ver si en las estaciones podrían ponerse puestos de carga.

-El gasoducto Medgaz entre Argelia y Almería cumple 7 años de operación.

-Estamos muy orgullosos porque han transcurrido siete años de operación sin haber parado un solo día. Y es un gasoducto por el que entra el 22-25% del consumo de gas de España. Nuestro sueño sería aumentar la capacidad.

-Hace un par de años se analizó la posibilidad de que Cepsa vendiera su participación en Medgaz. ¿Se aparcó aquella idea?

-Cepsa está continuamente viendo posibilidades y Medgaz, si lo vendiéramos ahora, tendría una revalorización importante. Hicimos una prospección de mercado, pero nos pudo el corazón. Es nuestro proyecto y tenemos una relación estratégica con la compañía argelina. Estamos contentos, es una empresa independiente que va sola, su base está en Almería y tiene mucho personal andaluz.

-¿Qué perspectivas hay de que se consolide el cambio a gas natural en el transporte marítimo?

-Como los coches, nadie sabe por dónde va a ir. Analizamos este tema con mucho interés, porque somos suministradores de mucho combustible marítimo, sobre todo en la Bahía de Algeciras. Los barcos van a ir definitivamente hacia combustible de bajo azufre, lo que no se sabe es si será fuel, gasóleo o gas natural. Tenemos un proyecto en el Puerto de Barcelona porque tiene infraestructuras y en Huelva vamos a tener una barcaza, pero lo cierto es que a día de hoy todavía no hay una demanda clara. El problema es de logística: Barcelona y Huelva ya tienen el gas natural licuado, pero en Algeciras lo estamos viendo. Estamos estudiando con el Puerto y otras compañías cómo habilitar una infraestructura alimentada desde Huelva que no cueste tanto como una gran planta. Sería el gran puerto, sobre todo para contenedores. Ahora hay compañías de contenedores que están estudiando el gas. Y más allá, aquí hay infraestructuras, pero si un portacontenedores tiene que venir desde China, en su ruta tiene que tener también dónde repostar.

-¿Les causa muchos problemas la multiplicidad de regulaciones en el ámbito europeo, nacional, andaluz y local?

-No diría problemas, pero sí es verdad que tenemos mucha regulación a muchos niveles. Hay veces que los trámites administrativos pueden llevar mucho tiempo. También habría que reflexionar sobre cuál es el objetivo final y cómo se consigue. La regulación medioambiental como principio me parece positiva, sin duda nos tenemos que mover en ese ámbito. Pero si después no se ponen trabas a productos producidos sin esa regulación, por ejemplo en Marruecos, lo que probablemente estemos haciendo sea empeorar el problema global y trasladando el empleo de un lugar a otro.

-¿Europa debería ir más allá en los aranceles?

-Lo que hay que hacer es poner un condicionante. Si quieres evitar las emisiones, asegúrate de que el gasóleo que se vende en la UE no ha producido esas emisiones, pero garantízalo en el punto de venta, no en el de fabricación, porque entonces se mueve esa fábrica. Lo ilógico sería que yo llegase a la conclusión de que es mejor tener en Marruecos la refinería para suministrar a Andalucía. Si las importaciones no siguen las mismas reglas que los productos europeos el movimiento es asimétrico.

-¿Es difícil resistir la tentación de instalar una refinería en Marruecos?

-Depende. Si construyésemos una refinería nueva sería muy difícil que se pusiera en Europa y ese es un problema que la Unión Europea tiene que pensar. En el caso de nuestras plantas seguimos invirtiendo con el objetivo de que la planta sea tan moderna y eficiente que cueste mucho trabajo poner a ese nivel cualquier otra planta. Es un reto como empresa. Nosotros usamos mucho las referencias internacionales de eficiencia en refinerías y La Rábida y San Roque están entre las mejores del mundo.

-¿Hacia dónde va la responsabilidad corporativa de Cepsa?

-A que se nos vea que participamos en la sociedad. No te puedes quedar solo en la parte industrial. Ahora, más que hacer más cosas, lo que ocurre es que las contamos. Hay ciertos países que también nos han ayudado a replantearnos la RSC, porque hay sitios en los que te reclaman hacer algo y una vez que te obligan en un país lo haces en todos en los que tienes presencia. Eso tiene una retroalimentación positiva, acabas dando el máximo en cada país.

-¿En qué áreas?

-Educación, patrimonio y medio ambiente, si te dispersas mucho el efecto no es el mismo.

-¿Y el deporte? ¿Volveremos a ver el nombre de Cepsa en la camiseta de algún equipo de fútbol?

-Como política de empresa vamos a intentar salir del deporte profesional. Preferimos patrocinar los equipos de las escuelas que uno profesional.

-La Junta de Andalucía presentó el año pasado un pacto por la industria junto a una estrategia industrial. ¿Van bien encaminados?

-Que la Junta de Andalucía se preocupe por tener un pacto de competitividad que fomenta el empleo, la innovación y el crecimiento es un lujo como concepto. Si se compara con nuestro plan 2030 no es tan distinto. Queremos crecer, crear empleo, innovar e internacionalizar.

-Pero ¿pasa del papel a la realidad?

-Lo bueno de estos pactos es que nos obligan a todos. Por ejemplo, en cuanto a los trámites, nosotros nos obligamos a presentar algo que sea aprobable. Y la administración me tiene que ayudar, porque hemos publicitado que nos vamos a ayudar mutuamente.

-¿Cómo se imbrica su participación en Corporación Tecnológica de Andalucía en esa política de desarrollo industrial?

-Nosotros como empresa lo que queremos es que Andalucía crezca, se desarrolle y tenga la mejor formación educativa posible, también porque nos gusta que nuestra gente tenga una cualificación muy alta. Y ahí está CTA. Si tenemos relaciones con las universidades, promovemos que haya proyectos, de ahí también sale gente que podemos contratar.

-Ahí entran las tres cátedras Cepsa.

-Las cátedras son una parte. Pero lo que tenemos que tener es cada vez más proyectos, más que presupuesto. Todo lo que sea generarlos alrededor de cátedras o de grupos de trabajo de la universidad supone un beneficio para ambas partes.

-En ciudades como Huelva o en el Campo de Gibraltar, hay quejas respecto a las grandes empresas porque apenas si se implican en reivindicaciones como la mejora de las infraestructuras. Ocurre, por ejemplo, con la línea de tren Algeciras-Bobadilla.

-Para todo lo que sea promover infraestructuras pueden contar con nosotros. Precisamente, ahora vamos a mejorar nuestra posibilidad de cargar en ferrocarril en Huelva. Todo lo que sea una mejora de la flexibilidad logística es mucho mejor para los puertos y para nosotros. Pero además lo haremos de forma egoísta, porque a nosotros nos conviene. Iremos de la mano de las autoridades portuarias en esto.

-¿Qué supondría la mejora del tren para Cepsa, tanto en el Campo de Gibraltar como en Huelva?

-No lo tenemos cuantificado, lo vemos como una cuestión de flexibilidad logística. Y en el caso particular de Algeciras todo lo que ayude a aumentar el tráfico de contenedores significa nuevos clientes para nosotros. Que crezcan los puertos de Algeciras y Huelva es bueno para nosotros por definición. Es más, todo lo que sea que Algeciras mejore frente a Tánger, mejor.

-La Confederación de Empresarios de Cádiz promueve una convocatoria en demanda del Corredor Mediterráneo. ¿Veremos ahí a Cepsa?

-Creo que sí, ahí estaremos. El Corredor va a necesitar mucho apoyo, es de esas obras que probablemente habría que haberlas hecho en época de bonanza.

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