Portugal, un país de salarios bajos amenazado por la inflación

El Estado luso se aleja de sus vecinos del flanco occidental y se alinea cada vez más con el Este: es el sexto país de los Veintisiete con el salario medio mensual más bajo

Billetes y monedas de euros
Billetes y monedas de euros / PIXABAY
Efe

08 de mayo 2022 - 13:07

La negativa del Gobierno socialista luso a impulsar aumentos salariales para "no alimentar la espiral inflacionista", con un IPC que supera el 7%, coloca de nuevo en primer plano uno de los problemas estructurales que la economía local no consigue superar: Portugal es un país de salarios bajos.

Con el mayor incremento de precios desde 1993 (un 7,2% en abril), António Costa ha sido claro: "No nos vamos a embarcar en la ilusión de que se aumenta el poder de compra y se combate la inflación sólo con subidas de ingresos".

El socialista ha encontrado un aliado en Mário Centeno, quien fue su ministro de Finanzas y ahora ocupa el cargo de gobernador del Banco de Portugal, y que esta misma semana pidió "cautela" con los aumentos salariales.

Pero los expertos consultados por EFE coinciden en que esta política derivará en una pérdida real del poder de compra de los portugueses en un país, aseguran, donde los salarios ya son bajos.

La remuneración bruta mensual media por trabajador ascendió a 1.361 euros en 2021, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) luso.

En Europa, Portugal se aleja de sus vecinos del flanco occidental y se alinea cada vez más con el Este: es el sexto país de los Veintisiete con el salario medio mensual más bajo, solo por delante de Letonia, Polonia, Lituania, Hungría, Rumanía y Bulgaria, apunta Eurostat.

"En Irlanda se gana el doble y en España un 50 % más", se quejaba recientemente el banquero luso António Horta Osório en una conferencia, en la que calificó la situación de "dramática".

Cada vez más peso del salario mínimo

Portugal debería estar más próximo a países como España dado el nivel de interconexión de las dos economías, sostiene a EFE el economista José Reis, de la Universidad de Coimbra, que explica que "los salarios medios son bajos comparativamente con otros países y se han ido aproximando cada vez más al salario mínimo".

Desde que asumieron el Gobierno, los socialistas han apostado por una política de mejoras del salario mínimo, que ha pasado de 505 a 705 euros entre 2015 y 2022, casi un 40 % de subida.

Pero ese incremento no se ha trasladado al resto de remuneraciones y, según un reciente informe del INE, en los últimos siete años el sueldo medio apenas creció un 16 %.

"El Gobierno ha tenido mucho éxito en el aumento del salario mínimo, pero se crea un desequilibrio cada vez mayor con el salario medio", coincide el economista Pedro Martins, de la Nova SBE, que considera que es una estrategia "muy incompleta" y es necesario aumentar la productividad y mejorar los servicios públicos.

Alerta además de que la situación se agravará si los sueldos no acompañan a la inflación: "Va a haber una pérdida de rendimiento real de los trabajadores", asegura a EFE.

Y las medidas anunciadas por el Gobierno para combatir la inflación, como rebaja fiscal en los combustibles, "no son suficientes" para evitar la pérdida salarial, avisa por su parte José Reis.

"En términos reales los salarios en Portugal van a quedar todavía más bajos que en otros países", advierte.

El semanario luso "Expresso" alertaba esta semana de que la caída real de los salarios será este año la mayor registrada en Portugal desde los tiempos de la troika (2011-2014).

Pérdidas en los funcionarios

Quienes ya han empezado a notar el impacto son los funcionarios, cuyos salarios se actualizaron en 2021 un 0,9 %, cuatro décimas por debajo de la inflación.

"Es otro año en el que los trabajadores de la Administración Pública van a perder con esta política de bajos salarios y contención salarial", lamenta a EFE el secretario general de la Federación de los Sindicatos de la Administración Pública (FESAP), José Abraão.

El líder del sindicato, adscrito a la UGT -de tendencia socialista-, advierte que los trabajadores "tienen dificultades en entender" por qué el Gobierno no apuesta ya por subir los salarios, como afirma que es su voluntad en esta legislatura.

"Era importante que el Gobierno pudiese desde este momento dar una señal de que es una apuesta que se toma en serio", señala.

Por el momento, el Ejecutivo ya les ha avisado de que este año no habrá nuevas subidas salariales.

¿El año que viene? Habrá que esperar: dependerá de la negociación sindical, la inflación y la "capacidad presupuestaria", avisó Costa.

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