Panrico alcanza un preacuerdo con los sindicatos para cerrar la fábrica

La medida supone, por ahora, el traslado de 100 empleados y 22 prejubilaciones.

La fábrica que Panrico tiene en Sevilla podría haber albergado ayer su último día de actividad.
R.S.

08 de junio 2012 - 12:59

Panrico ha alcanzado un principio de acuerdo con los representantes sindicales para el cierre de la fábrica de Sevilla, que afecta a 184 trabajadores. Este preacuerdo tendrá que ser ratificado hoy por la plantilla, que ha sido convocada en asamblea, según informa el fabricante de bollería industrial. Fuentes sindicales han explicado a Europa Press que este preacuerdo contempla traslados a otros centros de trabajo, prejubilaciones y bajas incentivadas, al tiempo que han apuntado que si se ratifica, ya se habrá puesto fin a la actividad de la planta, al haber sido ayer el último día.

La medida se enmarca en el plan de transformación impulsado por Panrico para dotar a la compañía de unidades de producción más optimizadas y competitivas ante la crisis. El objetivo es garantizar la supervivencia del grupo y el mayor número de empleos. Según han explicado a Europa Press fuentes de Fitag UGT, los traslados se efectuarán a las plantas de Puente Genil (Córdoba), Madrid y Barcelona. Se ha establecido un mínimo obligatorio de 100 traslados.

En cuanto a las prejubilaciones, éstas afectarán a los trabajadores de entre 56 y 64 años, de forma que habrá 22 personas que podrán acogerse a ellas, por lo que percibirán entre el 70% y el 90% del salario, una horquilla que variará en función de la edad.

Las fuentes sindicales han señalado que el número de trabajadores afectados por las bajas incentivadas está aún por determinar, al tener "carácter voluntario". En dichas bajas se establece una compensación económica de 30 días por año trabajado y un tope máximo de 24 mensualidades.

Estas fuentes sostienen que una vez que se materialice el cierre de la planta, se activará un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), por el que habrá una suspensión de la actividad durante 8, 12 y 18 meses antes de acometer el traslado a las plantas que la compañía posee en Córdoba, Madrid y Barcelona.

Fitag UGT-A considera que se trata de "un día triste porque se cierra una planta con mucha historia", y ha lamentado que no son las condiciones deseadas ni las que se han aplicado en otros centros de la compañía. "La reforma laboral hace estragos y la situación de la compañía era mala y estaba en quiebra, con pérdidas acumuladas desde hace cuatro años", ha añadido. Asimismo, ha advertido de que la empresa "prevé que pueda haber alguna planta que acabe en similares circunstancias más adelante".

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