La nueva PAC puede retrasarse entre uno y dos años

Los 28 asumen que sin conocer el marco financiero europeo y el presupuesto final para la Política Agraria Común es imposible avanzar

Luis Planas, ayer con su homólogo francés Didier Guillaume en el consejo de ministros de Agricultura
Luis Planas, ayer con su homólogo francés Didier Guillaume en el consejo de ministros de Agricultura
Efe

18 de marzo 2019 - 18:10

Los países de la Unión Europea (UE) han constatado la dificultad de que la futura Política Agrícola Común (PAC) entre en vigor a tiempo y algunos, como España, pidieron ayudas a los agricultores durante ese periodo de "prórroga".

El debate sobre la nueva PAC, para el periodo 2021-2027, se produjo en un Consejo de Agricultura en el que los ministros europeos abordaron los tres reglamentos que forman parte de la reforma, los relativos en concreto a los Planes Estratégicos Nacionales, la financiación de las ayudas y la organización común de los productos agrícolas.

El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, consideró "muy previsible" el retraso de "al menos un año" en la entrada en vigor de la futura PAC, debido a la lentitud con la que avanzan las discusiones a nivel de la UE, ralentizadas por el calendario de las elecciones europeas y el 'Brexit' .

Esa demora podría incluso extenderse a dos años, según el ministro, que confió no obstante en que sea "lo más corta posible".

Asegurar la continuidad de las ayudas

Para paliar sus efectos, España y "otros países" han pedido a la Comisión Europea "que asegure la continuidad del apoyo a nuestros agricultores y ganaderos", según explicó Planas a su llegada a la reunión.

El ministro reiteró este lunes que España cree que no debería concluir el debate sobre los reglamentos sin conocer el marco financiero previamente.

"Sin tener esa referencia no podemos seguir discutiendo", apuntó Planas.

Por otra parte, subrayó la importancia de "mantener la unidad de los tres paquetes de la PAC y no trocearlos", así como precisar algunos elementos en la propuesta comunitaria, "que son necesarios para mantener el carácter europeo" de esa política.

Planas pide que se mantenga la ayuda a los productores durante la prórroga

Entre ellos, citó la coordinación de la valoración de los distintos Planes Estratégicos Nacionales o la definición de unas intervenciones mínimas coherentes por los Estados miembros.

También subrayó que para España son "fundamentales" las ayudas acopladas y y asegurar "una coherencia" entre la lucha contra el cambio climático y la preservación medioambiental y una agricultura "innovadora, sostenible y eficiente".

Aparte de España, los titulares de otros países europeos se refirieron a la dificultad de llegar a un acuerdo sobre la reforma agrícola mientras no se cierre el presupuesto para el próximo periodo financiero.

"No vamos a alcanzar un acuerdo, no es el momento", dijo el ministro de Agricultura de Francia, Didier Guillaume, quien consideró "esencial" contar con un presupuesto "estable" para disponer de una PAC "robusta y común".

Francia e Irlanda, por un presupuesto suficiente

Francia abogó por una PAC "sencilla, simplificada para hacerla fácil a los productores" e insistió en que, como primera política europea integrada y símbolo europeo, debe seguir siendo "común" y evitar su renacionalización.

En la misma línea se pronunció Irlanda, cuyo ministro dejó claro que "no es viable" una PAC que no esté dotaba de un presupuesto suficiente, dados los desafíos que tendrán que adoptar los productores.

El titular belga abogó por unas disposiciones más "flexibles" y pidió que la reforma agrícola tenga en cuenta la situación específica de Bélgica, donde la agricultura es una competencia regional, por lo que el país no puede disponer de un Plan Estratégico Nacional, según señaló.

Eslovenia se refirió al mucho trabajo "técnico y político" pendiente, mientras que Portugal pidió para la futura política agrícola un presupuesto "adecuado a los retos" y advirtió de que el país no podrá aprobar la reforma hasta que se conozcan las cifras.

La reforma de la Política Agraria Común para el horizonte 2021-2027 prevé entre otras novedades la elaboración de planes nacionales estratégicos, que tendrán que contar con la aprobación de la Comisión Europea.

En particular, plantea un recorte de las ayudas directas del 3,5% y de un 15% en los fondos para desarrollo rural para España.

Las organizaciones y cooperativas agrarias han demandado de manera reiterada una defensa firme de las ayudas y algunas se han manifestado en contra de lo que consideran una renacionalización de la PAC.

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