Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
¿Por qué cree usted que no hay marcas reconocidas de productos agroalimentarios en Andalucía?
En primer lugar porque no hay masa crítica en las empresas para abordar los lanzamientos y las campañas de marketing con la fuerza que se requiere, y, por otra parte, porque muchas empresas han llegado tarde al concepto de marca cuando ya el mercado estaba bastante maduro y era muy difícil hacer marca.
Es más fácil hacer marca con productos diferenciados e innovadores que con productos clásicos como los que tenemos en Andalucía, ya que podríamos decir que ese territorio ha sido ocupado por las marcas de la distribución, y en ese sentido han desplazado del mercado a las demás marcas de su alcance.
¿Qué habría que hacer para generar valor añadido sobre los productos de calidad de Andalucía?
Evidentemente, generar valor añadido sobre los productos de calidad andaluces no es una labor milagrosa hoy día. Tiene que ser un trabajo bien hecho, hay que comenzar por la calidad de los productos, pero no sólo por la calidad intínseca, algo que ya tienen, sino por la calidad percibida por los consumidores.
A mi juicio, teniendo un estandard de calidad razonable como es el caso de los productos andaluces, lo más importante es la calidad percibida, y ésta se consigue gracias a la puesta en marcha par parte de las empresas de acciones de marketing, de comunicación, de credibilidad y de confianza en el tiempo. Para ello hacen falta presupuestos y recursos y son pocas las empresas en Andalucía que los tienen. También se puede conseguir a través de la innovación, que no necesariamente tiene que ser del producto, puede ser logística, de servicios, de acercamiento al cliente y todos los aspectos que hacen diferente al producto. El éxito de un producto radica en la diferenciación, el mejor servicio, la mejor atención, el mejor precio.
¿Por qué el consumidor del resto de España identifica de forma errónea las marcas con los productos andaluces?
De alguna manera es razonable y es lógico que ocurra, pero es mucho más preocupante que no se conozca en la propia Andalucía porque en nuestra comunidad autónoma tenemos 8 millones de habitantes y 22 millones de turistas, por tanto, si las empresas nos preocupásemos un poco más de de dar a conocer los productos autóctonos aquí en Andalucía y que el consumidor los probase y viese que son igual o mejores, sería un éxito. Esa labor es la que hacemos en Landaluz. La asociación está focalizada en poner en valor todos los productos andaluces, darlos a conocer al consumidor andaluz a través de las acciones de promoción con todas las cadenas de alimentación en España y el extranjero, y que den su fruto. Muchas pequeñas empresas que antes no eran conocidas, a través del sello de calidad certificada de Landaluz están comenzando a ser reconocidas por el gran público. Estamos contentos con el camino andado pero todavía queda mucho por recorrer.
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