Pastrana: "La reforma se resume en un solo derecho: el despido con 20 días de indemnización"

Manuel Pastrana. Secretario general de UGT-Andalucía

El secretario regional de UGT anuncia una campaña de movilizaciones continua más allá de la huelga que hará al Gobierno replantearse el contenido de la reforma para negociarlo con los agentes sociales

Guadalupe S. Maldonado

28 de marzo 2012 - 07:57

-Tanto UGT como CCOO han calificado esta huelga general de reto histórico, ¿qué hace que este paro sea quizá más importante que otros?

-La huelga está motivada por la reforma laboral impuesta por el Gobierno. Esta reforma es un hecho absolutamente histórico, ya que supone la eliminación del conjunto de los derechos laborales de los trabajadores tal y como los conocíamos hasta ahora. Ahora todos los derechos se resumen a la voluntad que tenga el empresario para mantener cosas tan elementales como el salario, la jornada, la localización del puesto de trabajo, las funciones y el despido. En realidad la reforma se resume en un único derecho: a que te despidan con una indemnización de 20 días por año trabajado y doce mensualidades.

-¿Tan profundo es el cambio para el mercado de trabajo? ¿Qué consecuencias tendrá esta nueva normativa?

-La reforma elimina los derechos laborales en este país y nos equipara a aquellas zonas del mundo donde cada empresario establece su propio sistema de relaciones laborales en función de los intereses que tiene. Además, supone una ruptura con la tradición de las relaciones laborales en la democracia en nuestro país, que se han basado en el diálogo y en la negociación. De hecho, la propia reforma laboral encierra la semilla del conflicto, porque al arrebatar los derechos a los trabajadores, es la única opción que deja para defenderlos. Y el conflicto terminará siendo perjudicial para las empresas. Habrá una primera fase de sometimiento por parte de los trabajadores, que será breve, y después vamos a vernos permanentemente inmersos en una situación de conflicto empresa a empresa, sector a sector.

-¿Qué espera del día 29 y, sobre todo, qué cree que se podrá conseguir a partir del 30?

-El día 30, o el mismo día 29, el Gobierno intentará negar el éxito de la huelga, es lo habitual cada vez que se convoca un paro general. Y nos encontraremos en el inicio de un proceso en el cual el Gobierno empezará a replantearse qué es lo que puede poner encima de la mesa del contenido de la reforma laboral para negociarlo con los agentes sociales. Si no hay una reacción clara por parte del Gobierno y disposición a negociar, nosotros vamos a continuar. Ya están previstas las movilizaciones que se van a hacer a partir del día 29. La huelga no va a ser más que un episodio en una confrontación con el Gobierno y con los empresarios que va a durar tanto como estén dispuestos a aguantar la posición que mantienen, tanto como estén dispuestos a sostener la reforma laboral sin modificarla. En este país no se va a trabajar sin derechos por mucho que en estos momentos el Gobierno del PP y la CEOE se empeñen.

-Así que lo que le espera al Gobierno es una lucha continuada por parte de los sindicatos...

-La reforma encierra una semilla de un conflicto muy potente que el Gobierno no tendrá más remedio que afrontar. A ninguna empresa le interesa tener un conflicto permanente con sus trabajadores y a ningún Gobierno le interesa tener un conflicto permanente en la calle. Y eso es lo que va a tener en tanto en cuanto mantenga la reforma laboral.

-Pero el proceso puede ser largo, teniendo en cuenta que el PP tiene mayoría absoluta y que ha puesto en marcha una reforma sin contar con los sindicatos...

-No sé hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno. Nosotros estamos preparados para que esto dure mucho, estamos preparados para una larga batalla. Y además somos conscientes de una cosa: que no hay ningún poder, ni el poder de la mayoría absoluta del PP, ni el poder económico que está detrás de la estrategia que sustenta este tipo de políticas, ni el poder mediático que está permanentemente apoyando las tesis del Gobierno que puedan hacer algo frente al poder de la gente en la calle reivindicando pacíficamente sus derechos. El Gobierno tiene que partir de una idea: no tiene ningún arma, ninguna, para someter la fortaleza de la gente en la calle reivindicando sus derechos. Y, por lo tanto, tarde más o tarde menos, no va a tener más remedio que ceder. Nosotros estamos dispuestos a sentarnos a negociar en cualquier momento, así que cuanto antes lo haga, mejor para todos. Nuestro objetivo no es hacer huelgas generales ni estar movilizarnos permanentemente. Nuestro objetivo es lo contrario, negociar, pactar, llegar a acuerdos... De hecho, el 25 de enero llegamos un acuerdo con los empresarios que no tiene precedentes en Europa. Un acuerdo que garantizaba todos los mecanismos que los empresarios demandaban para poder actuar en una situación de crisis salvaguardando el empleo. Pero el Gobierno y parte del empresariado tenían otra estrategia que era la reforma laboral.

-Tanto el Gobierno como los empresarios aseguran que no es un buen momento, que la huelga le va a costar mucho al país. ¿Tienen algo de razón?

-Las estrategias de propaganda barata que utilizan para intentar convencer a la gente de que la huelga es una especie de desastre son simplemente propaganda, descalificación. El Gobierno tiene en sus manos evitar el conflicto y no ha querido. Ha optado, amparado en su mayoría absoluta, por imponer una reforma que supone quitarle a la gente todo. Ningún trabajador en este país tiene ningún derecho, ninguno. Hoy los trabajadores españoles tenemos más elementos comunes en cuanto a nuestras relaciones laborales con los trabajadores marroquíes que con cualquier trabajador europeo. Eso que dicen de que la reforma laboral nos acerca a Europa es una de las mentiras con las que el Gobierno intenta justificarse. Los empresarios que han despedido en este país a cinco millones de trabajadores, van a venir ahora con el cuento de que con la huelga se pierde... Oiga, pues evítenlo, nosotros estamos defendiendo nuestros derechos. La imagen de España se deteriora por la política que se está llevando a cabo. Y esto no lo han creado los trabajadores ni los sindicatos. Esta crisis la han creado las grandes empresas, los dichosos mercados, los agentes del capitalismo internacional sin control. ¿Y ahora nos van a echar la culpa a nosotros, que convocamos una huelga defendiendo los derechos de los trabajadores, de que España va a perder? España ha perdido y va a perder dos décadas en su ritmo de crecimiento económico con esta crisis por culpa de quienes desde la especulación han generado esta crisis y han generado las pérdidas de empleo y la destrucción de empresas.

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