Papandreu se compromete a "evitar la quiebra" y Merkel pide "paciencia" con Grecia
El primer ministro griego dice que llegará hasta "el final" para aplicar los ajustes en el país y que lo mantendrá en el euro
Grecia continúa en el ojo del huracán. El primer ministro griego, Giorgios Papandreu, tuvo ayer que salir de nuevo a la palestra para acallar los rumores de una posible suspensión de pagos. Desde la ciudad de Salónica, aseguró que llegará "hasta el final" para cumplir con los ajustes y reformas a los que se ha comprometido y poder así recibir un segundo paquete de rescate que permita sortear la bancarrota.
"Grecia cumplirá con su palabra y estamos decididos a aplicar las decisiones", dijo, en referencia a las reformas estructurales y privatizaciones por valor de 78.000 millones hasta 2015 que aprobó el Parlamento. A cambio, la Eurozona decidió ofrecer a Grecia un nuevo rescate de 160.000 millones de euros, tras los 110.000 millones del primer paquete de ayuda de mayo de 2010. "Cualquier otra decisión es peligrosa para Grecia y sus ciudadanos", subrayó.
También el titular de Finanzas y viceprimer ministro griego, Evangelos Venizelos, insistió en que Atenas cumplirá sus compromisos. "El que cree que Grecia ha quebrado o no tiene ninguna esperanza está claramente fuera de la realidad", destacó. En su opinión, "los dos próximos meses son cruciales para la existencia misma de nuestro país, se trata de dos meses en los que cada día cuenta como un año en términos de esfuerzo".
En octubre, Grecia tiene que concluir las negociaciones sobre un canje de bonos, parte del segundo rescate pactado por la Eurozona el 21 de julio, en el que bancos y fondos de pensiones deberán asumir ciertas pérdidas. También tendrá que persuadir a los inspectores de la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) de que el país hace los avances suficientes con los ajustes estructurales para recibir el próximo tramo, de 8.000 millones, del primer paquete de ayuda.
Las medidas de austeridad han agravado la contracción económica prevista para 2011 hasta el 5% del PIB, han despertado una gran oposición social -ayer hubo de nuevo protestas en Salónica- y el paro ha tocado el máximo del 16,6%.
En este contexto, la canciller Angela Merkel pidió a los alemanes en una entrevista con el diario Der Tagesspiegel "paciencia" con Grecia, puesto que problemas que se han creado durante años no pueden resolverse de la noche a la mañana. "Si se piensa por ejemplo en el proceso de unidad alemana se ve cuánto tiempo fue necesario a comienzos de los 90 para crear nuevas estructuras administrativas, realizar privatizaciones y trasmitir conocimientos. Tenemos que tener paciencia", declaró. Eso sí, reiteró que las ayudas europeas sólo seguirán fluyendo si Atenas cumple con las condiciones impuestas al rescate.
Las declaraciones de Merkel se produjeron después de que Berlín haya ultimado un paquete de medidas para proteger a la banca de una posible quiebra de Grecia, un plan B que evidencia la desconfianza de Berlín hacia el futuro del país heleno. El Gobierno alemán tiene previsto inyectar capital en el sistema para soportar pérdidas de hasta el 50%.
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