Perfil: González de Lara, más del norte que del sur

Los empresarios dicen que el próximo presidente de la CEA es una persona "profesional, meticulosa, formal y trabajadora" que suele delegar poco.

Ángel Recio

13 de diciembre 2013 - 06:53

Dicen los que le conocen que Javier González de Lara parece más del norte que del sur por su seriedad y carácter metódico. "Es difícil que le pillen haciendo el indio o que se lo encuentren por ahí en un bar", comenta un empresario malagueño allegado desde hace años. Se hable con quien se hable, hay un denominador común: todos señalan que el posible futuro presidente de la CEA es "profesional, meticuloso, formal y trabajador". Si acaso, destacan que es muy presidencialista, controlador y que tiende a echarse todo el trabajo a la espalda, por lo que le gusta poco delegar. En este sentido, le recomiendan que se rodee de un buen equipo porque el reto que tiene ante sí en la patronal andaluza es grande.

Es licenciado en Derecho, acaba de cumplir 50 años y lleva ligado a la organización empresarial desde los 23, cuando era adjunto del ya fallecido Javier Ciézar, el entonces secretario general de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). En 1991 fue elegido secretario general en Málaga y, entre 2007 y 2011 lo compaginó con la vicepresidencia ejecutiva. Hace dos años sucedió a Vicente García como presidente ejecutivo y dejó como secretaria general a Natalia Sánchez, su mano derecha y la primera mujer que accedió a este tipo de cargo en las patronales de esta comunidad. En la CEA, además, es miembro del comité ejecutivo y contador, es decir, el que realiza las auditorías internas para que todo funcione bien.

Como empresario, fundó la compañía Málaga Visión en 1995 junto a otro socio, una firma especializada en tiendas turísticas. Durante unos años gestionó un local comercial en la Casa Natal de Picasso y ahora posee establecimientos en el aeropuerto de Málaga o la estación marítima, entre otros puntos. Desde abril es también presidente de Aval Unión, una sociedad de garantía recíproca que concede avales a pymes en Andalucía oriental.

Le tentaron para entrar en política, pero prefirió quedarse en el mundo empresarial. Posiblemente no hubiera sido un mal político porque, según afirman sus personas cercanas, "tiene mucho cuidado con lo que dice, es muy dialogante y nunca le he visto perder la compostura incluso en huelgas y momentos tensos". De hecho, aseguran que su relación con los sindicatos es "inmejorable".

En el plano personal tiene varias pasiones. La primera es su familia -está casado y tiene dos hijos- y le encanta todo lo que tenga que ver con la cultura. Es yerno de la poetisa María Victoria Atencia y, dicen, "le gusta leer mucho y estar informado". Su segunda gran afición, que en su caso es prácticamente otra profesión, es la pintura. González de Lara es un reconocido pintor de marinas que ya ha realizado 12 exposiciones individuales y ha participado en 85 colectivas tanto en España como en Tokio, Colombia o Estados Unidos. Hasta el Rey tiene un cuadro suyo. Siempre que puede se refugia en su estudio de la calle Císter en la capital malagueña y se pasa las horas pintando. El próximo día 20, de hecho, inaugura una nueva exposición individual en una galería de Málaga.

Es católico practicante, le gusta la Semana Santa y el fútbol, siendo seguidor del Málaga CF y del Madrid. Colabora en acciones sociales con el Obispado y cuentan que en su juventud llegó a actuar junto a Antonio Banderas en el teatro romano en una representación del grupo universitario ARA.

González de Lara será, si resulta elegido, el quinto presidente de la CEA y el segundo malagueño, después de que Manuel Martín Almendro la fundara en 1979. "Es la mejor opción que hay e, incluso en votación cerrada, tiene el apoyo de todos. No obstante, le dan un dulce envenenado porque hay muchas cosas que hacer, mucho dinero que buscar y debe encontrar soluciones a la mala situación económica de la CEA", dice un miembro de la ejecutiva.

Al margen del aspecto puramente económico, el letrado y empresario malagueño intentará seguir defendiendo la figura del empresario ante la sociedad, una de sus mayores preocupaciones desde hace décadas. "Queríamos cambiar la imagen distorsionada y negativa que existía del empresario. Recuerdo que al principio íbamos a los institutos de Formación Profesional a contar lo que era ser empresario y en algunas ocasiones peligró incluso nuestra integridad física", destacaba González de Lara en una entrevista con este diario hace unos años.

El, por ahora, presidente de la CEM asume el papel con optimismo, ilusión y ganas de cambiar el modelo, descentralizando la patronal de Sevilla y llevándola al resto de provincias. Le va a hacer falta la paciencia y perseverancia que destila al pintar sus cuadros.

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