Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
José María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada falleció sobre las 10 de la mañana de ayer en el hospital Santa María de El Puerto, a los 84 años de edad y tras dos días de agonía. El empresario jerezano había sido ingresado el pasado día 17 de agosto tras sufrir un tropiezo en el domicilio de la familia en la urbanización Vistahermosa, que le provocó una fractura de cadera. El informe médico señala como causas de la muerte la fractura de cadera complicada por una posible neumonía aspirativa y con otras patologías propias de su avanzada edad y de su deteriorado estado de salud, entre las que cita, fundamentalmente, la insuficiencia respiratoria.
El médico que atendió a Ruiz-Mateos en sus últimas horas informó en la tarde noche del viernes a los familiares del agravamiento de su estado de salud y del posible desenlace que finalmente se produjo a media mañana de ayer, acompañado de su mujer, Teresa Rivero, y gran parte de su extensa familia -tenía 13 hijos y 58 nietos-. El fundador de Nueva Rumasa padecía desde hace años la enfermedad de Parkinson.
Los restos mortales del fundador de Rumasa fueron trasladados horas después de certificarse su muerte a la residencia de las Hermanitas de los Pobres en la localidad portuense, donde fueron recibidos por su viuda y algunos de sus 13 hijos. Por decisión expresa de la familia, el velatorio transcurrió en la intimidad, permitiéndose únicamente el acceso al recinto de familiares y allegados, que asistieron al responso oficiado en la capilla del pequeño tanatorio de esta residencia de ancianos.
La superiora de esta congregación religiosa en El Puerto, la hermana Inés, confirmó que el pasado sábado se puso en contacto con la familia tras conocer el empeoramiento del estado de Ruiz-Mateos para ofrecerles la posibilidad de velar al empresario en un lugar de recogimiento íntimo.
La superiora explicó a los medios congregados a las puertas que José María Ruiz-Mateos era uno de los principales benefactores de esta orden hasta que hace una década cerró sus puertas en Jerez, motivo por el que le ofrecieron sus instalaciones para que pudieran velar los restos lejos de la mirada de curiosos. "Querían un sitio discreto y con privacidad como el que tenemos nosotros para nuestros residentes y aceptaron el ofrecimiento", explicó sor Inés, quien manifestó que "José María era una persona maravillosa, siempre preocupado de mirar por los demás y cuando estábamos en Jerez y visitábamos las bodegas, los operarios siempre le daban muestras de su cariño". "Lo tengo como un hombre muy bueno y desconozco los problemas judiciales que pudiera tener", apostilló la hermana Inés.
Los familiares, entre los que en ningún momento se dejó ver su viuda Teresa Rivero, recibieron entre muestras de dolor los restos de Ruiz-Mateos en el jardín trasero del asilo de ancianos de las Hermanitas de los Pobres, hasta donde fueron trasladados por los servicios funerarios a mediodía de ayer.
Según la información recabada por este medio, el grueso de la familia se encontraba ayer de viaje hacia El Puerto tras confirmarse el fallecimiento del fundador de Rumasa. Entre los hijos que recibieron los restos del empresario en el asilo figuraban Zoilo, el primogénito del matrimonio Ruiz-Mateos Rivero, José María, Pablo, Paloma y Socorro, a los que acompañaban otros miembros del clan familiar cuya identificación no fue posible y a los que posteriormente se unió Alfonso, quien eludió hacer declaraciones a los medios.
A su salida del asilo, el sacerdote que ofició el responso manifestó que es una gran pérdida para la familia, que atraviesa momentos de mucho dolor porque han perdido a un marido y a un padre". En el responso estuvieron presentes allegados de los Ruiz-Mateos, entre ellos el ex rejoneador y bodeguero Álvaro Domecq, quien expresó su pesar por su muerte y trasladó sus condolencias a la familia, a la que "acompaño en el sentimiento por su gran pérdida". El chorreo de allegados para transmitir su pésame a la familia se intensificó por la tarde. También acudió al asilo el ex alcalde de Rota Felipe Benítez Ruiz-Mateos, que pese a compartir apellido, no guarda ningún parentesco con el empresario.
En cuanto a Álvaro y Javier, los hijos menores de Ruiz-Mateos que cumplen actualmente condena en la prisión de Navalcarnero por un delito contra la Hacienda Pública, la familia renunció a contar con su presencia para evitar la imagen de su traslado bajo escolta policial.
El funeral será oficiado por el obispo de la Diócesis Asidonia-Jerez, José Mazuelos, en la iglesia parroquial mayor de Nuestra Señora de la O de Rota, localidad natal de José María Ruiz-Mateos y de la que fue nombrado en 2006 Hijo Predilecto.
Fuentes del municipio roteño confirmaron que el sepelio tendrá lugar a las 13.30 horas y que la familia espera autorización judicial para proceder al posterior entierro en el panteón familiar en la misma iglesia parroquial, en el que descansan los restos de sus padres Zoilo Ruiz-Mateos y Encarnación Jiménez de Tejada.
Las mismas fuentes indicaron que el columbario de esta iglesia parroquial está situado junto a la capilla de la Virgen del Rosario, patrona de Rota y a la que Ruiz-Mateos profesaba gran devoción. De hecho, recordaron las fuentes, el fundador de Rumasa sufragó en 2003 los gastos de la coronación canónica de esta Virgen.
De todos era conocida la devoción mariana y religiosa de Ruiz-Mateos, cuya muerte coincide con la víspera de la festividad de la Natividad de la Virgen, también conocida como 'el día de las mil vírgenes'.
El Ayuntamiento de Rota no tiene previsto decretar duelo por el fallecimiento del empresario, pero habilitará un dispositivo policial para velar por la normal celebración del sepelio dado su interés mediático y prevenir posibles aglomeraciones en las inmediaciones de la parroquia de Nuestra Señora de la O.
Ruiz-Mateos, el empresario que por dos veces levantó y perdió uno de los grandes conglomerados económicos de la historia de España, Rumasa, nació en Rota un 11 de abril de 1931. Durante los últimos años, el patriarca de la familia Ruiz-Mateos ha visto deteriorada su salud. De hecho, el pasado 18 de junio, Ruiz-Mateos ingresaba en el hospital madrileño Gregorio Marañón de Madrid por un empeoramiento de su salud tras pasar su primera noche en la cárcel Soto del Real por una orden judicial.
Ocho días después, el 26 de junio, el empresario jerezano fue puesto en libertad por resolución del juez ante el deterioro de su estado y los síntomas de Parkinson acreditados por un informe médico, según indicaba su abogado Marcos García-Montes, quien ayer recordó que su salida de prisión se decidió tras la aportación de documentación médica que diagnosticaba un estado físico con deterioro de la habilidad cognitiva, comunicativa y funcional.
El letrado había solicitado la suspensión de la pena amparándose en una enfermedad neurológica muy grave con padecimientos incurables.
También te puede interesar
Luis Calabozo, director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil)
“Los productores de leche necesitan modernizarse para garantizar el aprovisionamiento”Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
“Avanzando desde Andalucía: claves para la internacionalización de pymes”
El vídeo resumen del encuentro “Avanzando desde Andalucía: claves para la internacionalización de pymes”Lo último
41 Comentarios