La OCDE, optimista sobre España: eleva el crecimiento en 2023 al 1,7%
El club de los países ricos cree que la economía española será la que más crezca de los grandes de la Eurozona con diferencia
La razón de este mayo avance es una inflación más contenida y la resiliencia del turismo y la industria
El organismo advierte de que la inflación subyacente seguirá siendo muy alta en 2024
La OCDE rebaja al 1,3% el crecimiento de la economía española en 2023
La OCDE ha mejorado su previsión de crecimiento para España este año al 1,7%, cuatro décimas más de lo que había anticipado en noviembre y más del doble de la media de la zona euro (0,8%), gracias, en particular, a una inflación más contenida y a la resiliencia del turismo y la industria.
En su informe intermedio de Perspectivas publicado este viernes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se muestra así más optimista sobre España que la propia Comisión Europea, que hace un mes había estimado un aumento del producto interior bruto (PIB) del 1,4%.
Ese 1,7% es, con diferencia, el ritmo de crecimiento más elevado entre los grandes países de la Eurozona, por encima de Francia (0,7%), Italia (0,6%) y, sobre todo, Alemania (0,3%), el más afectado de ellos por los efectos de la guerra en Ucrania.
El economista jefe de organización, Álvaro Pereira, consideró este viernes que las previsiones de crecimiento ponen en evidencia la "resiliencia" de la economía española,.
Se refirió en particular al turismo y también a que "hay un sector industrial muy fuerte". También dijo que España se beneficiará de la recuperación en el resto de Europa y de la economía mundial.
Para 2024, los autores del informe calculan que la progresión del PIB español se mantendrá en el 1,7%, que es lo mismo que habían dicho en noviembre, y tres décimas menos de lo que preveía en febrero la Comisión Europea.
Los otros grandes Estados de la moneda única se acercarán el año próximo a ese ritmo, con un 1% en Italia, un 1,3% en Francia y un 1,7% en Alemania.
España, según las proyecciones de la OCDE, tendrá este año una inflación media del 4,2%, seis décimas menos de lo que estimaba hace tres meses y medio, es decir, prácticamente la mitad de la que registró en 2022 (8,3%).
La de 2023 será una inflación netamente inferior a la del conjunto de la zona euro (6,2%) y a la de sus grandes socios europeos, que son Francia (5,5%), Italia (6,7%) y Alemania (6,7%).
El problema es que para 2024 esa tasa apenas disminuirá en España (al 4%, ocho décimas menos de lo aventurado en noviembre), a diferencia de lo que ocurrirá en esos otros países: 2,5% en Italia y Francia, y el 3,1% en Alemania.
Uno de los factores que pesan en esa lenta reducción es el repunte particularmente marcado (y preocupante) en España de la inflación subyacente -la que excluye los precios más volátiles, los de la energía y los alimentos frescos-, que pasará del 3,8% demedia en 2022 al 5% este año.
La inflación subyacente en España será, de acuerdo con la OCDE, del 3,7% en 2024, por tanto muy superior a la media de la eurozona (3%), así como a las de Alemania (3,1%), Francia (2,3%) e Italia (2,9%).
Riesgo limitado de contagio financiero
A nivel global, la OCDE ha mejorado sus previsiones de crecimiento para las grandes economías mundiales respecto a lo que anticipaba en noviembre para este año y el próximo, pero en términos históricos son endebles, y poner coto a la inflación con más subidas de tipos sigue siendo una de las grandes prioridades.
La organización señala que desde comienzos de año han aparecido más signos positivos, como la reducción de los precios de las materias primas o la reapertura de China después de tres largos años de restricciones por la covid.
Después de un 3,2% en 2022, este año calcula que la economía mundial crecerá un 2,6%, cuatro décimas más de lo que estimaba en noviembre, y el año próximo un 2,9%, dos décimas más.
La OCDE considera "limitado", por otro lado el riesgo de contagio de las turbulencias financieras por la quiebra de varios bancos en Estados Unidos y por la delicada situación de Crédit Suisse, e insiste en que la prioridad es yugular la inflación para lo que hay que continuar con las subidas de tipos de interés.
"No creemos que haya razón para la inquietud", afirmó este viernes el secretario general, Mathias Cormann, al ser preguntado por la repercusión de lo que ocurre en el sector bancario en Estados Unidos y en Suiza.
Cormann, que comparecía en conferencia de prensa para presentar el informe intermedio de Perspectivas, insistió en que aunque "hay turbulencias", "el riesgo de que eso se repercuta ampliamente es limitado" ya que "el marco reglamentario ha mejorado con los años".
A ese mismo respecto, el economista jefe de la organización, Alvaro Pereira, señaló que "la situación es muy diferente de la de 2008", en el momento de la crisis financiera.
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