Perfil: Herrero, un patrón de patronos forjado en la organización
Santiago Herrero. Patronal y Santiago Herrero (Sevilla, 1947) son un binomio desde hace cuatro décadas. Con veintiséis años de edad, un joven Herrero decide dejar las oposiciones a intervención municipal para dedicarse a la abogacía como pasante en el despacho del prestigioso letrado Servando Meana. Actividad que compagina con su trabajo, desde el 1 de agosto de 1973, con su trabajo en el consejo de empresarios del Sindicato vertical, que preside Manuel Otero Luna. Un año después es secretario general del consejo. Con la llegada de la democracia, participa activamente en la creación en 1977 de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), de la que fue su primer secretario general, con Juan Salas Tornero como presidente. La carrera local de Herrero se termina en 1981: abandona la CES y se dedica a asesorar empresas desde su despacho de abogado. Y en 1983 empieza su periplo regional: es elegido secretario general de la CEA. Diecinueve años después, en 2002, asciende a presidente de los empresarios andaluces y vicepresidente de la CEOE. De su antecesor, Rafael Álvarez Colunga, hereda tres acuerdos de concertación social -el primero de ellos había sido suscrito por Manuel Otero Luna-, y firma otros dos más. No obstante, su participación en todos ellos resulta decisiva, sea como urdidor en la sombra o como protagonista ante los focos en calidad de líder patronal. Su capacidad de entendimiento con antagonistas a priori como son los sindicatos y los gobiernos socialistas de la Junta, sacan a relucir sus dotes como negociador y su capacidad para acercar posturas dispares. Sus enemigos, sobre todo en la CEOE, han aprovechado estas virtudes para atribuirle el estigma de una excesiva cercanía a los socialistas andaluces. Posiblemente éste fue uno de los lastres que le impidieron satisfacer su máxima aspiración: presidir la CEOE. En 2007 fue derrotado por Gerardo Díaz Ferrán, un empresario hecho a sí mismo con un perfil completamente opuesto al del histórico dirigente José María Cuevas, un producto de la organización patronal sin apenas experiencia empresarial, al que Santiago Herrero siempre ha considerado uno de sus referentes. Tras la caída de Díaz Ferrán en 2010, ahogado por la gestión de sus empresas y actualmente en prisión, Herrero fue derrotado por segunda vez por el líder de la patronal catalana, Juan Rosell, cuya trayectoria profesional, desarrollada casi en su totalidad en organizaciones patronales, era muy similar a la suya propia. Aunque ambos lo niegan en público, la relación entre Rosell y Herrero nunca ha sido estrecha. Y los problemas judiciales a los que se enfrenta la patronal andaluza no son precisamente del agrado de una CEOE que trata de recuperar el prestigio perdido después de ver a uno de sus ex presidentes entre rejas.
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